Los requisitos a los patinetes se endurecerán en Valencia para reducir los accidentes

Acudieron a la cita en la sede de LAS PROVINCIAS el propio Carbonell, así como la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, el vicepresidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas, Manuel Cáceres, José Luis Gisbert, de Valencia Camina, el presidente de Auditorías e Inspecciones de Seguridad Vial, Andrés Romera, y el arquitecto Julio Gómez-Perretta.

La primera cuestión sobre la mesa fue recabar opiniones acerca de la razón de que la movilidad haya sido tan conflictiva los últimos años en Valencia. Para el concejal Carbonell, uno de los motivos se debe a la «introducción de nuevos modos de movilidad. El PMUS ni siquiera mencionaba la existencia del patinete y ahora tenemos ese tipo de vehículo, que por ya si mismo genera cierto conflicto».

De ahí que el gobierno municipal se haya marcado una serie de objetivos, iniciativas que también salieron en la mesa redonda. Romeva habló de la necesidad de una identificación de los patinetes eléctricos con placas (mayores de las que impulsa la Dirección General de Tráfico), así como que los usuarios lleven de manera obligatoria casco y chaleco reflectante, amén de un seguro de responsabilidad civil.

Carbonell se mostró de acuerdo con estas apreciaciones. «En la identificación, hay que regular ese modo de transporte que ha estado desregulado. La administración pública va por detrás de la realidad y hay que anticiparse». De la misma manera habló de la obligación del casco y del seguro, algo que ahora la ordenanza menciona como una recomendación al usuario.

¿Plazos? Carbonell no precisó. Cierto es que acaba de aterrizar. «Llevo cinco días sólo pero ya he comprobado que los funcionarios son muy buenos porque pido informes y enseguida los entregan». Los primeros que ha pedido, por cierto, van en la línea de la revisión de los carriles bici.

También salió a colación la conveniencia o no de permitir la circulación de bicicletas y patinetes eléctricos en las calles y plazas peatonales, junto a los jardines. «No tengo una idea definida pero lo vamos a analizar, ver estudios de Movilidad y de Policía Local sobre las zonas peatonales». Hasta ahora, apuntó, se ha producido «cierta descoordinación entre Movilidad y Policía Local a la hora de tomar decisiones. El problema es que había responsables diferentes. Uno de nuestros objetivos es la seguridad, y también el peatón», en relación esto último a las quejas por el riesgo de atropello en las calles peatonales, máxime por el auge del turismo.

«Estos ochos años ha habido falta de diálogo, hay que escuchar más. Es bueno que la gente participe y hay que aprovechar eso, esas sinergias. Habrá que llegar a decisiones que no contenten a todos por lo que hay que ser moderados. Y la prudencia debe marcarlo todo», pronosticó.

Gómez-Perretta se mostró más tajante a la hora de explicar los problemas de movilidad en Valencia. «Corresponde a una ideología, el desconocimiento de la movilidad, que también es del área metropolitana. Entran en Valencia 600.000 vehículos cada día y lo que se pretendía es lo que se ha conseguido. Con los conceptos 2030 y ciudad de 15 minutos, se quiere centralizar a la población en pequeños recintos, se pretende inmovilizar con un caos disuasorio, que no se produzca una interconexión entre Valencia y el área metropolitana. La gente se mueve lo menos posible o se ve lanzada hacia el área metropolitana». Finalizó diciendo que en suma ha habido una «voluntad ideológica de transformar la vida de los ciudadanos, no de resolver la movilidad; esto supone que moverse en cierta manera es reaccionario con esos postulados de crecimiento cero».

El vicepresidente de la la asociación de autoescuelas comentó que para «moverte tienes que regular, conocer las normas y educar, pero no hay políticas comprometidas con la educación vial. Hay que enseñar mucho más los perfiles de riesgo con más consecuencias en los accidentes, como móvil, drogas, velocidad». Cáceres consideró por último que falta «faltan estudios de movilidad y no están en la agenda».

La presidenta vecinal, María José Broseta, destacó que debe contarse con el área metropolitana. «Abogamos porque no se utilice el vehículo privado pero no se dan alternativas. Cercanías está fatal, se carece de muchas líneas de metro y la EMT llega sólo a los límites de la ciudad y no tiene la frecuencia necesaria». La dirigente vecinal añadió que faltan aparcamientos disuasorios con una conexión «increíble con otros modos de transporte como la bicicleta, por ejemplo». En su opinión, la movilidad «no podemos centrarla sólo en los vehículos, nos confundimos, hay otra serie de movilidad que son los viandantes, ¿Qué pasa con el peatón? Siempre lo ponemos en primera línea pero luego es el último de la fila, con obstáculos de todo tipo», finalizó.

José Luis Gisbert recordó que el Plan de Movilidad de Valencia «prevé itinerarios peatonales pero el peatón es el más olvidado en todos los planes. Si alguien intenta recorrer la ciudad hay dificultades de todo tipo como la señalética; los pasos de peatones no son para la carga y descarga como ocurre ahora en muchos barrios. Espero todavía ver una actuación de la Policía Local».

Los servicios de última milla que se empiezan a extender como servicios a negocios y particulares, restaurantes, necesitan «más zonas de carga para no invadir la acera que es como el comodín, que sirve para todo». Consideró que si la calle peatonal no forma parte de una red, se utiliza para todo menos para los viandantes«.

