Policías alertan del auge de los robos en patinete en Valencia

Así lo constatan los dos principales sindicatos de la Policía Nacional consultados por LAS PROVINCIAS. Según fuentes de Justicia Policial (Jupol), «están aumentando los robos con tirón en los que los ladrones huyen con patinete». Esto, añaden, «dificulta la localización y persecución de los autores».

El problema, añaden, es mayor en las calles del centro de Valencia, «porque entre la peatonalización de muchas vías y los habituales atascos que se forman» los coches o motos de la Policía tienen a veces la batalla perdida ante la agilidad del patinete.

Es este un medio que, además, es mucho más fácil de ocultar que cualquier otro en los casos en los que el maleante que lo utiliza desea dar esquinazo en una eventual persecución policial.

La misma tendencia detectan fuentes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Valencia. «Se está elevando el número de hechos delictivos donde nos encontramos implicados un patín eléctrico o una bicicleta». Se trata, señalan, de «tirones o hurtos (robos al descuido), algunos de ellos en zonas escolares o universitarias» a la caza de alguna mochila, móvil, portátil o tableta.

También confirman la debilidad que puede llegar a suponer para la Policía en caso de persecución. «Debido a la velocidad que pueden llegar a coger y cómo se mueven es difícil localizarlos en el acto, pues su huida es rápida y encima pueden salir a zonas complicadas como el río», añade el SUP. Se trata de delitos perpetrados, en su mayoría, por delincuentes jóvenes.

Emilio Rodríguez es portavoz del CSIF en la Policía Local de Valencia. «Estamos detectando un incremento de delitos en general. Si bien el uso de patinetes o bicicletas por parte de delincuentes no está todavía cuantificado es evidente que una mayor cantidad de estos vehículos en la ciudad hace que probablemente sean mas utilizados».

Se refiere Rodríguez a delitos como «hurtos y robos, muchas veces al descuido, en la playa y en el cauce del río». Los policías locales confirman la dificultad que entraña su uso para cometer delitos. «siempre en una huida es complicado dar con el autor cuando utiliza un vehículo de gran versatilidad como la bicicleta o el patinete, al igual que una moto».

Aún así «la Policía pone todo su esfuerzo». Lo verdaderamente complicado, razona, es poder hacer frente a esta problemática con la escasa y diezmada plantilla que tenemos en el cuerpo en Valencia».

Su suma un factor añadido. La Policía, ya sea Nacional o Local, no dispone actualmente de ninguna unidad uniformada que emplee el patinete. Hay agentes en helicópteros, coches, motos, furgones, quads, bicicletas o montados a caballo, pero el patinete todavía no se ha implantado como dotación policial identificada. Cuestión aparte es el uso esporádico que pueda hacer algún policía nacional en su versión camuflada, la de los agentes de paisano.

Para Jupol una posible solución para perseguir en mejores condiciones a los delincuentes que escapan con patinete o bicicleta pasaría por potenciar el uso de motos de pequeña cilindrada. «Hace años que no hay dotación de motos de ese tipo».

La persecución de ladrones con patinetes, auguran los agentes consultados, va a acabar convirtiéndose en un reto para la Policía en una ciudad «en la que el tráfico es cada vez más denso, hay muchos carriles bici, muchas calles estrechas, otras cortadas, más zonas peatonalizadas…».

El patinete, como medio de huida, ya no sólo es exclusivo de los delitos contra el patrimonio. Recientemente, el supuesto autor de un crimen uso este medio para escapar, como constataron testigos y fuentes policiales.

La sangre corrió el domingo 20 de febrero en la noche valenciana. Lo hizo en una de las zonas de la ciudad más azotada por el botellón y quejas vecinales por griteríos y peleas: el entorno del parque de Marxalenes de la ciudad. La víctima fue un hombre de origen colombiano que acabó sus días lejos de su país, con 36 años. Tendido sobre la calzada y con una mortal cuchillada en el corazón.

Casi tres meses después del homicidio, las investigaciones de la Policía Nacional y la colaboración internacional han permitido localizar y arrestar al sospechoso en Italia. Se trata de un joven de la misma nacionalidad y de 21 años de edad.

El homicidio se gestó poco antes de las dos y media de la madrugada, a las puertas de un pub de música latina situado en la avenida Portugal, junto a una de las entradas al parque de Marxalenes y en la confluencia con la calle Baptista Esteve Ximeno.

Según fuentes policiales, la discusión que acabó de manera trágica arrancó en el establecimiento. Pero, como suele ser habitual en estos casos, el fatal desenlace se produjo en la calle, a unos diez metros del local de ocio. «Se escucharon muchos gritos. Cuando me asomé al balcón ya estaban zarandeándose y empujándose, discutiendo de manera muy violenta», describió una vecina del barrio.

Los testigos aseguran que vieron a cuatro personas envueltas en dicha disputa. Relatan que la víctima estaba «aparentemente sola» y rodeada por tres hombres. La tensión duró unos dos minutos y acabó cuando el colombiano cayó al suelo «a plomo».

Y después, una precipitada huida. Los implicados se dispersaron por las calles próximas y uno de ellos, el que se presume autor material del homicidio, puso tierra de por medio a impulso de patinete. La víctima quedó tendida sobre el asfalto, con su pecho ensangrentado. Ya no se pudo hacer nada por su vida.

Según las investigaciones policiales este patinete eléctrico fue el detonante del crimen, pues víctima y agresor se conocían y habían discutido por la posesión del vehículo.