Pinos, palmeras y dunas en el plan del Ayuntamiento de Valencia para recuperar el paseo marítimo

El Plan del Cabanyal pasó ayer un trámite más al aprobar el Ayuntamiento los cambios del informe ambiental y territorial estratégico, una vez se han recogido numerosos cambios pedidos por entidades vecinales y otros sectores del Marítimo. Además de la reducción de alturas, limitaciones a los apartamentos turísticos y la adaptación de la llamada Vía Verde desde la Marina hasta la avenida Mediterráneo, uno de los elementos más llamativos y que más debate generará es la propuesta de profunda remodelación del paseo marítimo, construido en los primeros años 90. La iniciativa debe acordarse con la Demarcación de Costas, al estar por delante de la línea marítimo-terrestre.

Las imágenes que se adjuntan en el documento al que tuvo acceso LAS PROVINCIAS muestran claramente la transformación, que ocupa parte de la playa para la creación de zonas dunares y pequeños bosques, un diseño más orgánico y natural que la línea recta norte-sur actual.

El plan propone rediseñar el paseo marítimo como un borde entre la ciudad y una zona costera lo más naturalizada posible. «Aprovechando la gran cantidad de espacio que existe, con aparcamientos, descampados, jardines irrelevantes, etc», indican sus autores, se trata de implantar nuevas edificaciones y rodeadas de pinos de porte alto como los de El Saler o de pequeños bosques de palmeras, creando sombras, facilitando la aparición de terrazas sin toldos artificiales.

«Rompiendo la frialdad y dureza del paseo, haciendo que la vegetación salte y llegue hasta la misma arena de la playa, donde, sin crear un bosque tupido y lineal que impida la visión del mar, sí que se cree zonas de sombra donde poder disfrutar de la playa de otra forma», adelantan.

Es decir, no se trata de implantar un cordón dunar virgen, pero sí una playa naturalizada y con vegetación autóctona, edificios de una altura y diseño adecuados para «integrarse en la vegetación y armónicos con la tradición cabanyalera».

La idea es implantar los servicios y comercios «propios de una playa urbana, pero en un entorno de aspecto más natural». El plan coordinado por la concejalía de Desarrollo Urbano, dependiente de la vicealcaldesa Sandra Gómez, indica que la propuesta «presenta una ventaja adicional, ya que el nuevo diseño permitiría integrar en el mismo la Vía Litoral de la Comunidad Valenciana», en referencia a la Estrategia Territorial de la Comunitat.

«Un último beneficio de la actuación no despreciable sería contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático, en particular a las consecuencias que pueda tener una elevación del nivel del mar sobre el propio paseo marítimo y los establecimientos hoteleros, especialmente durante los temporales», apuntan.

Al disponer de una zona elevada entre los locales y la línea de costa, el nuevo cordón dunar evitaría la progresión del oleaje hacia y disminuiría los daños ocasionados en caso de fuertes precipitaciones«. La propuesta es que no se ciñan sólo al paseo, sino a toda la franja marítima, por lo que se plantea un plan especial.

Desde el documento inicial de principios de 2019, se ha modificado también el catálogo de bienes inmuebles protegidos, que afecta tanto a las categorías de protección como a la incorporación o exclusión de algunos. Tambinén se han reducido las alturas en varias zonas y se han reformado las unidades de Doctor Lluch, Mediterráneo. Remonta y Fausto Elío. Junto con las restricciones de los apartamentos, completan el nuevo documento.

Por otro lado, el Consistorio aprobó ayer un convenio con la Generalitat para la gestión del Plan ARRU de este año. La concejala de Vivienda, Isabel Lozano, señaló que permitirá la recuperación de 14 viviendas con un presupuesto de 1,59 millones.