En cuanto a la bicicleta, subrayó que su implantación «le hacía falta a Valencia, pero se podían haber hecho bien. Estoy pensando en cruces donde el peatón no sabe ni por dónde pasar. Donde debe pararse para hacerse una composición de lugar y después decidir cómo seguir para no ser atropellado», dijo.

Andrés Romera recordó que la Ley de Movilidad está parada en el Congreso por la convocatoria de las elecciones generales y será cuando se apruebe la primera de España. «En lugar de hacer una ley para toda España, lo que hemos hecho hasta ahora es que cada Ayuntamiento hace su plan. El primero fue el de Barcelona y fue un éxito porque se contó con todos los implicados. Se sacó adelante un plan que funcionó», citó como ejemplo en el futuro para Valencia.

El experto consideró que en los planes «no olvidamos de la gente más vulnerable, en Valencia no hay itinerarios seguros para ellos. Ahora es el momento oportuno de hacer las cosas bien y que tenga continuidad, que el político de turno no arrase con lo que ha hecho el anterior».

Destacó que el ideal es fomentar el peatón y la bici pero «no de forma caótica, en el mismo espacio sin diferenciar unos de otros», para abogar por potentes intercambiadores de transporte público para el área metropolitana«

Cáceres lanzó una pregunta al aire: «¿El que va en bici conoce la norma establecida?», a lo que Romera respondió que le preocupa más los vehículos de movilidad personal. «Eso ha sido otro caos, hemos dejado en manos de los Ayuntamientos que pelearan con este problema y la DGT mirando los toros desde arriba y legislando cuando pasaban las cosas, sin adelantarse».

El vicepresidente de las autoescuelas abundó en el riesgo de los patinetes eléctricos para una persona sin formación. «Falta educación vial y más medidas de protección; el casco es fundamental, a 25 kilómetros por hora un golpe puede ser tremendo, mortal. El año pasado, los casos más numerosos que entraron en los hospitales fueron por golpe craneoencefálicos debido a patinetes, el casco es fundamental».

«Chaleco para identificar de día y de noche. Y a la persona que cometa las infracciones habrá que sancionarlo como a cualquier otro conductor», destacó Romeva, por lo que dijo que un código de barras y 6 centímetros de lado en la placa para meter la identificación «no es suficiente, hay que meter una placa grande para tirar una foto. Y que tenga un seguro, claro. Las compañías ya están avanzando en eso».

En el ámbito metropolitano, Gómez Perretta aseguró que el plan promovido por la Generalitat es «una declaración de intenciones; nosotros hicimos un estudio del área metropolitana con la Politècnica y un montón de arquitectos que ofrecimos hace años a las administraciones. Hay falta de frecuencia, necesidad de billetes coordinados o aparcamientos para intermodalidad. Hemos hecho el rediseño de las líneas metropolitanas para generar intercambiadores entre autobús urbano y metropolitano».

Gisbert se mostró en parte de acuerdo: «Incluye propuestas que no están financiadas pero hay algunas interesantes». Eso sí, criticó los trazados del tranvía en Valencia, que «parece que se han hecho para fastidiar, en lugar de atajar». Y en términos de la seguridad para los peatones, comentó que Blasco Ibáñez es uno de los puntos negros. «El 85% de los accidentes mortales en Valencia pasan allí», aseguró Cáceres.

Salió a colación la situación de la EMT. Carbonell dijo que está para «remodelar entera, eso se va a abordar y es más complicado. Con los precios por los suelos los títulos de transporte no cumplen con las expectativas frente a lo que está pasando en Metrovalencia y MetroBus».

El edil se preguntó: ¿Por qué no ha subido la EMT? Algo pasa, el problema creo que viene por los transbordos. En Valencia no se hacen y la estrategia de la anterior corporación no funciona. Hay que rectificar cuando algo no va«. Romera dijo sobre esto último que en Madrid »más de dos transbordos no funcionan«.

La remodelación de líneas de la EMT es otro de los compromisos electorales del PP. ¿Afectará a la línea C1, la creada específicamente para esto. «No puedo concretarlo, aunque si reformulas todos los itinerarios se verá afectada también», estimó Carbonell.

Por el contrario, para Broseta la cuestión no es transbordar sino «esperar un cuarto de hora para conectar. El problema es cuando dicen en la pantalla que faltan 20 minutos para que llegue el autobús». En esto estuvo de acuerdo el concejal: «el problema es que la EMT tiene una velocidad comercial por debajo un 10% de la media nacional. Eso es lo primero a mejorar con prioridad semafórica para los autobuses y el tranvía».

Aseguró que a los autobuses de MetroBus «se les ha puesto freno en Valencia. En la ordenanza ni figura que el carril bus sea usado por el autobús metropolitano. Tampoco pueden utilizar las marquesinas de la EMT, cuando la realidad es que la gente no transborda, no le gusta».

Gómez Perretta ofreció un dato: «el transporte público tiene sus limitaciones y sólo se utiliza en el 17% de los casos». Defendió los coches eléctricos compartidos desde la periferia e intercambiadores en las rondas. Deficiencias que llegan por la «falta de acuerdo entre administraciones», estimó Carbonell en el resumen de la situación, para citar como ejemplo que los autobuses amarillos no puedan utilizar las paradas de la EMT.