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Agentes de la Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) de la Policía Local desalojaron la mañana del domingo a medio centenar de personas de una fiesta clandestina que celebraban en una fábrica abandonada conocida como 'La Eskombrera' en las inmediaciones del cementerio de Benimaclet y junto a la ronda norte. En el dispositivo policial se detuvo a una persona por un delito contra la salud pública, se levantaron nueve actas por drogas, una por armas y 42 por no llevar mascarilla.
Se trata de la tercera intervención en un mes de la Policía Local en el mismo lugar. La fiesta suele comenzar en la plaza de la Iglesia, en el centro de Benimaclet, para seguir en una alquería abandonada y la parcela de una antigua factoría de leche. Los vecinos han pedido varias veces el vallado de toda esta zona para impedir el paso. Sólo en septiembre se han contabilizado 178 identificaciones, 104 sanciones por la falta de protector y tres averiguaciones de domicilio.
Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana, lamentó «la grave irresponsabilidad de estos comportamientos que comprometen la salud de tantas personas. No es la primera vez que actuamos en este lugar en las últimas semanas», recordó, para señalar que las concentraciones suponen «un grave riesgo para la salud y generan multitud de molestias a los vecinos».
«Seguimos actuando contra el Covid-19 pero necesitamos de la participación de toda la ciudadanía» destacó Cano, para quien «no se puede suplantar la obligación individual por un policía. Todos somos responsables de esta situación, no se puede vencer a la pandemia con la responsabilidad de una parte de la población y la irresponsabilidad permanente de otra, que por muy pequeña que sea es una agresión permanente a toda la sociedad».
Las fiestas ilegales se celebran alrededor de la alquería de Serra y de los restos de una factoría de leche que llega hasta la V-21. El concejal Cano indicó que trabajan junto con la delegación de Urbanismo en el propósito de obligar a la empresa a que levante una verja alrededor de la propiedad, como ocurre con cualquier solar de la ciudad. Las parcelas edificable deben estar cerradas para evitar la proliferación de vertederos ilegales o, en este caso, concentraciones de personas sin ningún tipo de permiso y saltandose la normativa anti-Covid 19.
La asociación de vecinos de Benimaclet reclamó por su parte más control policial para erradicar esta práctica y con ello el riesgo de contagio de coronavirus. Fuentes vecinales distinguieron estas fiestas del botellón habitual que se produce en el barrio, para recordar el proyecto de una residencia de estudiantes presentado hace meses por una empresa y que sigue pendiente de licencia de obras. «Son grupos distintos, el refuerzo de patrullas consiguió eliminar el botellón, aunque en septiembre volvió a aparecer con fuerza», finalizaron.
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