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P. Alcaraz
Valencia
Miércoles, 31 de julio 2024, 18:02
Se avecinaba mañana movida para los usuarios de las líneas de Cercanías C-1 y C-2 y la ha habido, aunque de bastante menor ... envergadura de la que podía imaginarse tras el anuncio de Renfe de que se iban a suprimir más de una veintena de convoyes de las líneas que conectan Valencia con Gandia y Xàtiva-Moixent entre las 5.00 y las 12.00 horas de este miércoles.
La afección de los itinerarios, muy frecuentados a diario por los viajeros en tren de la provincia, tenía especial relevancia en una jornada que actuaba como víspera de la operación salida de muchos valencianos para ir o regresar de las vacaciones. No obstante, no ha habido ningún sobresalto en la estación Joaquín Sorolla. La instalación ferroviaria de alta velocidad ha actuado durante las horas en las que estaba estipulado que durara la incidencia como polo receptor e irradiador del flujo de viajeros desde la Estación del Norte hasta sus homónimas en las capitales de La Safor y La Costera. Aunque esta vez los viajeros han tenido que realizar las rutas por carretera a través de una flota de 220 autobuses lanzadera con parada en las distintas localidades con estaciones de paso de los itinerarios C-1 y C-2.
La mañana en la estación del AVE ha sido tranquila gracias a un gran despliegue de operarios de información de Renfe que han asesorado a los viajeros en qué autobuses tenían que subirse para llegar a su destino. Ataviados con chalecos reflectantes hacían señas e incluso acompañaban a los pasajeros hasta las puertas de los autobuses que permanecían aparcados. A media mañana, todos los que salían desde Valencia se encontraban con con medio aforo por llenar.
Además, los cuerpos de Policía Local y Nacional han apostado coches patrulla en los accesos del tráfico rodado desde la calle San Vicente Mártir para desviar por un carril u otro según el tipo de vehículo que quisiera llegar a las puertas de Joaquín Sorolla: taxis en el primer vial, buses en el segundo y turismos de particulares en el tercero. Los pasajeros afectados de la C-1 y C-2 contaban con un espacio vallado reservado para ellos en una de las entradas al recinto que permanecía a la sombra y casi vacía.
«Si que es un lío subir para luego volver a bajar», comentaba una anciana a otra mujer mientras arrastraba un andador y se alejaban ambas a paso lento hacia el centro de la ciudad. Por su parte, otros tres hombres, también de avanzada edad, hacían el esfuerzo por llegar a coger el autobús que conecta Joaquín Sorolla con la Estación del Norte. «Está ahí, está ahí. Vamos que aún llegamos», y es que hay quienes ya no están para estos trotes...
El motivo de la cancelación de estos trayectos, según informaron fuentes de Adif a este diario el pasado fin de semana, han sido los trabajos de mejora de la infraestructura viaria que se han llevado a cabo en los enclavamientos de las estaciones de Sollana y Benifaió-Almussafes. Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias explicaron que los enclavamientos «son los sistemas que regulan todos los movimientos de los trenes en el ámbito de una estación», es decir, las entradas y salidas de los convoyes, los cambios de agujas o las señales. Además, se pondrá en servicio el sistema de bloqueo automático banalizado entre Sollana y Silla y se procederá a dar alta la dependencia de Benifaió-Almussafes.
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