Ha sido el año del despegue definitivo del turismo en Valencia. Después de la recuperación posterior a la pandemia, 2023 ha encadenado periodos de ... récords de ocupación en la ciudad, con hoteles y restaurantes llenos en las grandes citas, así como en verano y fines de semana. Y estas buenas cifras han traído consigo también el considerable aumento de algo que había dejado de verse en la ciudad prácticamente desde la época de la Copa América. Se trata del turismo de lujo. Aquellos que disponen de un alto nivel adquisitivo y que visitan la ciudad sin importarle la cantidad de dinero que gastan.
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No se trata de un sector grande, pero sí que está creciendo de forma constante en los dos últimos años. Llegan fundamentalmente desde los países nórdicos como Noruega, Suecia y Dinamarca, Países Bajos, así como de Gran Bretaña y Estados Unidos y les apasiona especialmente aquellos productos locales artesanos que no pueden encontrar en otros lugares. Es decir, ya no buscan grandes marcas internacionales de ropa, sino más artesanía cerámica típicamente valenciana, alta joyería y mucha gastronomía de calidad. Es a grandes rasgos el retrato robot de este turismo de lujo, que suele estar formado por parejas de entre 40 y 60 años y que también consumen experiencias de forma muy personalizada tanto tradicionales como culturales.
En cifras, ha habido en este 2023 casi 60.000 visitantes (59.340) de los países nórdicos a la ciudad de Valencia. Lideran con claridad los suecos, con 22.721 turistas, seguidos de noruegos (13.845) y daneses (13.565). No obstante, el grueso de este turismo de lujo, ya que todos se han alojado en hoteles de cinco y cuatro estrellas, proviene de Países Bajos (304.184 personas), Reino Unido (232.477) y de Estados Unidos, con 195.747 visitantes a lo largo de este año, según datos oficiales de Visit València.
El presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC) y presidente de Confecomerç, Rafael Torres, da fe de este aumento del sector. «Está creciendo el turismo de nivel en Valencia, gente que viene a apostar por la calidad. Es un tipo de turista rentable, para el que la ciudad lleva años preparándose, con una oferta de gastronomía importantísima», establece. «Aquí tenemos turismo de todo tipo, pero el más comprador son nórdicos. Noruegos, belgas, holandeses, suecos, ese público es más exquisito, le gusta la calidad y la valora, y compra más allá de marcas reconocidas, opta por productos locales de calidad hechos aquí. Y cada vez viene más turista norteamericano y de Argentina, México y Brasil», explica el experto.
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Aunque Torres señala la carencia principal que hay. «La pata que falta son las compras de lujo, porque muchas marcas internacionales de ropa abandonaron la ciudad, y por ahí estamos más cojos, en el turismo de compras hay poca oferta. La 'Milla de oro' ya no existe, sólo queda Loewe y se va a trasladar a la calle la Paz. Hay posibilidades de que abra alguna otra tienda importante en esta calle, donde hay también varias joyerías, y cierto comercio de lujo está yendo hacia esa zona. Este tipo de turista lo que compra a veces es un capricho, un recuerdo del viaje, y cuanta más capacidad de compra tenga más dinero se gasta», argumenta.
Desde la asociación Valencia Premium se han especializado en analizar el comportamiento del turismo de lujo en la ciudad. Su presidente es Carlos Boga y sabe lo que más demandan habitualmente. «Suele ser más turismo de pareja, con edades entre 40 y 60 años, que se alojan en hoteles de cinco estrellas. Buscan una gastronomía excelente, con muchas experiencias personalizadas, como visitas a bodegas, a la Albufera, pero todo de forma más personalizada, con alguien que se lo explique para ellos y les haga participar», destaca.
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En cuanto a las compras, Boga también señala el mismo interés: «Se llevan mucha artesanía, productos locales, y en cuanto a moda, compran marcas que no tengan en sus países o que aquí sean más baratas. También la joyería es mucho más barata aquí que en sus países y consumen bastante», asegura. El centro histórico y el Ensanche son las zonas preferidas. Actualmente hay siete hoteles de 5 estrellas en la ciudad y en dos o tres años habrá dos más, con el que planea Hoteles Santos y con el anuncio de la apertura de un establecimiento de la conocida cadena Marriott en la plaza del Ayuntamiento, con la que se espera dar un salto. «Valencia tiene margen de crecimiento en este sector. Los precios de los hoteles han aumentado, y en temporadas altas hacen falta habitaciones. Calculo que podría haber hasta 10 ó 12 hoteles de 5 estrellas, son los que podría asumir la ciudad», expresa.
