San Agustín, una plaza de alto riesgo

Los vecinos de San Agustín reconocen que la plaza les causa desasosiego. Hasta miedo, dicen algunos. Los recientes cambios en la circulación en la avenida del Oeste, el número de líneas de la EMT que paran en la plaza (hasta 13 diurnas, incluyendo la parada frente a la iglesia, y 4 nocturnas) y el giro hacia la izquierda desde San Vicente Mártir provocan importantes retenciones en la zona y hasta accidentes, el último esta misma semana, cuando un autobús de la EMT tuvo que esquivar a una motocicleta y ocho pasajeros resultaron heridos leves.

«Es una plaza peligrosa, nunca sabes de dónde te va a venir un autobús o un coche o una bici», explica una residente en la zona que prefiere no dar su nombre. En realidad, en San Agustín confluyen varios importantes flujos de tráfico: el de San Vicente Mártir, el de Xàtiva, el de la avenida del Oeste (sólo autobuses) y el del anillo ciclista, además de los miles de peatones que recorren cada día calles como Guillem de Castro o la misma Xàtiva. Además, el reciente cambio de sentido en la avenida del Oeste que permite que los autobuses salgan a la plaza y los coches sigan por Quevedo, y la creación de una zona reservada para el futuro carril bici junto la acera izquierda en sentido centro de la calle San Vicente Mártir han creado nuevos giros para autobuses o tráfico en general. El caso del giro a la izquierda desde San Vicente, además, se encuentra directamente con un nuevo paso de peatones, «donde no ha pasado nada porque Dios no ha querido», asegura Matías, que trabaja en una cafetería cercana.

La Coordinadora d'Entitats de Ciutat Vella se muestra de acuerdo con estas opiniones. «No es una plaza, es un nodo de comunicaciones. Nosotros eliminaríamos ese tráfico, reduciríamos a buses pequeños eléctricos y vecinos y allí empezaría el bulevar de la avenida del Oeste para comercios y vecinos, pero Grezzi nos dice que no tiene dinero», asegura el portavoz de la entidad, Martín García. El Consistorio sí tiene pensado encarar la remodelación de la plaza en próximas fechas en el marco de las actuaciones en otras del centro como la de la Reina o la del Ayuntamiento.

Los que más conscientes son del problema de tráfico que supone la plaza de San Agustín son los conductores de autobús. Cientos de vehículos de la EMT pasan cada hora por cualquiera de las tres paradas que hay en la plaza y ya ocurrió un accidente grave el pasado año, cuando un hombre murió tras ser atropellado por una autobús después de correr detrás de él, según la Policía Local, para que se parara y le recogiera. Conscientes de esta situación, los sindicatos de la EMT elaboraron un informe que alertaba de los problemas que suponen para los autobuses los giros, el exceso de paradas (con varios autobuses a la vez, en ocasiones, esperando para detenerse en una de ellas) y el resto del tráfico rodado, que complica la circulación para algunas líneas que han de parar frente a la iglesia y luego continuar por la calle Jesús cruzando toda la plaza.

Este informe, según explican los trabajadores, fue presentado ante la EMT a finales del pasado mes de febrero. Tres semanas después, a comienzos de esta misma, un nuevo accidente ha vuelto a despertar las dudas de los vecinos. «Es un milagro que no pasen más cosas, este paso de cebra está mal puesto», explicaba ayer Jacinta, que dice que acude todos los días andando por la calle Xàtiva hacia Guillem de Castro. Se refiere al paso de peatones creado frente a la iglesia. Con estos mimbres, la plaza de San Agustín ya es un enclave de alto riesgo.