PP y Vox firmarán este viernes su pacto de gobierno en Valencia

ACTUALIZA: Vox asumirá Familia, Albufera, Empleo y Tradiciones tras pactar con el PP en el Ayuntamiento de Valencia

La fumata blanca es inminente, en cuestión de horas se podrá ver. Está previsto que este mismo viernes la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, firme un acuerdo de gobierno con el grupo municipal Vox, al que la dirigente popular siempre ha citado como los socios «preferentes». Esta es la hoja de ruta que hay sobre la mesa, tras las últimas negociaciones entre los dirigentes de ambos partidos.

El mismo viernes, día de junta de gobierno, se hará efectivo el citado acuerdo, salvo cambio de guion de última hora, que lleva tiempo planeando en el Ayuntamiento de Valencia, siguiendo los pasos que ya dio el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que gobierna junto al partido de Abascal desde el inicio de la presente legislatura.

Precisamente esta decisión se formalizaría antes del martes, que es cuando está fijada la fecha del próximo pleno del Ayuntamiento de Valencia, que además se celebrará en la Diputación, por las obras que se inician en el Hemiciclo del Ayuntamiento.

Además, se baraja el nombramiento del portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Juan Manuel Badenas, como segundo teniente de alcalde, por detrás de la edil de Hacienda, María José Ferrer San Segundo.

Cabe recordar que como avanzó LAS PROVINCIAS el miércoles el PP y Vox estaban ultimando el acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento de Valencia. Un acuerdo de gobierno que se ha fijado que sea proporcional al resultado electoral, ya que en los comicios de mayo el PP sacó más del triple de concejales que Vox, en concreto 13 los populares y 4 la formación de Badenas.

Este acuerdo se produce después de que el miércoles ambos partidos votaran a favor de la bajada de impuestos que planteó el PP. Además, las reuniones se intensificarán en próximos días, ya que está pendiente la aprobación de los presupuestos que irán al pleno de noviembre, a mediados de mes.

El reparto no será igual que el del gobierno del Rialto, ya que la proporción de representantes en el pacto de izquierdas estaba más igualada.

Queda por ver cómo se hará ese reparto, si cada concejal de Vox ostentará una concejalía o si gestionarán empresas municipales. Los de Badenas siempre han insistido en que quieren trabajar desde puestos donde puedan ser útiles para los valencianos.

Cabe recordar que esta misma semana Catalá ya había insistido en que las conversaciones con Vox son fluidas, en que hay «gestos de buena voluntad» y que la dinámica es «ir trabajando progresivamente, afianzando nuestra confianza mutua».

Por su parte, tampoco hay que olvidar que Badenas, este miércoles ya dijo que había tendido «por cuarta vez» la mano a la alcaldesa para entrar en el gobierno. «Hemos quedado en seguir reuniéndonos con un poco más de intensidad», aseguró el miércoles e incluso justificó su cambio de voto en la comisión de Hacienda no en la reunión del martes que contó con la presencia de Ignacio Gil-Lázaro («es un buen amigo mío, presidente provincial de Vox y le interesan mucho los asuntos de Valencia, ha dicho), sino en que hace dos días recibieron la documentación necesaria.

Precisamente este acuerdo que se firmará en horas se produce después de que Vox haya apoyado medidas como las rebajas fiscales, pero también con sonados desencuentros en temas espinosos como el Valencia CF o tras el enfado de Badenas, después de un minuto de silencio celebrado en las puertas del Ayuntamiento, a cuentas del cambio de nombre de la ciudad. Los miembros de Vos exigieron que junto a la versión castellana se incluyera ya Valencia con el acento cerrado, como al final fue.

Cabe destacar que el portavoz de Compromís, Joan Ribó, ante el posible inminente acuerdo de PP y Vox, se ha manifestado este jueves de forma irónica y ha dicho que de momento llevaban una relación «medio escondida». Confesó que tal vez «las relaciones a escondidas tienen más morbo», eso sí, matizó que estaba siendo una relación vigilada de cerca por el 'padre', el jefe de Vox (en referencia a Gil-Lázaro)«.

