El Palacio del Temple recupera su historia

A las nueve de la mañana, con puntualidad británica, ya ondeaban las banderas oficiales en la fachada del Palacio del Temple, la sede de la Delegación del Gobierno que se ha beneficiado de una remodelación integral que ha durado siete años. El inmueble construido en el siglo XVIII recupera su historia y aspecto originales, al eliminarse todos los postizos, ventanas abiertas de manera indebida en sus fachadas y hasta colores en las paredes.

El delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio, presidió junto a los subdelegados de las tres provincias la ocupación simbólica. Desde este lunes, el registro general estará ya disponible para los ciudadanos en el palacio, con el acceso por la calle de los Maestres. De manera paulatina se irán incorporando otros servicios ahora dispersos en la ciudad por la diáspora generada con las obras, para acabar esta fase en octubre, cuando se traslade Vacunación Internacional desde el puerto tras la campaña de verano.

Quedará aún la parte más atractiva, la zona arqueológica descubierta con motivo de las obras. Fulgencio dijo que la apertura al público se prevé para finales de año, cuando se haya aprobado un proyecto museográfico y la atención al público debida. Recae a la zona trasera donde se alza un edificio de nueva planta, con restos de la muralla, la barbacana y una torre musulmana construidos en el siglo XII.

Al lugar se accede por una rampa que lo hace accesible para discapacitados, que también disponen de un ascensor. Las paredes del sótano está recubiertas con traviesas de madera, mientras que también abunda el cristal en las barandillas y puertas para hacer más visible el conjunto arqueológico.

No es el único hallazgo que se incorpora. En la planta baja han aflorado con las obras restos de una vivienda medieval que se pueden ver a través del pavimento de cristal. Fulgencio dijo que está documentado el nombre del propietario: «Se llamaba Felipe González, pero no el expresidente sino alguien que vivió hace siglos».

El palacio fue construido entre 1761 y 1770, siguiendo las órdenes de Carlos III después de que un terremoto asolara el anterior monasterio de la Orden de Montesa. Todo el conjunto ha sido rehabilitad excepto la iglesia del Temple, al ser propiedad del Arzobispado.

El acceso principal para el público será por la calle de los Maestres, donde también se pondrá una exposición de piezas arqueológicas encontradas y que ahora permanecen custodiadas en un almacén del Ayuntamiento.

Al acto de izada de banderas también asistió el general jefe de la VI Zona de la Guardia Civil, Jesús Hermida, y el jefe regional operativo de la Policía Nacional, Alfredo Garrido, entre otros. La comitiva conoció las estancias remodeladas y el claustro del patio principal presidido por una fuente ornamental de piedra. Las dependencias albergarán, además del gabinete del delegado y la secretaría particular, el Gabinete Telegráfico, Asuntos Jurídicos, Asuntos Generales, Personal, Derechos Ciudadanos y Autorizaciones Administrativas, Área de Informática, Jurado Provincial de Expropiación y Abogacía del Estado que se encontraban en las dependencias provisionales de Colón. Otros, como Protección Civil, la Unidad de Violencia de Género, Infracciones Administrativas y la Oficina de Información y Registro se trasladan desde la Subdelegación del Gobierno a las instalaciones rehabilitadas.

En total, según dijo el delegado, un total de 123 funcionarios serán trasladados. La restauración ha querido ser «honesta con el edificio original, haciendo compatible la preservación del monumento con la función administrativa.