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Suciedad en los muros, desconchones en columnas y muros, pintada en paredes y columnas de hierro, restos de orines en las esquinas, basura abandonada en ... los rincones, cornisas con humedades y riesgos de desprendimiento, placas de yeso caídas por la falta de mantenimiento... Pese a ser un Bien de Relevancia Local, el vetusto Mercado de Abastos de Valencia es un trágico poema al abandono. Lo ha denunciado en infinidad de ocasiones LAS PROVINCIAS, lo proclama ahora el Círculo por la Defensa del Patrimonio y lo subraya una resolución del Síndic a la que ha tenido acceso este periódico.
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«Se deben adoptar todas las medidas que sean necesarias para reparar los daños, desperfectos, pintadas y patologías existentes en el antiguo Mercado de Abastos», es el mensaje que traslada el Síndic de Greuges tras la reclamación presentado por el Círculo del Patrimonio.
La actuación de esta entidad cívica se inició en junio del año pasado, cuando hizo llegar al Consistorio un sinfín de fotografías sobre la evidente degradación de un complejo en cuyo interior hay un instituto y una comisaría de la Policía Nacional. «Hay pintadas en los muros de la fachada, en la parte central del techo las cornisas se han roto algunos trozos, el hormigón está a la vista desde la calle, también hay faltantes en el techo y cristales rotos en las ventanas», ha sido la constante crítica de César Guardeño, presidente de esta entidad. «Al tratarse de un BRL, los desperfectos deben ser retirados de manera profesional, en la piedra que se ha pintado, no pueden camuflarlas con pintura que lo cubra», fue la denuncia lanzada entonces por el representante del Círculo por la Defensa del Patrimonio.
Tras el paso por el Consistorio, el Círculo denuncio el estado del Bien de Relevancia Local ante el Síndic. Y su posición es de rapapolvos al Ayuntamiento. «No podemos dejar de recordar que el patrimonio cultural es una de las principales señas de identidad del pueblo valenciano y el testimonio de su contribución a la cultura universal. Los bienes que lo integran constituyen un legado patrimonial de inapreciable valor, cuya conservación corresponde a todos los valencianos, y especialmente a las instituciones y poderes públicos, en este caso al Ayuntamiento de Valencia», subraya el defensor del pueblo en su resolución.
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El Ayuntamiento de Valencia, como recoge también el documento del Síndic, contestó a la denuncia enumerando las actuaciones que ha llevado a cabo en el Mercado de Abastos. En su respuesta enumera una inspección ocular del exterior del recinto. «En diversas ocasiones se han realizado trabajos de mantenimiento». Subraya el Consistorio que en agosto de 2022 se procedió a «repicar zonas deterioradas en cornisas y molduras que pudieran tener riesgo de desplome». Añade que el pasado verano se limpiaron grafitis en las fachadas y a finales de año «se cambiaron vidrios rotos de la fachada».
Todo insuficiente para el Círculo. «El antiguo Mercado de Abastos sigue teniendo a día de hoy grafitis y pintadas delictivas». La entidad critica que no se eliminaron todos los desperfectos que denunció en sus fotografías. «Además, la limpieza de grafitis no consiste en taparlos con capas y más capas de pintura plástica, y la intervención en estos bienes las deben realizar profesionales en patrimonio cultural y no brigadas de obra que acuden con brochas y rodillos a parchear».
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Y el Síndic coincide con la opinión del Círculo: «A pesar de las actuaciones municipales detalladas, no consta que se hayan adoptado medidas eficaces para reparar lo daños, desperfectos, pintadas y patologías existentes».
El documento del defensor del pueblo valenciano también critica al Consistorio por no contestar a las alegaciones efectuadas por el Círculo. «Recordamos el deber legal (en mayúsculas y negrita) de dictar y notificar resolución expresa», indica el Síndic. Y añade que el Ayuntamiento «está obligado a responder por escrito en un plazo no superior a un mes» desde la recepción del dictamen.
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Desde la asociación de vecinos Abastos-Finca Roja también han lamentado numerosas veces la degradación del complejo. Así lo ha subrayado alguna vez Concha Gimeno, presidenta de la entidad. «Las cornisas están que se caen, se encuentra todo deteriorado, es una pena, porque se trata de un lugar emblemático, además pasa mucha gente a diario y está así, hay indigentes, y huele a orín. La fachada está con pintadas, con cristales rotos, se puede caer un trozo de cornisa en cualquier momento y hacerle daño a alguien, es peligroso», relató hace un tiempo en declaraciones a LAS PROVINCIAS.
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