Y de hecho ya había vaticinado esta mañana que esa «relación escondida, algún día se legalizará y pasará por el altar. No puede ser de otra manera más que pasen por el altar», ha bromeado Ribó.

Ribó, además, ha realizado la siguiente afirmación: «Treinta y dos años después en esta ciudad vamos a tener otro 'pacto del pollo' -ha apuntado en alusión al acuerdo de gobierno cerrado entre el PP y Unión Valenciana tras las elecciones a las Corts Valencianas de 1995-, pero ahora con un pollo puesto en la bandera de manos de Vox».

A la pregunta de si considera mejor con pactos puntuales o entrando en el gobierno, el exalcalde ha respondido: «La verdad, no sé si ganaremos o no. No veo mucha diferencia entre la relación actual y el posible gobierno».

Ha añadido que igual «algún día Vox por una cuestión específica monta un número para que nos escandalicemos un poco y luego nos quedamos en lo mismo».

Ha opinado que actualmente «estamos en una relación muy parecida con la relación de otros municipios o comunidades autónomas que están gobernadas por PP y Vox».

Ribó ha explicado que, de momento, «lo que está claro es que el PP está siguiendo los pasos de Vox no sé si por el hecho de que Catalá tiene pensamientos tan cercanos a Vox que se confunde, o porque está haciendo concesiones».

En cuanto al reparto de carteras, no ha transcendido si entregarán concejalías a Vox o si se les dará la presidencia de empresas municipales. A la pregunta de si se les dará Seguridad Ciudadana y Servicios Sociales, carteras que al parecer interesaban a Vox, Ribó, que no conocía este jueves que el pacto se iba a firmar previsiblemente el viernes, ha respondido diciendo: «Es pronto para saberlo, pero normalmente en estos temas no se suelen ceder áreas sensibles».

Acto seguido ha concluido Ribó con la frase de que con «relaciones de este tipo nunca se sabe hasta dónde llegará la 'pasión'».

Por su parte, la portavoz socialista, Sandra Gómez, ha exigido a María José Catalá que explique qué le va a costar a los valencianos y valencianas su pacto con Vox «que tanto se ha esmerado en ocultar».

Asegura que quieren saber «los pormenores y la letra pequeña de este nuevo pacto de la vergüenza que Catalá ha rubricado en Valencia. Debe explicar claramente a cambio de qué ha vendido el ayuntamiento de la tercera ciudad de España al grupo ultra que niega la violencia de género y el cambio climático».

Ha añadido que ya lo advirtieron ayer, «que el pacto estaba hecho y que la señora Catalá pretendía engañar a la ciudad. Finalmente, ha tenido que pegar 'cabotà' y admitir públicamente que ha llegado a un acuerdo con Vox para meterlos dentro del gobierno».

Gómez ha opinado que Catalá «está demostrando con cada paso que da que es la alcaldesa del engaño y de la falta de transparencia. Ha certificado que no tiene proyecto propio para la ciudad y, lo que es peor, que no siente Valencia. Por eso no le duele entregar la ciudad a la ultraderecha».

La líder de los socialistas en la ciudad ha criticado que Catalá, además, «parece que se encuentra mucho más cómoda alejada del centro, volcada hacia la extrema derecha. Se está distanciando del centro para radicalizarse como alcaldesa y alejarse de la mayoría. Es una decisión que va en dirección contraria a la que están adoptando el resto de partidos conservadores europeos, que están poniendo líneas rojas a los partidos de ultraderecha como Vox».

Y ha concluido que en el «Partido Socialista teníamos tendida la mano para llegar a acuerdos puntuales, que podíamos pactar algunas cuestiones que fueran buenas para la ciudad y que, por lo tanto, se podía gestionar un gobierno en minoría, llegando a acuerdos con otras fuerzas políticas. Eso sí, practicando el diálogo, el consenso y la voluntad de pacto».

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