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PP y Vox ultiman un acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento de Valencia. La fumata blanca se dará en próximas fechas. Se tratará de un ... acuerdo de gobierno proporcional al resultado electoral. En los comicios de mayo, el PP sacó más del triple de concejales que Vox: 13 por 4. Se concretarán así las buenas sensaciones expresadas este miércoles en sendas comparecencias de la alcaldesa, María José Catalá, y del portavoz de Vox, Juanma Badenas, que han votado juntos a favor de la bajada de impuestos que planteó el PP. El reparto no será igual que el del gobierno del Rialto, ya que la proporción de representantes en el pacto de izquierdas estaba más igualada.
Queda por ver cómo se hará ese reparto, si cada concejal de Vox ostentará una concejalía o si gestionarán empresas municipales. Los de Badenas siempre han insistido en que quieren trabajar desde puestos donde puedan ser útiles para los valencianos, y el tono dialéctico se ha rebajado notablemente este miércoles, como se ha hecho patente en la rueda de prensa que ha ofrecido al término de la comisión de Hacienda. Las conversaciones entre ambos partidos se intensificarán en próximas fechas toda vez que los presupuestos se aprobarán en el pleno de noviembre, que se celebrará a mediados de mes.
Catalá, que ha mostrado su satisfacción por la aprobación de las ordenanzas fiscales, ha apuntado que habrá más reuniones «la semana que viene» para hablar de los presupuestos. «Nosotros aprobaremos la ordenanza, iremos al pleno del martes que viene y seguiremos sentándonos la semana que viene para enfocar los presupuestos del año que viene. Esto no puede parar», ha avisado la alcaldesa.
En este sentido, ha insistido en que las conversaciones son fluidas, en que hay «gestos de buena voluntad» y que la dinámica es «ir trabajando progresivamente, afianzando nuestra confianza mutua». «Es el mejor sistema», ha indicado. «Ayer -por el martes- alcanzamos un acuerdo sobre ordenanzas fiscales y vamos a seguir manteniendo conversaciones de cara a los presupuestos», ha dicho. «Hasta ahí», ha añadido elocuentemente.
Badenas, por su parte, ha tendido este miércoles «por cuarta vez» la mano a la alcaldesa para entrar en el gobierno. «Hemos quedado en seguir reuniéndonos con un poco más de intensidad», ha asegurado Badenas, que ha justificado su cambio de voto en la comisión de Hacienda no en la reunión del martes que contó con la presencia de Ignacio Gil-Lázaro («es un buen amigo mío, presidente provincial de Vox y le interesan mucho los asuntos de Valencia, ha dicho), sino en que hace dos días recibieron la documentación necesaria.
«Las ordenanzas suponen un sustancial ahorro impositivo para los ciudadanos de Valencia y en nuestro programa electoral municipal este aparecía como uno de sus puntos más importantes. Suponen una rebaja fiscal importante, no tanto como nos gustaría, pero sí suficientemente significativa», ha insistido Badenas que, eso sí, ha avanzado «alguna enmienda» en el pleno de la semana que viene. «En este punto estamos de acuerdo en rebajar los impuestos, lo que no quiere decir que no se puedan llegar a otros acuerdos», ha indicado Badenas.
Sobre la elaboración de los presupuestos, Badenas se ha mostrado favorable a participar en la elaboración de los mismos. «Nos gustaría, con esos presupuestos se va a decidir qué se puede hacer en la ciudad», ha dicho. «Hemos llegado a un acuerdo en un tema importante a los valencianos y lo que pueden percibir es que parece que ha bajado el tono, pero es lo mismo: siempre ha habido esa mano tendida para entrar en el equipo de gobierno. Mi posición siempre ha sido invariable», ha explicado.
Por su parte, la portavoz municipal del PSPV, Sandra Gómez, ha exigido transparencia a la alcaldesa. «Estamos asistiendo a un engaño público. Queremos saber a cambio de qué ha entregado la señora Catalá nuestra ciudad a la extema derecha», ha pedido Gómez. «Este recorte de 70 millones es un tremendo perjuicio para la ciudad: se van a recortar las obras de San Agustín, San Vicente y la avenida del Oeste», ha indicado.
Además, Gómez se ha preguntado «cuál es el siguiente 'tijeretazo'». «¿Qué derechos, qué inversiones, qué servicios públicos va a mermar a cambio del voto a favor de la extrema derecha?», ha insistido.
La portavoz adjunta de Compromís, Papi Robles, ha tildado a Catalá de «la nueva Robin Hood pero a la inversa». «Yo creo que se está evidenciando que las presiones que ha hecho Vox, y que seguirá haciendo Vox, son las que marcan la dirección de Catalá, en una deriva hacia la extrema derecha con la que se siente muy cómoda», ha indicado Robles.
«Se evidencia de la mano de una reforma fiscal con la que vienen a hacer como Robin Hood, pero a la inversa. Le hurta a la gente que más lo necesita para dárselo a la gente que menos falta le hace. Estamos hablando de que el 60% de la población no verá reducidos sus impuestos mucho más allá de 40 o 45 euros. En cambio, estamos hablando de perder más de 70 millones de euros que podrían servir para hacer posibles 200 nuevos jardines o 100 autobuses que se necesitan en esta ciudad», ha insistido.
«Si Vox vota a favor de las ordenanzas fiscales, en contra de todo lo que han ido diciendo, es que ya tienen en su manita lo que querían. Que es entrar y controlar la gestión de esta ciudad para hacer con sus amiguitos dentro de la alcaldía y del Ayuntamiento de Valencia todo lo que ellos quieren. Yo creo que ya hemos visto cómo Catalá ha gestionado de la mano de grandes multinacionales, que es lo que ella prioriza, y la gente que viene a visitarla, y ahora está encantada de abrirle sus puertas a la extrema derecha y al resto de sus amiguitos que históricamente ya le habían acompañado», ha apuntado la portavoz adjunta de Compromís.
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