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Lola SOriano
Valencia
Lunes, 26 de abril 2021, 15:52
La línea L-10 del metro que unirá la calle Alicante y la zona de la Gran Vía Germanías con Nazaret se pondrá en marcha en los primeros meses de 2022 y las obras estarán terminadas a final de este año. Precisamente ahora es cuando se han empezado a instalar y a ensamblar los raíles en el tramo subterráneo de la estación de Alicante, una tarea que esta mañana ha comprobado el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España.
Estos trabajos de poner las vías continuará a la altura de Ruzafa y de Amado Granell, donde la línea saldrá a superficie. En total está previsto instalar 8.000 metros de carril a lo largo de dos kilómetros de vía doble, divido en 444 piezas de 18 metros, que tiene un peso total de más de 480 toneladas. Los trabajos previstos comprenden la instalación de la totalidad de la doble vía y aparatos.
El conseller Arcadi España ha destacado durante su visita, junto a la directora gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Anaïs Menguzzato, que «con estos trabajos se da un paso más para que el conjunto de actuaciones previstas a lo largo de la Línea 10 estén finalizadas entre finales de este año y principios de 2022, con el objetivo de comenzar a prestar servicio en los primeros meses del año próximo». De hecho, ha explicado que la empresa trabaja los los seis días de la semana, y también en horario de noche, para poder llegar a los plazos previstos. Todo el tramo subterráneo supone una inversión de 25 millones de euros.
Además, como parte del proyecto de acondicionamiento del tramo subterráneo, se incluye la ejecución de drenajes y canalizaciones laterales para instalaciones; y los trabajos de arquitectura de las tres estaciones que afectan a acabados, pavimentos, revestimientos verticales, mobiliario, escaleras mecánicas y ascensores.
España ha anunciado que va a comenzar las obras de creación de un túnel para viandantes, llamado también cañón peatonal, para unir esta estación de Alicante con la de Bailén, de manera que los usuarios puedan hacer transbordos sin salir a la superficie. Según el conseller, «las obras de este nuevo punto de conectividad comenzarán este verano para mejorar las condiciones de seguridad y facilidad. Y se abrirá al mismo tiempo que se inaugure la L-10».
La conexión hasta Bailén, para poder enlazar con la Línea 7 de Metrovalencia, se realizará aprovechando el actual paso peatonal en desuso existente en el túnel de la Gran Vía de las Germanías, incorporando un punto de enlace de unos 25 metros.
En el caso de un segundo cañón peatonal que se hará para conectar la estación de Alicante con la de Xàtiva y que permitirá el transbordo con las líneas 3, 5 y 9, el conseller ha indicado que «vamos a pedir en el próximo pleno del Consell la autorización para iniciar la licitación, porque es una actuación más compleja. El presupuesto será de 23,5 millones de euros y el tramo del este túnel peatonal es de unos 260 metros.
Sobre la ampliación de la L-10 hasta la fachada marítima, España ha recordado que «la Autoridad Portuaria de Valencia se ha comprometido a financiar parte de esta prolongación, que propiciará una mejor integración de las instalaciones del puerto con el tejido urbano y social«. Ha explicado que precisamente en unas semanas se reunirá con ellos para cerrar detalles «y espero que la participación de la Autoridad Portuaria sea importante para poder financiar la infraestructura».
Por otro lado, en Nazaret avanzan las obras de construcción del depósito o taller provisional ubicado en una parcela municipal, junto al Cami del Canal. Se trata de un taller provisional que contará con el equipamiento mínimo necesario para el mantenimiento ordinario de los vehículos. El edificio cuenta con una estructura de hormigón prefabricado con cerramientos y cubierta para la ubicación de vías y fosos.
Estas instalaciones permitirán acoger los tranvías en circulación y realizar labores de mantenimiento mínimas hasta que se conecte esta línea con la actual red tranviaria.
En cuanto a la ampliación de la línea L-10 hacia el Mercado Central, ha explicado que no descartan nada, pero es evidentemente una zona muy sensible (por los restos arqueológicos que se puedan encontrar) y ha añadido que «se haría siempre de la mano de los técnicos del Ayuntamiento de Valencia».
En cuanto a la polémica ampliación del puerto de Valencia, el conseller ha comentado que «yo soy partidario de que las cosas se hagan bien, cumpliendo todos los estándares y la ley ambiental. No es cuestión opinable sobre si la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) está o no caducada, porque son criterios técnicos los que dicen si sí lo está o no, pero queremos que el puerto cumpla escrupulosamente con toda la normativa ambiental para hacer esta o cualquier actuación.
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