El boom de los patinetes avanza en Valencia entre el vacío legal

Es el vehículo de moda y su auge parece imparable, más allá de una tendencia pasajera en aras de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Los patinetes, bien en su concepción más moderna (eléctricos y hasta con sillín) bien en la de toda la vida (de tracción humana), van conquistando las calles de las ciudades pese al limbo legal y la confusión en que se encuentran sus usuarios, ya que no está claro por qué normativa están amparados o por dónde deben circular.

De hecho, aunque la Dirección General de Tráfico (DGT) emitió hace dos años una instrucción en la que fijaba unas directrices sobre cómo actuar ante el uso de los conocidos como Vehículos de Movilidad Personal (VMP) y que, en líneas generales, prohibía la circulación por la acera, en la práctica, el organismo dejó en manos de cada ayuntamiento la decisión final.

Fue el punto de inflexión, unido al crecimiento de las ventas de estos artilugios de transporte, lo que hizo que la gran mayoría de las ciudades españolas anunciara la modificación de sus ordenanzas de circulación para adaptarlas a la nueva realidad. Madrid, Vitoria, Pontevedra, Granada, Cáceres, Zaragoza, Málaga o Calvía son algunos de los municipios con borradores en proceso de redacción o con instrucciones vigentes que fijan, en la mayoría de casos la circulación por los carriles bici o por los aceras pero a paso humano.

Sólo Barcelona ha dado el paso en firme con una ordenanza específica en vigor desde julio del año pasado, que establece tres tipologías de vehículos según su peso y velocidad, baja los patinetes de la acera y fija sanciones de entre 100 y 500 euros. Un texto que, además, sirve de inspiración para otras normativas, como es el caso de Vitoria, Granada o Valencia.

Porque ¿cuál es la situación en el cap i casal? En verano de 2016 la concejalía de Movilidad anunció que iba a adaptar la normativa de circulación y el edil Giuseppe Grezzi abrió la puerta a que patines y patinetes rodasen por el carril bici. Desde entonces sólo han trascendido retales del texto.

El concejal Giuseppe Grezzi avanzó el pasado lunes que los patinetes y bicicletas eléctricas, así como otros transportes alternativos de última generación, formarán parte de la nueva ordenanza de Movilidad de Valencia. Grezzi indicó que el borrador de la normativa estará listo para su exposición al público este verano. Para los patinetes planteó que la regulación sea similar a la actual que rige las bicicletas.

«Lo vamos a regular con una norma clara y tiene que haber un espacio determinado para cada uno de estos elementos; tiene que ir todo en la dirección un poco de que vayan por donde van las bicicletas y las bicicletas eléctricas, por carriles bici y si quieren ir por calles peatonales tiene que haber determinadas condiciones», dijo.

Hasta ahora, en Valencia, legalmente, hay que bucear en la ordenanza de 2010 para encontrar la referencia a los patinetes o monopatines en el artículo 87, que prohíbe circular «por aceras, zonas peatonales y calzadas de uso público, salvo en los lugares especialmente destinados al efecto», esto es, instalaciones deportivas.

Sin embargo, basta observar las aceras de las calles más transitadas de la capital del Turia o los carriles bici para observar que la práctica es otra. De ahí que entidades como la Federación de Asociaciones de Vecinos o las organizaciones de consumidores como Avacu o la UCE hayan reclamado al Consistorio la necesidad de poner ya sobre la mesa el texto normativo que permita regular sus usos y poner freno a las velocidades «un poco extremas» a las que transitan algunos usuarios, como recordaba la presidenta vecinal, María José Broseta.

Una petición a la que también se suman los conductores, otro colectivo afectado por el incremento de los VMP debido a que, en ocasiones, tienen que compartir espacio en la calzada; o los propios usuarios de patinetes eléctricos, que reclaman que existan unas pautas «que nos permitan circular de manera tranquila por la ciudad, equiparándonos a ciclistas», plantea Adrián, uno de los portavoces de la plataforma M365, que aglutina a 870 usuarios de este modelo de patinete en la capital del Turia.

También desde Welegal, un despacho de abogados online especializado en reclamaciones abogan por «una norma homogénea» que clarifique debido a que «cada vez son más los siniestros que entran con este tipo de vehículos», algunos de ellos con dificultades para probar la culpabilidad si quienes están implicados son patinete y peatón.

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«Sin reglas del juego claras cada día es una aventura porque no sabes qué va a pasar. Pedimos que nos equiparen a ciclistas para poder circular con tranquilidad por la ciudad, por el carril bici o las ciclocalles».

«Se evitan atascos, el gasto es menor... Hay mayor demanda en los últimos años porque, además, hay modelos asequibles con unos 25 kilómetros de autonomía. Su boom debería acompañarse de regulación».

«Sería interesante poner medios a los conductores de estos vehículos que facilitaran ante un accidente la reclamación y tramitación de los perjuicios sufridos, como partes amistosos o contratación de seguros económicos».

«A menos de un año para el final de la legislatura, la actualización de la ordenanza de circulación sigue pendiente y, mientras, hay un limbo legal con los VMP. También está pendiente una mejor conciliación entre automovilistas, ciclistas y peatones».