El monumento perdido de Sorolla entra en el Bellas Artes de Valencia

El director de la institución, Pablo González Tornel, ha presentado este jueves la donación que los hijos del pintor valenciano Francisco Sebastián han hecho al «lugar que mejor puede custodiar estas obras». Por el momento se podrán visitar en el museo de manera conjunta, aunque se prevé «reubicarlas en diversas salas». Las piezas incluyen paisajes valencianos dedicados a la Albufera, la Malvarrosa y El Saler. También un paisaje de Lanzarote, retratos de la madre y abuela del pintor, un autorretrato que data de 1944 y un busto que el escultor Carmelo Pastor realizó del artista.

Paco Sebastián ha confesado que en un primer momento «iban a ser cuatro» las obras donadas. Finalmente son ocho las piezas que componen esta exposición, más un busto que representa al pintor: «Hablando con el director del Bellas Artes pensamos que el museo podía incluir más». Estas abarcan desde los años 70 hasta los 2000: «De los 60 no hay obras porque mi padre tuvo que hacer otras cosas y la parte artística quedó minorizada».

A la presentación de las piezas artísticas ha acudido la directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, quien ha agradecido la donación que acogen «con gran entusiasmo». Además, ha recalcado que la Conselleria de Cultura «se valora extraordinariamente esta donación de obras que tanto se identifican con nuestra tierra».

El pintor, fallecido en 2013, fue distinguido dos años antes con el título de Hijo Predilecto de la Ciudad por su destacada trayectoria. Fue también profesor y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. «Algunas obras ya han habitado este museo -recuerda Paco Sebastián- en 1999 mi padre ya hizo una exposición aquí».

Mercedes, Francisco y Manuel Sebastián, hijos del artista, se han mostrado «satisfechos» porque «ahora las obras son propiedad de todos los valencianos». Francisco, en nombre de los tres hermanos, ha asegurado que «ha costado» desprenderse de algunas obras por su «valor sentimental». El director del museo ha querido agradecer el «esfuerzo y generosidad» de la familia: «No se trata de cualquier obra, sino de una representación significativa de su trayectoria».

El director del museo también ha destacado que con donaciones como esta «se custodia la memoria artística de nuestro territorio». Añade: «Esta donación reclama que la memoria de la cara y el nombre de Francisco Sebastián se mantenga para siempre. A quien la mire le podrá gustar más o menos, pero dentro de cien años se le pondrá cara y nombre a su autor».

Esta donación se lleva fraguando meses. González Tornel cuenta cómo el hijo del pintor le invitó a su estudio: «Me dijo que los tres hermanos habían pensado hacer una donación». Poco a poco, entre encuentros en inauguraciones e intercambios de correos electrónicos, la idea fue tomando forma. Ahora, en la pinacoteca se ha hecho realidad, y pretenden que sirva como «punto de inicio» para una línea de acción que traiga más obras. Los paisajes de Francisco Sebastián se suman a los de Francisco Lozano y Genaro Lahuerta en «el museo de referencia en las artes del siglo XX en Valencia», el Bellas Artes de Valencia.