La historia de nunca acabar en la rehabilitación de la muralla islámica

En diciembre de 2020 el Ayuntamiento de Valencia adjudicó la rehabilitación del tramo situado en la plaza del Ángel, por 2,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses a la Unión Temporal de Empresas (UTE), CYR PROYECTOS Y OBRAS, SL y a ISC URAMID, SL., pero después de varios parones y de la petición de dos prórrogas por parte de la empresa adjudicataria, finalmente se ha hecho efectiva la rescisión del contrato.

Ya se requisó el dinero de la garantía de obra a la empresa, tras acumular penalidades que superan los 111.636 euros (a razón de 718 euros por día), pero ahora el gobierno de María José Catalá, que se ha encontrado con esta herencia envenenada, va a dar varios pasos más.

El primero de ellos, es que van a iniciar los trámites para exigir daños y perjuicios a la empresa, por los intereses públicos socavados, y es que como recuerdan desde el Consistorio, las obras de rehabilitación de la muralla en el tramo de la plaza del Ángel, tenían que estar terminadas en la primavera de 2022, con la prórroga se alargó el tiempo hasta marzo de 2023, pero a fecha de hoy, sólo se ha conseguido ejecutar el 54% del proyecto.

«Los daños que ha causado esta situación a la ciudad son importantes, por lo que esta concejalía considera que procede imponer las penalidades diarias que se aprobaron mediante acuerdo de Junta de Gobierno Local de fecha 29 de julio de 2022 y que, una vez finalizado el contrato, se han de hacer efectivas (718 euros por día), así como iniciar los trámites que procedan para la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados», ha aseverado Moreno.

Si el primer paso será pedir una compensación por los daños y perjuicios, tal como ha anunciado este martes el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, pero además, el Ayuntamiento va a impulsar una nueva modificación del proyecto (la segunda) para que antes de retomarse las obras, se incluyan en el proyecto las dos casas andalusís que se descubrieron una vez iniciados los trabajos iniciales, en el verano de 2022, con el fin de que en un futuro formen parte del centro de interpretación de la muralla islámica valenciana.

«Tras conocer los criterios de los técnicos municipales y del proyecto, esta concejalía se ha decantado por la solución más acorde con los criterios de protección patrimonial, consistente en la integración de los restos en el futuro centro de visitantes. Esta solución exige la modificación del proyecto de obras de construcción del edificio, buscando el mantenimiento de los restos donde se encuentran actualmente, sin desplazarlos», ha manifestado José Luis Moreno.

Además, ha añadido que la «importancia de los restos encontrados hace que ahora se plantee la necesidad de modificar el proyecto, incluyendo todos los restos arqueológicos recuperados intramuros, para lo cual se tendrá que cambiar y adecuar la distribución del centro de interpretación, así como posibles cambios a estudiar en la fachada del mismo, de manera que sean acordes a la nueva distribución y a su mejor integración en el entorno donde se encuentra».

Una vez se redacte esta modificación del proyecto de la plaza del Ángel, se tendrá que elevar el estudio a la Conselleria de Cultura para que dé el visto bueno, y nada más lo reciba, se sacará de nuevo la licitación por vía de urgencia. De modo que se podrían retomar las obras hacia enero de 2025 en la plaza del Ángel.

Tal como ha avanzado el edil José Luis Moreno, de forma paralela, mientras se modifica el proyecto y se remite a Cultura, el Ayuntamiento va a tomar medidas precautorias para salvaguardar los restos de la zona excavada, con el fin de protegerlos de las inclemencias del tiempo.

Entre otras medidas, se incluye la conservación en buenas condiciones del lienzo de la muralla; la revisión de vallados y señalizaciones, para impedir el acceso a la zona; la comprobación del estado actual del estabilizador; la realización de revisiones periódicas cada dos meses o, en caso de fuertes tormentas, tras éstas, o el mantenimiento del grupo de bombeo de aguas pluviales, para evitar la acumulación de aguas en las partes más profundas de la excavación.

Otro proceso importante, pero que también llevará su tiempo, es dar los primeros pasos para hacer efectiva la promesa que ya lanzó María José Catalá antes de ser alcaldesa, y es el estudio y redacción de un plan director para proteger todo el trazado de la muralla, no sólo la plaza del Ángel.

Cabe recordar que en 2021, desde la oposición, el PP ya exigió al gobierno de Ribó que se redactara el citado plan director de la antigua muralla, y ya entonces el grupo popular presentó una moción a la comisión de Cultura para proponerlo.

Ahora, el objetivo de Catalá es que la redacción de ese plan general se encargue dentro de esta legislatura. Y sería un estudio y una hoja de ruta que englobaría tanto la plaza del Ángel, como el tramo de muralla encontrado en la calle Salinas y pendiente de rehabilitación, y el resto de muralla.

Y es que no hay que olvidar que buena parte de la fortificación está en terrenos particulares, que no son propiedad del Ayuntamiento, y son zonas donde habrá que esperar a que se hagan planes urbanísticos para ponerlo en valor.

De hecho, se conoce que hay 23 enclaves localizados de muralla, tanto en zonas de viviendas como de bajos comerciales. Así, por ejemplo, las edificaciones de la calle Salinas se derribaron en la década de los 60, pero las distintas administraciones no han conseguido que la propiedad actúe y, en cambio, con las obras de creación del establecimiento Caro Hotel, el arquitecto Javier Domínguez, sí halló una antigua torre y la rehabilitó para integrarla con el restaurante del local.

La cuestión es que la muralla islámica se hizo con material de adobe y no de piedra, como en las murallas cristianas, y con posterioridad parte de la muralla se fue utilizando como material de construcción para otras edificaciones, por lo que el trazado completo se ha perdido.

Ahora, el gobierno de Catalá, sí pedirá daños y perjuicios; además ampliará la actuación para preservar las dos casas andalusís encontradas durante las obras y pondrá en marcha un estudio y encargará la redacción del plan director.

«Este plan servirá igualmente para actualizar la información y para llevar a cabo un estudio completo de la fortificación en el que se determinen las distintas patologías que presenta actualmente y en el que se recopilen y sinteticen todas las investigaciones realizadas hasta la fecha», ha indicado Moreno.

Además, también se pretende poner señalítica en las distintos puntos donde hay restos de muralla para que los visitantes puedan conocerlo y apostar por la futura restauración, la divulgación y el fomento de la promoción turística.