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La rehabilitación de la Casa del Relojero y la construcción de un edificio anexo han desvelado la presencia de la huella de un ... puente que nunca llegó a realizarse entre la finca y la catedral, sobre la calle Micalet.
La vicealcaldesa Sandra Gómez realizó este miércoles una visita de obras, que se han beneficiado de una segunda prórroga ya aprobada. La empresa debe entregarla acabada el próximo 16 de enero, cuando debía estar el pasado junio.
Los problemas de suministros por la crisis logística, las lluvias de la pasada primavera, las Fallas celebrada en septiembre o la guerra en Ucrania han sido argumentos utilizados para explicar la demora. Ahora, ya se empieza a vislumbrar el resultado de la intervención.
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El puente en cuestión es coetáneo con la Casa del Relojero, de finales del siglo XVIII, y seguramente no se realizó por el desacuerdo de los propietarios de la finca colindante en la calle Micalet, indicaron desde la dirección de las obras. Ejemplos similares hay en la calle Barchilla o en el pasaje que separa la Catedral de la Basílica de la Virgen.
La retirada del andamio ya se ha iniciado una vez finalizada la primera fase de su rehabilitación estructural y de las fachadas. Continúan avanzando, además, las obras del nuevo edificio anexo situado en un solar que lleva décadas en desuso y que pasará a ser un nuevo espacio dotacional
La concejala de Desarrollo Urbano apuntó la opción de que se dedique a un centro de información turística y cultural. Dado que todavía no se ha aprobado, las obras dejará el interior sin equipamiento, a falta de las obras de adecuación. El motivo de construir el puente-pasadizo era la presencia en un muro de la Catedral, junto al Micalet, de un reloj ya desaparecido que debía ser trasladado a esta estructura.
«La Casa del Relojero es un edificio emblemático muy visible junto al Micalet y la entrada de la Catedral, situado en uno de los espacios más transitados de la ciudad», declaró Gómez sobre un edificio declarado Bien de Interés Cultural por la presencia de un escudo de Valencia que cuenta con esa protección patrimonial. Ese es el motivo, dijo, de que se edificara sobre lo que durante años fue un solar, descartando así una plaza. «La normativa obliga a recuperar la trama del callejero», indicó.
El conjunto está delimitado por las calles Bordadores, Cobertizo de Bordadores, Subida del Toledano y Micalet. El edificio respetará las alineaciones históricas perdidas de esta parcela de 275 metros cuadrados.
La vicealcaldesa subrayó que se trata de una «actuación muy esperada de nuestro casco histórico, ya que está en uno de los enclaves patrimoniales más importantes de nuestra ciudad, entre la plaza de la Reina y la plaza de la Virgen». Se han encontrado rótulos de la primera tienda.
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