Los campanarios son espacios con gran atractivo. Incluso con algún que otro misterio. Y si no tanto, al menos con alguna curiosidad. Ahí está el ... Miguelete, el campanario de Valencia para confirmarlo. Una vez más esta mañana de 15 de agosto, festividad de la Asunción, se ha repetido la experiencia. En el segundo piso al que se sube a través de la serpenteante escalera de la emblemática torre, el fenómeno ha vuelto a producirse. A través de una lanceolada ventana, propia de la arquitectura gótica valenciana, de esa planta se ha colado el rayo de sol que en otros tiempos esperaban los presos para al menos una vez al año disfrutar de la luz solar.
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Hoy las cosas ya no son así. Pero no por ello el fenómeno natural que permite que en esta fecha, dada la posición del sol a lo largo de su viaje por los días, sea la única en la que en torno a las diez de la mañana -hora oficial- vea que un pequeño empieza a dibujar sobre el suelo de la antigua cárcel, en la Sala de la Prisión, una fina línea de luz. Poco a poco esa especie de flecha luminosa que se adentra en el Miguelete se va ensanchando dando forma a un rectángulo de luz.
Segundo a segundo hasta alcanzar los diez minutos, gana espacio sobre el suelo para regalar una imagen única a los curiosos -no caben muchos en la sala- que se acercan, y apoyados sobre los gruesos muros del campanario inmortalizan el momento. Algunos, a juzgar por su conversación, son incluso repetidores. No faltan quienes llegan afanados por lo que parece el deseo de cumplir con algún ritual, tal vez un agradecimiento o quizás una plegaria. Esta mañana se ha visto cómo un hombre se arrodillaba en la Sala de la Cárcel y dejaba atravesar su cuerpo por el sol al tiempo que se santiguaba.
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Fueron los campaneros de la Seo los que lo descubrieron en 2010 «de forma casual cuando, al bajar después del toque acompañando la entrada de la imagen de la Virgen en la Seo, poco después de las 10 horas, vimos que la luz solar entraba alineada por la ventana de la Sala de la Prisión», señala Francesc Llop, presidente de los Campaners de la Catedral.
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Los espectáculos de la naturaleza siempre resultan atractivos, nunca decepcionan. Y más si lo hacen en la torre de una Catedral dedicada a Nuestra Señora de la Asunción en el día de su fiesta. Los detalles de la celebración ayudan a conceder mayor expectación. La entrada del haz de luz por la ventana que mira a la plaza de la Reina, que Llop explica como una especie de regalo que se daba a los presos para que pudieran disfrutar de la luz, desde el arzobispado refieren que la alargada y apuntada ventana «se diseñó en el siglo XIV en homenaje a la Asunción de la Virgen, titular de la Seo».
Casi al mismo tiempo que en el Miguelete el sonido de las campanas bajaba por la histórica escalera y los curiosos inmortalizaban el luminoso espectáculo, la Catedral se preparaba para iniciar la Misa en honor a la popularmente conocida como la Virgen de agosto. Los bronces lo anunciado a los cuatro vientos las campanas del Miguelete. Ha sido un concierto de bronces interpretado por los Campaners de la Catedral que ha tenido a la 'María' -campana que lleva el nombre de la fiesta y el de la advocación de la Seo- como protagonista. «Es que hoy es su día», ha comentado Francesc Llop, presidente de los campaneros a LAS PROVINCIAS.
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La música de la torre ha ofrecido sus primeras señales antes de las 10 horas. Luego han esperado hasta que la imagen de la Asunción recostada sobre su lecho llegara al templo. Cuando ha alcanzado la barroca puerta de los hierros, los bronces han vuelto a sonar al ritmo de las fiestas grandes. El cabildo ha salido a recibirla entre los cientos de personas que no han querido perderse la celebración. La imagen se ha depositado en el presbiterio y ha comenzado la Eucaristía presidida por el obispo Javier Salinas. El sol y la Virgen de la Asunción, como siempre, han entrado prácticamente a la misma hora en el templo.
Cuando la imagen de la Dormición de María, portada por el Grupo de Mecha, ha llegado a la puerta de la Catedral, el cabildo ha salido a recibirla. A continuación ha comenzado la misa en la que monseñor Salinas ha detacado en su homilía que «celebramos la fiesta de la alegría, de la esperanza». También ha dico que la Virgen «es maestra de la ternura y el cariño no como virtudes de gente débil, sino de gente fuerte que no necesita destruir o pisar a nadie en sus vidas» y ha recordado que «a María la felicitan los artistas, los músicos, los poetas y el pueblo cristiano a través de sus distintas fiestas».
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Por la tarde estaba prevista la procesión por las calles del entorno de la Catedral. El destino era devolver la imagen a su capilla. El Grupo de Mecha, según informó la agencia del Arzobispado, Avan, recibió el agradecimiento de Monseñor Salinas por su apoyo en la recuperación de la procesión más antigua de la ciudad. Se celebra desde 1352.
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