El plan para que Sorolla regrese a su playa

En caso de llegar al gobierno municipal, los populares impulsarán la reconstrucción de la columnata y de los demás elementos del conjunto monumental, a partir de los materiales primitivos que se conservan y de documentación como vistas aéreas y fotografías tomadas desde tierra, sobre el estado anterior a su destrucción durante la riada de 1957.

«Desde el Partido Popular, creemos que la celebración del Año Sorolla constituye una oportunidad perfecta para devolver el citado monumento, descontextualizado en su ubicación actual, al lugar que inspiraría y serviría de telón de fondo de sus escenas de playa», declaró Catalá.

Tras el desastre de la riada, en 1962 se reubicó el busto realizado por el escultor Benlliure en la plaza de la Semana Santa Marinera, donde en 1974 se añadió la portada del desaparecido Banco Hispano Americano, situado enfrente del Teatro Principal.Catalá habló de devolver el monumento al «lugar donde Sorolla captó con especial virtuosismo, el reflejo de la luz, en diferentes momentos del día, sobre la superficie del mar, el oficio de las gentes del mar, su lucha por la supervivencia y sus métodos ancestrales, como la pesca del bou».

La iniciativa coincide con el deseo del actual gobierno municipal de reformar por completo el paseo marítimo, construido en los primeros años 90, pendiente desde hace dos años tras pedirlo al Gobierno y del que no se sabe nada todavía. Dunas, palmeras y pavimentos de madera configuran la propuesta para eliminar la obra dura actual. A mediados de 2021 volvió a ser expuesto a la Dirección General de Costas, sin que se conozcan avances acerca del proyecto.

Sorolla expresó unos años antes de su muerte a Mariano Benlliure su deseo de que se colocara el busto realizado en 1916 en su honor «en la playa, junto al mar latino que tantas obras me inspiró y donde pasé los mejores días de mi vida, frente a la Naturaleza, que es el mayor maestro que existe», recordó la edil.

Cumpliendo con su voluntad, el Ayuntamiento encargó en 1925 al arquitecto Francisco Mora la construcción de un monumento a Sorolla en la playa del Cabañal, a partir del busto en mármol donado por Benlliure. El conjunto no vería sin embargo la luz hasta la llegada de la Segunda República. Tras discrepancias entre conservadores y republicanos, se inauguraría el 31 de diciembre de 1933 entre las antiguas Termas Victoria y el Asilo de Nuestra Señora del Carmen, congregando a una gran multitud.

Erigido sobre una tribuna elevada con vistas al mar, el monumento estaba presidido por una réplica en bronce de la obra de Benlliure, rodeada por una columnata procedente de la Real Fábrica de Platería Martínez de Madrid y adquirida años atrás por Sorolla para un frustrado Palacio de Bellas Artes en Valencia. Por desgracia, la fuerza de las aguas arrasaría el conjunto en la riada de 1957, dejando sólo en pie la figura de Sorolla, según consta en la documentación que se guarda en el Archivo Histórico Municipal.