El rastro de la ocupación en la Facultad de Filosofía: daños en el jardín y restos de basura

Según fuentes consultadas por este periódico, los estudiantes abandonaron definitivamente las instalaciones con el compromiso de dejar todo recogido. Pese a ello, lo que se encontraron los equipos de limpieza fue una gran cantidad de residuos por el jardín. De hecho, durante esta mañana han continuado las tareas de cuidado de las zonas verdes, y todavía se podían ver zapatillas, prendas de ropa, y papeles de todo tipo dispersos por la zona donde se produjo la acampada. Los equipos de mantenimiento han llegado en torno a las 11 de la mañana para reanudar sus tareas, puesto que en los 19 días que ha durado el asentamiento, no han podido realizar sus labores en gran parte de la zona ajardinada.

«La acampada ha debilitado mucho el jardín, la zona ahora está muerta y llevará su tiempo poder recuperarla», ha comentado un trabajador. El punto central dónde podían verse las tiendas de mayor tamaño, ahora se encuentra completamente seco. El césped de esa zona ha muerto tras casi 20 días sin luz solar ni las habituales tareas de riego. Por otro lado, los WC portátiles que la propia Universitat facilitó a los acampados, todavía no han sido retirados y siguen instalados esta mañana en el jardín de la facultad.

Similar a la situación en la que ha quedado el jardín, los equipos de limpieza fueron testigos de que los baños del interior del edificio de Filosofía quedaron sucios tras los dos días en los que los estudiantes se atrincheraron. Actualmente, algunos trabajadores aseguraron a LAS PROVINCIAS sentirse muy molestos, sobre todo tras la promesa de los propios estudiantes de abandonar las instalaciones con todo limpio. «El equipo de dirección debería haber hecho más. Tú no puedes permitir que la gente acampe en una zona privada y encima les des todo tipo de facilidades para que hagan lo que quieran por el edificio», ha llegado a declarar algún miembro del equipo de mantenimiento de la zona.

En cuanto a la actividad, la primera mañana lectiva sin los acampados ha transcurrido con total normalidad. La fluidez de personas era baja, puesto que, lo que son las clases finalizaban el pasado viernes 17 de mayo. Algunos estudiantes han pasado por las instalaciones, para celebrar alguna tutoría o para estudiar. «Yo respeto totalmente que un grupo quiera manifestarse, pero quieras que no, el cierre de dos días nos ha afectado a muchos. Yo ese viernes tenía la última clase de una asignatura, donde nos iban a explicar el formato del examen. Eso mi clase ya lo hemos perdido», comentaba una estudiante que ha acudido a estudiar. «El último tema del plan de estudios lo íbamos ha acabar esta semana y no ha sido así, pero entrar, entra igual para el examen», indicaba otra.

Del mismo modo, la Universitat, por miedo a que el bloqueo se extendiera durante la primera semana de exámenes, cambió la ubicación de muchas de las pruebas a otros edificios del campus. Pese a que finalmente los acampados se retiraron el viernes, la institución mantuvo las nuevas ubicaciones de las pruebas para evitar malentendidos con el alumnado. En este sentido, los alumnos han comentado que la Universitat ha notificado de todo por correo, y la situación está bastante clara. «A mí no me afecta porque antes del bloqueo ya tenía los exámenes en otras aulas, pero la universidad ha estado actualizando la información a través del correo en todo momento y ha dejado todo muy claro», explicaba otra alumna.

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El ambiente queda así en una aparente tranquilidad, pese al aviso que dieron los acampados antes de abandonar las instalaciones. «Cerramos la acampada física pero hoy empieza todo», manifestaron ante los medios, y explicaron que empezaban a partir de ahí las «verdaderas acciones políticas por Palestina». De hecho, los acampados ya se dejaron ver ayer en la manifestación que convocó la comunidad palestina en Valencia para solicitar el boicot del estado español a Israel. Durante la marcha, los estudiantes participaron en la lectura de un manifiesto donde presumieron de haber sido pioneros en España de las acampadas en favor del pueblo Palestino. Además, recordaron a la rectora de la Universitat, Mavi Mestre, que todavía debía firmar las exigencias que proponen los estudiantes, y no cesarán sus acciones hasta que tal hecho se produzca.