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Bomberos retiran una rama caída sobre un coche en la calle J. J. Dómine de Valencia. JESÚS SIGNES

Las quejas van por barrios en Valencia

Protestas. Deficiencias en jardinería y problemas de seguridad, lo que más critican los distritos. Ciudadanos exige «más gestión» al Consistorio

Álex Serrano

Valencia

Domingo, 22 de enero 2023, 20:35

De natural contestataria, Valencia es una ciudad que se queja por todo. Los 'Salvem' evidencian que los vecinos de la ciudad son protestones, y menos mal, porque gracias a ellos se consiguió proteger el río, el Saler o el Cabanyal. También son quienes, como ese ... esclavo que le recordaba al César que era humano, insisten en exigirle al Ayuntamiento que mantenga en buen estado los jardines, o las calles, o que evite la inseguridad, o que arregle el firme en mal estado.

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Cada barrio tiene su protesta predilecta, como indica un informe facilitado por Ciudadanos en el que aparecen las más de 12.000 quejas que figuran en los informes de quejas y sugerencias que emite mensualmente el Ayuntamiento de Valencia. Los datos, hasta noviembre, reflejan que la mayoría de los barrios protestan por deficiencias en jardines, limpieza o inseguridad, pero sorprende (o no) que algunos como Carpesa (donde las quejas al respecto se han multiplicado por siete con respecto al año anterior), Benimàmet, Font de Sant Lluís o Monteolivete se quejen de los baches, que en Mauella clamen por problemas derivados del suministro de agua, que Massarrojos critique el estado del alcantarillado o que Cases de Bárcena exija solucionar problemas relacionados con bolardos. En las pedanías del sur como Pinedo o Perellonet las quejas más repetidas tienen que ver con el estado de las playas, claro, mientras que en la Creu del Grau protestan por el aumento de contaminación acústica. Se trata de la zona delimitada por grandes avenidas como la del Puerto, la de Baleares o de la Francia, así como por la calle Ibiza, todas vías que asumen mucho tráfico que podría estar relacionado con estas quejas que presentan los vecinos.

Comprobar en qué barrios es la seguridad el principal problema permite trazar un mapa de la inseguridad en la ciudad. Hablamos de Benimaclet, Ciutat Jardí o Ciutat Universitaria, donde suele haber botellón y determinados problemas de seguridad vinculados al consumo de alcohol, pero también El Carmen, la Fuensanta, Mestalla, Nou Moles, Ruzafa o, por supuesto, Orriols, donde el Consistorio ha tenido que poner en marcha un plan especial que entrará en funcionamiento en próximas semanas para atajar la inseguridad. Curiosamente, en este barrio las quejas por inseguridad, pese a ser mayoritarias, han caído un 44% en apenas un año al pasar de 27 a 15.

Curioso también que Botánico proteste por el estado de los jardines, cuando prácticamente la única zona verde de que dispone el barrio es, precisamente, el Jardín Botánico, aunque las protestas podrían tener más que ver con el estado del río. Barrios como gran vía, que cuenta con el bulevar central de las avenidas homónimas, o La Petxina, a orillas del jardín del Turia, también cargan contra la jardinería.

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Los barrios que se consideran olvidados por los servicios municipales de limpieza son Pla del Remei, Tormos, Tres Forques, Creu Coberta, el Cabanyal, el Grau, Nazaret, Torrefiel, Sant Llorenç, Beniferri, Castellar y La Torre. Salvo Pla del Remei, se trata de barrios situados en la periferia de la ciudad y algunos hasta de pedanías, donde los vecinos dicen que es complicado ver a operarios municipales del servicio de limpieza.

«Enrocados en la negación»

El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, esgrime estos datos para insistir en que evidencian lo que llevan tiempo avisando: «La poda, la seguridad y la limpieza son las tres grandes carencias de Ribó». «Este gobierno se ha enrocado en el negacionismo más absoluto con los tres principales problemas de los barrios de la ciudad, pero los vecinos no están dispuestos a dejar correr la cuestión, y nosotros tampoco», señala Giner, que cree que no es «ninguna casualidad» que las quejas por falta de seguridad se concentren principalmente en los barrios del centro de la ciudad, mientras que la falta de poda se desplaza hacia las grandes vías y los barrios del segundo anillo. «La falta de seguridad en la ciudad de Valencia es una verdad constatada. Los vecinos de algunos barrios como Orriols y la Malvarrosa no hacen más que trasladar sus quejas, sin que el gobierno haga nada al respecto», señala Giner. «Pero es que ahora tenemos la nueva moda de las peleas multitudinarias entre bandas de jóvenes en pleno centro, y las gestiones por parte de este Ayuntamiento también han sido nulas. No es ninguna casualidad que los delitos que más han crecido en la ciudad de Valencia sean los que se cometen al aire libre. Esto es, hurtos, robos con violencia y, por supuesto, reyertas. Problemas que se concentran principalmente en el centro y zonas turísticas, y que los vecinos están cansados de denunciar. ¿Cuándo piensa el gobierno dotar a la Policía Local de los recursos necesarios para hacer frente al problema?», reivindica.

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Sobre la limpieza, Giner asegura que vaya donde vaya siempre le hablan del tema. «Valencia está más sucia que nunca. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que esta ciudad lleva dos años funcionando con un contrato caducado porque el gobierno no ha sido capaz de tramitar la licitación del nuevo en tiempo y forma. Comprendemos que la tramitación de un contrato tan grande tiene sus problemas. Lo que no entendemos es que eso no lo pudieran predecir las personas que con gobiernan para empezar a tramitarlo lo antes posible y poder tenerlo en el momento oportuno», denuncia. «Nuevamente, una flagrante falta de previsión», dice Giner.

Sobre la poda, Giner critica que, de nuevo, se lo dicen en todos los barrios. «Más de 1.500 quejas se presentaron en Valencia por este tema: setos completamente descuidados en las zonas ajardinadas, árboles que ya tienen las ramas a la altura de la cara de la gente, alcorques vacíos, caídas de ramas por todas partes…», enumera Giner. «Por no hablar de las ramas que se cuelan en las casas y que son el sinvivir de decenas de vecinos, que tienen miedo a que se les metan plagas o incluso ladrones en casa. ¿Es que acaso hay derecho a vivir así?», indica. Giner recuerda que el nuevo contrato se adjudicó con más de un año de retraso, y que en tan solo unos meses ya ha empezado a dar problemas, con la amenaza de huelga por parte de algunos trabajadores por no cumplir el convenio. El Ayuntamiento asegura que va a hacer todo lo posible por que no haya paros y se respete, a la vez, los derechos de los trabajadores de la contrata que ha resultado adjudicataria de los lotes municipales.

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«En definitiva, lo que podemos extraer de este año 2022 es que el gobierno solo vende humo y que, a la hora de la verdad, los vecinos siguen sin estar satisfechos con gestiones tan básicas como la limpieza, la poda y la seguridad, las tres grandes obligaciones de la administración más cercana al ciudadano. Gestión, gestión y gestión, para eso sirve un Ayuntamiento. El resto, no es más que política», asegura Giner.

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