Imagen del interior del campus universitario de la Universitat Politècnia de Valencia. J. L. BORT

Sanidad detecta un brote de sarna en una residencia de estudiantes de Valencia

Salud Pública registra ocho contagios desde el 18 de diciembre, la semana anterior al cierre del edificio por las fiestas navideñas

Pablo Alcaraz

Valencia

Martes, 31 de diciembre 2024, 00:21

El departamento de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad ha detectado un brote de sarna en una residencia de estudiantes de Valencia. El episodio de infecciones entre los internos se identificó a principios del pasado mes de octubre, según la documentación ... de Sanidad a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, y se ha alargado hasta el cierre de sus instalaciones con motivo de las vacaciones navideñas. Según afirman familiares de los afectados, que se alojan en la residencia Galileo Galilei, el brote todavía no habría sido erradicado. De los correos electrónicos compartidos entre la Generalitat y el centro estudiantil se deduce que desde el área dirigida por el conseller Marciano Gómez sospechan que el comienzo de la primera infección pudo darse durante las Navidades del año pasado. Algunos de los casos notificados entonces habrían sufrido un repunte con la llegada del nuevo curso universitario tras el verano. Los contagios se han extendido durante tanto tiempo porque, según los mensajes a los que ha tenido acceso este periódico, «algo no se está haciendo como toca», señalan desde la sección de Epidemiología.

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LAS PROVINCIAS ha obtenido algunas comunicaciones mantenidas a lo largo del mes de diciembre entre responsables de Salud Pública, familiares de los universitarios afectados y la coordinación académica de la residencia. En ellas, las familias muestran su preocupación ante un posible contagio de sus hijos así como por la afección que pueda tener la sarna sobre su estado de salud dada la presunta falta de medidas adoptadas para afrontar las infecciones en el alojamiento. Este diario ha tratado de contactar por mail y teléfono con una de las coordinadoras de la residencia estudiantil, pero está de vacaciones por lo que el periódico no ha obtenido ninguna respuesta. Tampoco a través del teléfono del complejo se ha dado con ningún responsable.

Salud Pública ha detectado 8 casos en la residencia en cuestión desde el pasado 18 de diciembre, es decir, casi una semana antes del cierre de las instalaciones con motivo de las vacaciones navideñas, hecho que se produjo el pasado martes 24 de diciembre. Se espera que el alojamiento retome la actividad ya entrado 2025, concretamente el próximo viernes 3 de enero.

Conselleria insta al centro a la desinfección y la limpieza de las instalaciones

Sanidad instó a la residencia afectada a llevar a cabo la limpieza y desinfección del recinto tras enterarse de la existencia de casos de sarna. La conselleria indicó que se podía aprovechar el cierre de las instalaciones para realizar los trabajos puesto que el edificio permanecería cerrado desde el día de Nochebuena hasta el 2 de enero. Asimismo, también remitió una circular a la coordinación del centro para que esta la hiciera llegar a los internos.

Entre las recomendaciones de Salud Pública, efectuadas ya en octubre, se encontraban el lavado de la ropa personal, cama y toallas a una alta temperatura, de entre 60 y 75 grados, para luego secarlas con aire caliente o planchado, introducir todos los objetos no lavables pertenecientes a los afectados en bolsas de plástico que tenían que permanecer cerradas herméticamente, al menos, durante 72 horas, y que los acaricidas tanto en polvo como en aerosol se debían reservar para materiales que no pudieran ser lavados ni planchados. Desde la conselleria recalcaron que las medidas tenían que aplicarse tanto a los residentes afectados como a sus contactos cercanos y se tenían que llevar a cabo tanto en zonas comunes del complejo como en habitaciones privadas.

Desde el punto de vista epidemiológico, las medidas contra el contagio surten sus efecto dado que los ácaros que causan la sarna tienen una capacidad de supervivencia de tres días cuando se encuentran fuera del huésped. Eso sí, estas funcionarán siempre y cuando se hayan limpiado también tanto la ropa, como los objetos, mobiliario y salas como el gimnasio.

Por todo ello, desde el servicio de Epidemiología resaltaron la importancia de acometer una desinfección profunda así como que todos aquellos bienes que no pudieran ser lavados con agua caliente fueran metidos en bolsa sin capacidad de aire con tal de dejar sin oxígeno a los ácaros hasta que estos morirían a los tres días de carencia de este.

