![La Senyera, en su salida desde el Ayuntamiento de Valencia.](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202110/08/media/cortadas/arlandis-procesion%20(17)-U301686726190QD-Rtq3ZirO1MWuNP1X9htRiSK-1248x770@Las%20Provincias-LasProvincias.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
El 9 d'Octubre, día de la concordia y de la vuelta de la Senyera al reencuentro de los valencianos, se convirtió de nuevo en una jornada festiva. Bajo un intenso calor, que dejó en nada la amenaza de lluvia pese a que el 'Senyeramóvil' estaba preparado en el Consistorio, la concejala de Deportes, Pilar Bernabé, portó la bandera, de unos 3,5 metros de altura y 18 kilos de peso, por las calles de la ciudad. Sobre sus hombros llevaba no sólo la responsabilidad de que la Senyera, como manda la tradición, no se inclinara ante nada ni ante nadie, sino también de marcar el ritmo de un reencuentro afeado, otra vez, por los insultos en algunos tramos a las autoridades políticas, sobre todo al alcalde de Valencia, Joan Ribó, y al presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
La enseña se encontró con el pueblo a las 12 horas, cuando salía al balcón y la multitud congregada en la plaza del Ayuntamiento (pero, eso sí, lejos del propio Consistorio, lo que acarreó más críticas) prorrumpía en aplausos y vivas. Había ganas, vaya si las había. Tras 730 días, la Senyera volvía a salir de casa para volver a 'su' casa, las calles de la ciudad, donde los valencianos le rindieron homenaje con sonorísimas ovaciones. La devoción que sienten los vecinos de la ciudad por el símbolo sólo se puede comparar con la que los creyentes profesan por la Mare de Déu.
Noticias del 9 d'Octubre
Tras la interpretación del himno regional y del himno nacional, este abreviado, Bernabé echó a andar. Hubo que ayudarle a colocarse bien la bandera y el arnés en dos ocasiones. Pero una vez le cogió el tranquillo, la edil pasó el examen con nota, como reconocían incluso desde la oposición. «Lo ha hecho perfecto», decía una concejala popular. En este tipo de ceremonias, la trastienda política evidencia que no se llevan tan mal como parece, sobre todo entre determinados partidos.
Así, flanqueada por Glòria Tello (Compromís), Santi Ballester (PP), Amparo Picó (Cs) y Vicente Montáñez (Vox), primeros portadores de las borlas y la cola de la Senyera, la bandera comenzó su recorrido, que discurrió por Barcas, Parterre, Colón y Roger de Lauria para evitar las obras de la plaza de la Reina. Y casi a la vez, empezaron los insultos, esa indeseable banda sonora que afea una marcha cívica que en algunos tramos se hizo casi irrespirable. Ayer, aunque la distancia entre los valencianos y la Senyera era considerable, en algunos tramos como en la calle Barcas lo que separaba a quienes insultaban del objeto de sus improperios eran unos pocos centímetros, ocupados, en este caso, por casi una decena de agentes de Policía Nacional que flanqueaban la zona de autoridades, justo detrás de la Senyera. Aunque no se vivieron escenas tensas, hubo incluso concejales que calmaban a sus compañeros. «No vale la pena», decían, mientras eran objeto de insultos como «traidores» por parte de personas ataviadas con ropa adornada con distintas banderas.
Noticia Relacionada
Con todo, la marcha discurrió con tranquilidad. A la llegada a la plaza Alfonso el Magnánimo volvió a vivirse otro momento de tensión, en este caso cuando un grupo de personas que querían acceder a la plaza por la calle del Olivo se encontraron con la firme negativa de los agentes de la Policía Nacional. A los gritos de «volem passar, volem passar» respondieron los efectivos con la llegada de una decena de agentes más. Tras unos momentos de enfado, todo se calmó. A escasos metros, eso sí, el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, se reunía de forma improvisada con la delegada del Gobierno de la Comunitat Valenciana, Gloria Calero. El edil estuvo colgado del teléfono parte de la interpretación de los himnos tras las ofrendas a Jaume I, aunque más tarde explicó a LAS PROVINCIAS que no había habido ningún problema de seguridad. «Por eso era la reunión, para evitarlos», dijo.
En cualquier caso, fue en el Parterre donde se vivieron los momentos más tensos. Las aguas bajaban más tranquilas ya en la calle Colón, con muchos menos valencianos siguiendo el recorrido. Y también más espacio para la procesión en sí, lo que permitió esponjar al público y, por tanto, el ambiente se volvió más respirable al reducirse la presión sobre la comitiva política. Antes de la Senyera marchaba el comisario jefe de la Policía Local de Valencia, José Vicente Herrera, que además de saludar a los vecinos que lanzaban vivas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se encargaba de que la marcha fuera al ritmo correcto e incluso hablaba con los agentes repartidos por la calle para ajustar detalles del operativo.
A la entrada de la calle Roger de Lauria, pasaron dos cosas. La primera es que ahí esperaban simpatizantes de Compromís, que dieron un respiro al primer edil con cánticos de apoyo, aplausos y piropos. La segunda fue que la comitiva se detuvo. Hay diferentes versiones de este parón. Desde el PSPV insisten en que fue una parada prevista para cambiar los portadores de las borlas, pero lo cierto es que como confirmó la misma Bernabé en este tramo se levantó viento y fue donde más problemas tuvo para mantener la Senyera erguida. Aunque en ningún momento estuvo cerca de caer, lo cierto es que hubo que recolocarle el arnés. El problema de la bandera no es el peso, sino el desequilibrio que provoca la altura de la misma en el caso de que venga una racha fuerte de viento, como ocurrió en ese punto. Eso sí, también se aprovechó para cambiar los portadores en el último tramo: hubo hasta tres cambios, como es tradicional.
La procesión tardó apenas 102 minutos en recorrer el centro de la ciudad. Una marcha rápida y sin incidentes en la que había un centenar de participantes menos que en 2019. Ayer eran 340 los integrantes de la comitiva, cuando hace dos años fueron poco más de 400, según datos facilitados por la Alcaldía. Ribó invitó a celebrar la fiesta «con alegría y responsabilidad» en una celebración que, cree, «señala con claridad la nueva normalidad una vez pensamos que la pandemia está superada». No obstante, dijo, «pese a que estamos en una situación de práctica normalidad no hemos de olvidar que la pandemia aún continúa y hemos de tener todas las precauciones que pide Sanidad». El alcalde instó también a «continuar reivindicando una financiación adecuada, infraestructuras ferroviarias potentes como se merece la ciudad y la necesidad de organizar el área metropolitana».
Otras noticias del 9 d'Octubre
En parecidos términos se expresó el presidente Puig destacó que ayer se empezó a ver «el horizonte de normalización» tras el «sacrificio y la responsabilidad» de la sociedad valenciana durante el periodo de pandemia. «Gracias a los valencianos y a la vacunación hemos llegado a donde estamos ahora, que es en un paso adelante hacia la normalización y reactivación económica y social», indicó. A la procesión acudió, además de toda la corporación municipal, el Consell al pleno (la vicepresidenta, Mónica Oltra, fue una de las más insultadas), salvo el conseller de Educación, Vicent Marzà; representantes de todos los partidos políticos en las Corts y de varias entidades sociales y cívicas de la Comunitat Valenciana.
Puedes consultar todo el programa de actos en Valencia por el 9 d'Octubre, así como el qué hacer en Valencia durante el puente de octubre. Hay montado un mercado medieval en Valencia durante todo el puente, aunque Aemet ha pronosticado lluvias durante este fin de semana en Valencia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.