El Ayuntamiento revisa un año después el hospital de campaña de La Fe y constata que no tiene licencia

Más de un año después de su construcción el Ayuntamiento de Valencia ha revisado el funcionamiento del hospital de campaña junto al Hospital La Fey constata que es ilegal. Un informe técnico municipal insta ahora a la entidad responsable a «legalizar» la instalación y las obras necesarias. En otras palabras, se reclama la solicitud de la licencia de obras y la de actividad tras constatar que la instalación carece de ellas.

Este detallado documento certifica las carencias de una infraestructura que se puso en marcha por la pandemia y que llegaba con retraso cuando la congestión en los hospitales de referencia empezaba a remitir gracias al confinamiento.

Este verano el Ayuntamiento ya se planteaba realizar una inspección en la instalación de campaña ubicada junto a la Nueva Fe al carecer de la licencia obligatoria de actividad. De hecho, la ley 6/2014 de Prevención, Calidad y Control Ambiental prevé incluso el cierre de la instalación si no cuenta con los permisos preceptivos. Ahora, en un plazo de dos meses deberán tramitar la licencia, según instan los técnicos en el informe del área de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ayuntamiento de Valencia.

Durante más de 16 meses, este hospital ha estado funcionando con deficiencias, entre ellas el permiso de actividad. Pero no sólo tiene la falta de la licencia, sino que, según detalla dicho informe técnico, el hospital carece de algunas medidas para la protección contra incendios.

«No se observa ninguna boca de incendio equipada en las instalaciones y se desconoce la presencia de hidrantes exteriores en el perímetro del recinto», según se cita en el documento tras la revisión de los técnicos. Además, se aprecian otros inconvenientes: «En el pasillo de conexión con la Fe, no se observan detectores de incendios ni pulsadores de alarma instalados» y el espacio entre la salida de la zona cubierta y la puerta de evacuación del recinto se usa como almacén de utensilios, con lo que los propios técnicos del Ayuntamiento apuntan que con ello «se dificulta una posible evacuación», en caso de emergencia.

El sistema de climatización es otro de los puntos de la instalación en el que se aprecian faltas. Tan sólo en la zona de acceso y junto a las mesas de trabajo de la primera línea de módulos se observan equipos de climatización portátiles. «El resto de las instalaciones no dispone de ningún tipo de sistema de climatización o ventilación, a excepción de la ventilación natural, puesto que los huecos donde se ubicaban las conexiones de los conductos de climatización en se encuentran libres y sin ninguna protección», se detalla.

Tampoco «se dispone de información sobre las emisiones acústicas producidas por los equipos instalados en el exterior del recinto», aprecian. En el mismo apartado sobre la protección sobre la contaminación acústica se insiste que «la unidad situada en el lateral izquierdo y la unidad de refuerzo situada en el lateral derecho junto a la primera línea del primer cuerpo se encuentran sin ningún tipo de protección acústica», matizan en el informe.

La revisión técnica concluye de forma clara sobre la necesidad de legalizar la instalación conforme a la ley, insta por tanto a «solicitar el correspondiente instrumento de intervención ambiental para poder ejercer la actividad». Así, constata también la falta de licencia de obras, y reclama que se realice en un sólo trámite conjunto.

A pesar de todo, los tres hospitales de campaña que nacieron como el recurso estrella de la Generalitat para combatir la pandemia, terminarán en un almacén. Después de ofrecer más problemas que soluciones y originar un sobrecoste que el Consell todavía no ha saldado, las instalaciones de las tres provincias preparan ya su cierre definitivo tras meses prácticamente sin uso y después de requerir una inversión cercana a los 16 millones, el doble de lo previsto. Parte de este importe, unos ocho millones, aún está pendiente de pago.

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• Joan Ribó