Compromís se aferra al clavo ardiendo de Ribó para la alcaldía de Valencia

Anunciar su candidatura al final sí que ha sido «un embolao guapo», como él mismo dijo en una ocasión cuándo le preguntaron sobre lo de volverse a presentar. Y lo dijo porque la cosa pintaba mal y aún ha ido a peor en su partido, con lo que no ha tenido más remedio que ponerse en forma; es con lo primero que se ha justificado en su discurso. «Sabéis que he estado mal, y agradezco vuestro apoyo, acabé el año en silla de ruedas, luego iba en muletas y este verano ya he ido a la montaña y hasta he hecho el camino de Santiago», ha explicado.

A falta de un líder en la formación que pudiera aguantar el tipo de cara a las próximas elecciónes a Ribó no le ha quedado otra pese a que dijo que él no estaría más de dos legislaturas. Pues donde dije digo, digo Diego. Él mismo reconoció públicamente que «hay cosas que pasan en una legislatura que te hacen cambiar». Cosas como no tener otra opción potente en el partido. Aunque su excusa ante los medios este martes haya sido otra.

«El Covid nos quitó dos años», se justificaba. Y aunque parezca mentira el primer edil dijo que la pandemia les ha reducido el tiempo de gobierno. «Nos queda mucho por hacer en esta ciudad, han sido en realidad dos años dedicados a una cosa exclusicamente, o sea que son seis años de gobierno», comentó ante las preguntas de los medios.

Su candidatura no cambia el tablero político de la alcaldía valenciana. Una vez se han destapado todas las cartas, y al comprobar que son los mismos candidatos, Compromís apuesta a lo seguro con Ribó, tratando de esta manera de paliar el escaso liderazgo y buscando a una figura de consenso que no altere aún más la situación de la formación.

Ribó comentó esto mismo tras anunciar el secreto a voces: los bloques están igualados y siempre lo han estado. De hecho, las últimas encuestas, como publicada por Sigmados para este diario, dejaba un resultado muy igualado entre los partidos de izquierda y derecha, con lo que se augura una competición que estará reñida hasta el final.

Más de un año ha tardado en confirmar su candidatura cuando el panorama no daba mucho margen al partido y aún así entró en un juego con el que al final se ha acabado quemando, porque ha reconocido que tuvo dudas y que los cambios le han empujado a tomar la decisión. Aunque este martes defendió que nada tiene que ver con lo ocurrido con su compañera Mónica Oltra, que paradójicamente esta semana se ha sentado frente al juez.

Para el primer edil la decisión ha sido personal y su mención defendiendo a Oltra no tenía relación con su anuncio. «Es una situación grave, no creo que la situación de Mónica haya cambiado nada, yo lo comenté mis dudas en su momento, pero mi decisión ha sido desvinculada y totalmente personal».