El Parque Central de Valencia se marchita

El nombre podría parecer pretencioso, pero lo cierto es que el Parque Central aspira a ser lo que su homónimo de Nueva York es a la ciudad estadounidense: un pulmón verde en el centro que se convierta casi en un barrio más, con sus dinámicas marcadas y con miles de personas recorriendo sus veredas. Eso será cuando esté terminado y, evidentemente, cuando se eliminen determinados desperfectos que se detectan a simple vista y que afean la joya de la corona de los parques urbanos de la ciudad.

El más evidente, el que habrán detectado todos los visitantes del parque en la última semana, concierne a la puerta principal. Ha estado cerrada varios días. El motivo es que el mecanismo que la mueve sufrió un acto vandálico, por lo que los técnicos del Organismo Autónomo de Parques y Jardines (OAM) han tenido que repararlo. Los trabajos han llevado varios días y esta semana estuvo cerrada, dado que, según explicaron fuentes municipales, «había que hacer determinadas pruebas». La entrada al parque, de cualquier forma, se podía hacer por una puerta lateral más pequeña y por la rosaleda.

El vandalismo ha golpeado con fuerza al Parque Central, a veces de forma literal. Las naves de Demetrio Ribes rehabilitadas que se encuentran a las afueras del mismo han sido objeto de ataques de este tipo de forma casi constante, por lo que esta misma semana aún se podían ver cristales rotos en algunas de las naves laterales. Estos edificios se encuentran en una zona que queda fuera del recinto que se cierra al caer la tarde entre el parque, entre el lateral de la citada nave y la trasera de las dos gemelas también rehabilitadas. De ahí que se trate de un lugar propicio para el botellón y este tipo de actos de gamberrismo. Todas las naves se encuentran ya rehabilitadas y entregadas al Ayuntamiento por parte de la sociedad Parque Central. Estarán dedicadas a equipamientos públicos, donde destaca el polideportivo. De esta manera sigue la estrategia de combinar instalaciones deportivas con patrimonio industrial, con los antecedentes del mercado de Abastos y el antiguo matadero de la Petxina. Además, la conocida como plaza Demetrio Ribes, a la entrada del parque, ya ha sido escenario de algunos incidentes aislados. Vecinos de la zona aseguran que se ha podido ver a la Policía Local algunas noches, sobre todo los fines de semana para desalojar a jóvenes que estaban haciendo botellón.

Otro enclave del Parque Central que presenta desperfectos importantes es el rocódromo, aunque desde el Consistorio insisten en que no son desperfectos, sino suciedad propia del uso del día a día. «La gran afluencia de personas que tiene el rocódromo del parque central provoca que sea necesario un mantenimiento más intenso y frecuente. Desde el OAM se realizan dos inspecciones semanales de las estructuras y se sustituyen periódicamente los puntos de apoyo deteriorados», explican desde el Ayuntamiento.

«Próximamente se prevé realizar un mantenimiento más a fondo con la colaboración de los usuarios más avanzados, algunos de ellos federados, de estas estructuras, concretamente de la zona de desplome y del recubrimiento de madera», aseguran fuentes municipales, que indican que parte de la suciedad que se ve en el rocódromo proviene del uso habitual y, además, insisten en que son los propios usuarios quienes en ocasiones piden que no se limpie demasiado la infraestructura porque el agarre es más sencillo con restos del polvo de magnesio que se usa para encaramarse a los puntos de sujeción.