El PSPV de Valencia demandará al gobierno de Catalá por cercernar su participación en las comisiones

Incluso Gómez ha afirmado que tenemos «la certeza de que nos van a dar la razón y servirá para dejar patente que la alcaldesa que está al frente de esta ciudad gobierna en el Ayuntamiento como si fuera su propio cortijo».

Esta comparecencia se ha producido, además, para informar que el Síndic de Greuges se ha vuelto a pronunciar sobre la queja que ya formuló el PSPV sobre este asunto de las comisiones, tras recibir las alegaciones del Ayuntamiento de Valencia, y «el Síndic le da un varapalo a Catalá», ha añadido Sandra Gómez.

Y es que, a pesar de que el Síndic realizó unas recomendaciones al Ayuntamiento de Valencia para no limitar la acción de la oposición en las comisiones y también para no se restringiera el número de preguntas, esto último realizado ya en el mandato de Ribó, las medidas no han sido tenidas en cuenta Consistorio.

En el informe del Síndic, con fecha del 28 de febrero, se afirma que han podido comprobar que el conjunto «de las decisiones adoptadas por el Ayuntamiento de Valencia en los últimos años (limitación del número de preguntas dirigidas a las comisiones y al pleno» -algo que se hizo durante el gobierno de Ribó- «y la reducción del número de comisiones y de las personas que la componen» -una acción que se ha aplicado con el gobierno actual- «determinan de forma inequívoca la reducción de las posibilidades de actuación de los concejales de la oposición».

Además, tal como ha remarcado Gómez, «el Síndic ha tenido palabras muy duras con el gobierno de Catalá» ya que, tal como consta en el informe, se señala que llegados «a este punto, se hace evidente que desde el Ayuntamiento de Valencia no se han realizado las actuaciones necesarias para atender las recomendaciones del Síndic».

Incluso desde esta institución añaden que este «comportamiento ha impedido alcanzar de manera efectiva la satisfacción de los derechos reclamados por la persona promotora de la queja».

En este mismo informe del Síndic, se añade que las «trabas están sobradamente acreditadas con las quejas planteadas ante esta institución por la persona que actualmente ostenta la Alcaldía del Ayuntamiento de Valencia y en su momento era concejal de la oposición».

Y, en referencia a las alegaciones presentadas por el actual Ayuntamiento, el Síndic añade: «No se explican las razones que justifican una reducción del número de comisiones respecto a las existentes en la legislatura anterior». Y opina que ese2control político es más reducido si se recortan el número de comisiones y, además, se limitan el número de preguntas a realizar«.

El Síndic en el escrito aclara que las consideraciones «nunca van dirigidas a equipos de gobierno sino al Ayuntamiento de Valencia como institución pública que actúa con personalidad jurídica única»-

Y recuerda que el «actual equipo de gobierno denunciaba ante esta institución, en la anterior legislatura, las dificultades que tenían para ejercer sus funciones como cargos electos cuando estaban en la oposición debido a la limitación del número de preguntas».

El Síndic reconoce que no comparte las alegaciones ofrecidas desde el Ayuntamiento de Valencia y, además, anuncia que va a «hacer públicas las recomendaciones y sugerencias emitidas y su incumplimiento por no haber hecho las actuaciones necesarias para atenderlas».

Por eso concluye que de esta forma «toda la ciudadanía, incluidos los miembros del parlamento valenciano, podrán conocer la desatención de las actuaciones propuestas por el Síndic en este procedimiento».

Tras recibir este escrito del Síndic, Gómez insiste en que el Síndic «ha sido duro, deja bien claro que están limitando la labor de oposición y, como Catalá no ha hecho caso de las recomendaciones, quiere que conste esta desobediencia de Catalá».

La portavoz del PSPV asegura que tenemos «una Catalá casi rebelde del cumplimiento de la ley y de las normativas y cuando estuvo en la oposición planteó dos quejas al Síndic y ahora es ella la que se niega a cumplir».

Por su parte, el concejal Borja Sanjuán ha afirmado que con esta actitud, «Catalá arrastrará al Ayuntamiento al ridículo por miedo a que podamos acceder a los expedientes y a hacerles preguntas».