¿Pero cuándo surgió el brote? Los mensajes intercambiados entre Salud Pública y los responsables de la residencia afectada revelan que el viernes 4 de octubre ambas partes ya eran conocedoras de la aparición del repunte. En dicha fecha, se mantuvo una reunión entre la coordinación académica del centro y representantes sanitarios de la conselleria en la que se repasó el protocolo y las actuaciones a seguir ante casos de sarna o escabiosis. En aquel entonces, desde el centro sólo se le transmitió a Sanidad la existencia de un caso de sarna y los sanitarios instaron a aplicar una serie de actuaciones tanto en las habitaciones como en las zonas comunes además del suministro de fármacos.

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El mismo día en que tuvo lugar la reunión, Salud Pública envió por correo electrónico a la residencia una carta informativa que tenía que ser puesta en conocimiento de todos los alojados en la residencia, tuvieran o no lesiones compatibles con sarna, para estar alerta. No obstante, Sanidad denunció que «a fecha de hoy (en referencia a 18 de diciembre de 2024), dicha carta no llegó a los residentes en ningún momento». Fuentes de los familiares de los internos infectados explican que los inquilinos nunca llegaron a saber de la existencia del documento.

Salud Pública envió por mail una carta informando sobre el brote para ser puesta en conocimiento de los alojados

La coordinación de la residencia y personal de conselleria se reunieron en octubre cuando ya había detectado un caso de sarna

También el mismo 18 de diciembre, mientras Salud Pública ya recababa datos sobre los residentes afectados por el brote, la coordinación académica del centro aseguró no tener «ningún caso de sarna identificado». Es más, tal y como relata el mismo correo, «para poder saber si hay algún residente con sarna necesitamos que se identifique y nos facilite un informe médico». Según los gestores, una vez se presenta este documento clínico es cuando se le informa al interno del protocolo a seguir, que sería idéntico al de Sanidad, aunque abrieron la puerta a aplicar una hoja de ruta adicional a instancias del dictamen de conselleria.

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Sin embargo, Sanidad alega que el historial clínico es confidencial y sólo puede revisarse por parte de personal sanitario del que, según se desprende, carece la residencia: «Los residentes no están obligados a proporcionaros un informe médico, con que os comuniquen su diagnóstico debería ser suficiente».

El centro exige un informe médico que demuestre la infección del interno y Sanidad alega que dicho documento es confidencial

«No puede ser que el año pasado hubiera sarna y desde que ha empezado este curso no se haya conseguido cortar »

Asimismo, la conselleria sí veía con buenos ojos la oportunidad de ejecutar los trabajos de limpieza durante el periodo vacacional donde el centro carece de actividad. Según las comunicaciones de Salud Pública, los diez días de cierre, siempre que se desinfectara todo correctamente, serían un margen de tiempo suficiente para que el complejo estuviera libre de sarna a la vuelta de trabajadores e internos.

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Precedente

En las conversaciones, el área dependiente de Marciano Gómez también revela la existencia de un precedente relativo a un brote de sarna precisamente en la misma residencia. Se apunta que el cierre y la desinfección integral ayudó a acabar con el cuadro infeccioso en aquella ocasión: «Esto ya se le planteó a la coordinadora académica las Navidades pasadas, que también hubo brote de sarna, y parece que favoreció la resolución del mismo».

Sobre la posibilidad de que este problema viniera arrastrándose durante un año atrás, desde la sección de Epidemiología especulan con que el episodio de la enfermedad debió dejar algún caso sin terminar de curarse dado que el pasado verano hubo otro brote de sarna. Es más, Sanidad ata cabos y explica que probablemente el repunte del último mes del año «no sea diferente al de octubre de 2024, sino que «debe ser la continuación del mismo». Todo interconectado.

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Para la conselleria, poner en conocimiento de trabajadores e internos la existencia del brote de sarna es crucial para diagnosticar y tratar los casos de manera precoz. «Pero para eso es necesaria la colaboración por parte de la residencia», apostillan desde Sanidad. «No puede ser que el año pasado hubiera sarna y desde que ha empezado el curso no se haya conseguido cortar la transmisión todavía», sentencian.

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