El Saler estrena la temporada de playa con acampadas ilegales y montones de basura

'La basura no vuelve sola' es el mensaje que están difundiendo los vecinos para evitar este problema los sucesivos fines de semana y ya en pleno verano, cuando pase casi a ser diario. «Las papeleras sirven para lo que su nombre indica», apunta Gradolí al mencionar esta campaña en redes sociales, que pretende concienciar a los visitantes del parque natural de que se lleven los residuos más allá del borde de la playa, a contenedores de recogida de basura.

El final de la pandemia ha supuesto la vuelta al turismo, con lo que los vecinos se ponen en lo peor. «Empezó en Pascua, aunque ha ido a más». A las diez de la mañana del pasado domingo, las papeleras de toda la playa estaban a rebosar y las calles de acceso estaban repletas de coches estacionados, incluso los aledaños de una posta sanitaria cerrada.

Y es que el Ayuntamiento todavía no ha implantado en todo el litoral el servicio de socorrismo y atención sanitaria, lo que se prevé para principios de junio. Sí trabaja desde este lunes el dispositivo de la Policía Local, con más agentes repartidos por las playas, con la incorporación de un retén en el paseo marítimo de la Malvarrosa y otro móvil que abrirá en varias pedanías de la Albufera.

La limpieza de las playas es la adecuada, aunque otro asunto es la falta de concienciación ciudadana. Los vecinos de El Saler difunden vídeos en redes sociales con viandantes paseando perros por dentro de zonas acotadas, donde anidan aves de especies protegidas, amén de que crecen especies autóctonas de la Albufera.

De ahí que una de las soluciones que reclaman con cada vídeo sea el aumento de la vigilancia policia y de guardas forestales. Cada cierto tiempo, el Ayuntamiento y la Conselleria de Medio Ambiente reponen cuerdas y estacas para proteger los cordones dunares, aunque sirve de poco.

Sobre los residuos, tras contactar con la concejalía les aseguraron que poco después pasaría el camión de recogida, lo que ocurrió, aunque parece que anticipa un verano más que movido para los residentes. Igual sucede con las acampadas ilegales, autocaravanas, furgonetas y otros vehículos que permanecen varios días estacionados pese a estar prohibido. «Por 20 euros al día tendrían los servicios de cualquier camping, pero están aquí tirando los residuos al alcantatillado y dejando toda la basura», critican.

Pero no ocurre así, sino que los vecinos deben estar atentos a cuaquier anomalía. Un tendedero atado a dos pinos es una buena señal de acampada ilegal, lo mismo que una autocaravana estacionada una semana en el mismo lugar. Los aparcamientos situados junto al antiguo Sidi Saler son uno de los lugares clásicos para esto. Pese a la normativa y la colocación de carteles, el caso es que el fenómeno va a más. «Hay aplicaciones de móviles, guías y páginas web donde recomiendan acampar en la Devesa pese a que está prohibido», señalan.

Las playas que se encontrarán no están en óptimo estado, a pesar de que han conseguido renovar las banderas azules del pasado año. La falta de arena es notoria, con abundancia de piedra en la orilla y un «escalón» entre las dunas y el mar que cada vez se hace más pronunciado. La Demarcación de Costas tiene en proyecto la regeneración, aunque sigue sin plazos.