El polvorín del Turia: el tramo de la ruta verde que se marchita

Basta con darse un paseo por allí para confirmar lo que también han denunciado plataformas medioambientales y vecinos: que hace falta una regeneración de la zona. El miedo es al fuego pero la rabia está provocada por las condiciones. En 2007 se fue declarado el segundo parque natural del área metropolitana de Valencia, después de La Albufera y se dejó fuera este tramo inicial que conecta la ciudad con el resto de poblaciones limítrofe. No fue hasta hace un año cuando se aprobó su inclusión. En todos esos años, la responsabilidad fue municipal y aún hoy lo sigue siendo en lo que a la recogida de residuos se refiere. Y la dejadez que critican las plataformas es ahora contra la entidad del Parque y la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica de la depende la senda.

«Bienvenido al Parc Fluvial del Turia», se consigue leer con dificultad en un poste de madera. Es la señal que marca el inicio de la ruta fluvial y está tapada por arbustos, hierbajos y ramas de árboles. «Aquí encontrarás un corredor verde de 30km que sigue el curso del Turia, este espacio es patrimonio de todos, el agua es vida y cultura, relájate y disfruta», continúa el cartel que asoma entre las hojas.

Patrimonio de todos. Puede que por eso, los papeles, el plástico y hasta botellas de cristal se acumulen en ambos lados de esta vía verde. Hace falta andar muy poco para notar la ausencia de limpieza. Después está lo de la vegetación. Todo lleno de hierbas muertas, secas, arbustos y árboles sin podar. Es el cóctel perfecto de cualquier pirómano, o incluso aunque no fuera provocado, las altas temperaturas pueden hacer el resto.

Esto mismo es de lo que vienen advirtiendo desde plataformas como la de H2O o como la asociación vecinal de barrio de Campanar. El riesgo en la zona es inminente y los últimos incendios así lo han demostrado.

«Hemos hecho limpiezas con jóvenes, campañas de recogida de residuos, de plantación de especies autóctonas para la repoblación de la zona, y sabemos que el Ayuntamiento también ha promovido la limpieza pero es que no dejan de ser acciones puntuales, no hay un cuidado continuo», relata Pepe Benlloch de la asociación vecinal. Lo único que han pedido en las varias reuniones con los ayuntamientos implicados, incluido el de Valencia, es que se implante una actuación permanente y constante «para evitar lo que pasó el otro día», añade Benlloch.

Lo que pasó el otro día es que ardió una extensión equivalente a un campo de fútbol, que habían varios focos y que se tuvo que desalojar la zona, prohibir el paso y rescatar a dos personas. Aún así se pudieron controlar a tiempo gracias a que fueron agentes de la Policía Local, de la comisaría que está cerca, la Unidad de Distrito de Abastos, los que se dieron cuenta y activaron el aviso con rapidez.

«Es una pena, a mi me gusta recorrerla en bici, y mucha gente corre, pasea por aquí, con este calor parece peligroso que lo tengan así, además de que se podría disfrutar más por poco que hicieran», comenta Lucas, que ha salido con su hermano y otro amigo, y que frecuenta la senda en bicicleta.

La Generalitat dispone de un Plan de Vigilancia de Incendios que regula y coordina los medios destinados a la vigilancia y detección de los incendios forestales en la Comunitat. Y según la propia entidad del Parque Natural «la conservación es una labor árdua del día a día, ya no sólo por la cantidad ingente de masa forestal, si no también la cantidad de labores de mantenimiento que se han de realizar en todo el Parque».

El polvorín del Turia es el primer tramo de la ruta, el más transitado y el que se marchita; el que, un verano más, corre el riesgo de arder.