Pintadas en el puente de Calatrava a favor de Palestina

El color elegido para esta infraestructura, que proporciona tanta luz al puente de casi 200 metros de longitud y 34 de altura, se ha convertido, por otra parte, en un lienzo en blanco que atrae a diario a los grafiteros, que llenan de pintadas todas las piezas.

De hecho, este martes, ha amanecido con una pintada a favor de Palestina. En el punto de anclaje central del puente se puede leer en letras de color y de gran tamaño el lema 'Palestina Lliure', que ahora gana protagonismo junto a otras pintadas más antiguas de color azul, rojo, negro y rosa donde se pueden identificar firmas e incluso mensajes de amor.

Este no es el único mensaje de apoyo a Palestina que ahora se exhibe en el puente de Calatrava, en un lateral se muestra de nuevo el apoyo con el lema 'All eyes on Rafah' y se combinan los tonos negros, verdes y blancos de la bandera Palestina.

Y en un segundo lateral del puente se suma un nuevo mensaje más: 'No es una guerra, es un genocidio' y se acompaña del símbolo de la almohadilla y de 'FreeGaza'.

Llama la atención el hecho de que como el puente ya estaba plagado antes de pintadas, los autores de los mensajes han aplicado en algunos puntos pintura blanca para poder crear un nuevo lienzo donde plasmar sus pensamientos.

Si bien este anclaje central es donde se concentran más pintadas, no es el único punto del puente que se ha convertido en un muro o una pizarra, en los contrafuertes también existen y en muchos de los tubos metálicos que dan soporte al mástil los grafitis se superponen, algunos de ellos hechos incluso ya no con botes de pintura, sino incluso con laca de uñas.

Además, la parte central metálica, que adopta una forma de rampa, se ha convertido en el pasatiempo de muchos que tratan de dar el salto más grande para inmortalizar su logro con una pegatina que dejan como recuerdo.

A todo ello se suma el hecho de que cada vez que se organiza un concierto de música en las próximas instalaciones de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el puente se convierte en 'zona de butacas' donde decenas de espectadores toman asiento entre la infraestructura del puente para comer, beber y no en pocas ocasiones abandonan los recipientes en el suelo o derraman refrescos.

Además, en un recorrido peatonal por esta infraestructura es fácil encontrarse junto a las barandillas cables de luz sueltos que, en teoría, deberían de proporcionar luz para acompañar el paseo de los viandantes y presentan un aspecto dejado, abandonado.

Si bien el Ayuntamiento de Valencia ha terminado este mes la rehabilitación de la escultura del Parotet de Miquel Navarro, con el tono azul que le caracteriza, quizá ya es hora de que se planteen rehabilitar este puente que se abrió provisionalmente en agosto de 2008 y se inauguró a finales de ese mismo año.

Precisa una rehabilitación integral y no estaría mal en que se pensara en una pintura antigraffiti. Faltará ver si cuando la cocnejalía de Urbanismo tenga el informe de los daños por las grietas y óxido del puente se decida también a impulsar su reforma.