La Policía vuelve a cortar la calle San Vicente de Valencia por las aglomeraciones

En concreto, se han modificado las rutas de las líneas C1, 4, 11, 31, 32 y 70. Por un lado, han circulado por Colón este domingo los autobuses C1, 11, 31 y 70, mientras que 4 y 32 lo hacían por Poeta Querol y Barcas, tal y como informaba la empresa municipal en su red social de X. Estos desvíos motivados por la saturación de las calles más céntricas se ejecutaban por sexta vez desde que entraron en vigor las nuevas líneas.

Según explican desde la EMT, en estas situaciones, los desvíos de las líneas es el protocolo habitual para poder seguir prestando el servicio sin poner en riesgo a los viandantes. «La C1 se desvió el año pasado centenares de veces y hubo un total de 7.000 desvíos de la EMT. Es algo habitual. Además, la Oficina de Atención Ciudadana no ha recogido una sola queja por desvío de líneas», informaron desde la empresa pública a LAS PROVINCIAS.

Precisamente, ante los cortes y desvíos del pasado sábado por la tarde, la concejala del grupo municipal socialista, María Pérez, criticó la política de Movilidad del ejecutivo de Catalá. «Hemos vuelto a ver este fin de semana cómo las líneas de EMT han tenido que desviarse de nuevo a su paso por el centro debido a la incompatibilidad que supone querer hacer pasar siete líneas de autobús con más de 600 autobuses al día por una calle prácticamente peatonal que une dos de las principales plazas de la ciudad», señaló este domingo la concejala.

«La señora Catalá y el PP han asumido la improvisación y el desvío como norma. Desde luego, planificar el transporte público para una ciudad como la ciudad de Valencia no puede basarse en el desvío sistemático», manifestó Pérez, que agregó que «los desvíos deben utilizarse para ocasiones excepcionales».

«Si la excepción se convierte en la regla significa que la planificación que ha hecho el PP de María José Catalá de las nuevas rutas de la EMT no es la planificación que necesita nuestra ciudad», indicó Pérez, que subrayó que los desvíos demuestran que la planificación de las nuevas líneas es «errónea» y que «lo único que pretende es expulsar a los peatones de las calles del centro». Además, Pérez advirtió que esta »improvisación sistemática se traduce en un peor servicio y, por tanto, perjudica a las personas usuarias que suben a un autobús sin saber dónde bajará«.

«Qué más espera la señora Catalá para asumir que es mala idea llenar el centro de la ciudad de tráfico y que la gente quiere espacios peatonales. Su modelo de movilidad es un modelo que no mira al futuro, lo ha demostrado siendo la única alcaldesa europea que inaugura carriles para coches. Un espectáculo insólito a menos de 15 días de ser Capital Verde Europea», afirmó.