Los precios de estos hoteles de lujo en Valencia rondan los 300 euros para la noche de un sábado normal fuera de temporada alta. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, Luis Martí, considera que hay «una demanda creciente. Los precios van aumentando, algunas cadenas internacionales se están fijando en la ciudad porque cada vez existe más demanda de lujo, y eso lo percibe el mercado, por eso las grandes cadenas de hoteles están abriendo en Valencia. Aunque nos falta un vuelo directo con Nueva York si queremos potenciar más esa clientela de Estados Unidos, que deja mucho dinero», apunta. Además, el próximo 5 de abril de 2024 comenzará a operar un vuelo directo con Copenhague que conectará el mercado nórdico con Valencia.
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Martí argumenta que la llegada de la cadena Marriott puede suponer un crecimiento en Valencia como le ha pasado a Madrid con Four Seasons. «Son cadenas que atraen mucha clientela, hay gente que va de viaje a donde hay ese hotel», señala. «Este tipo de turistas se mueven por el centro de la ciudad, ven las principales plazas y monumentos culturales, van de tiendas en la calle la Paz, Poeta Querol, por el centro histórico y hacen también uso de la cultura y de una oferta gastronómica cada vez mejor», indica.
Y en cuanto a la artesanía que más gusta a los turistas de lujo, una de las tiendas preferidas está en la emblemática plaza Redonda, 'Colla Monlleó', que regenta Amparo. «Vienen muchos americanos, alemanes, noruegos, de todo el mundo. En general nosotros tenemos reproducciones desde el siglo XIII de cerámica. Les encanta que les expliquemos la historia de cada pieza y siempre compran. Depende de cada época, y en función de si les gusta un estilo u otro. Compran para ellos y para regalar, hay veces que depende del peso si lo pueden subir al avión, pero pueden llevarse dos o tres cosas. Valoran la calidad y que es artesanía hecha en Valencia, de hecho mi hermano tiene el taller arriba y lo hace él, y esa historia les encanta. Se pueden gastar unos 300 o 400 euros», cuenta Amparo.
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También es un experto en guiar a turistas José Ferri, cofundador de la agencia Valencia Guías DMC. «Hay un aumento constante del turismo de alto nivel en Valencia, es una ciudad posicionada en el segmento de lujo, con varias estrellas Michelin. Hay mucha gente que conoce ya Madrid y Barcelona y hay interés por encontrar nuevos destinos como Valencia», explica. «Hace tres semanas vino a visitar la ciudad el fundador de la plataforma Airbnb porque en Barcelona le hablaron muy bien de Valencia, que es muy auténtica, porque aún no ha sido arrollada por el turismo como la propia Barcelona o Venecia, y eso le llamó la atención», señala.
«Vienen buscando experiencias, cosas diferenciales, auténticas y propias de aquí. Quieren ir a una barraca, a un tancat de la Albufera con un cocinero que les explique cómo se hace una paella, vivir esa experiencia personal. Quieren ver el centro histórico y la Ciudad de las Ciencias pero también integrarse y entender la cultura local», añade Ferri. «La ciudad tiene posibilidades de crecer en ese mercado de lujo siempre y cuando se mantenga la autenticidad del destino. Todavía es una ciudad auténtica, en la que hay gente local en los restaurantes, y los visitantes de fuera quieren ver sitios auténticos y cosas más exclusivas. Es otro mercado muy distinto al turismo de clase media», destaca el experto.
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Rafael Torres añade también que Valencia aún no es una ciudad de destino único cuando se viene desde un país lejano como Estados Unidos o Canadá, pero «cada vez está dentro de más tours por Europa y vienen más turistas de nivel», señala. Y establece las diferencias principales entre nacionalidades. «Los nórdicos o americanos buscan más la calidad y el producto local, artesanía, cerámica, abanicos, joyería con diseños propios, van a tiendas locales. En cambio a los asiáticos no les importa tanto la calidad y la autenticidad, son más proclives a visitar Madrid o Barcelona porque sólo buscan marcas internacionales y eso aquí tenemos muy poco, así que vienen menos», indica.
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