La falta de examinadores en Valencia lleva al caos las pruebas del carné de conducir

El inicio de toda esta problemática comienza con el habitual retraso que sufren las fechas oficiales para la realización de estas pruebas. Este 2024, los alumnos suelen realizar su examen un día después de la fecha oficial. Aunque en otras épocas se hayan vivido esperas mucho mayores, se ha llegado al último día del calendario oficial y 20 autoescuelas que debían realizar hoy estas evaluaciones no pueden hacerlo porque para la jornada están citados los alumnos con fecha oficial el 1 de agosto. Normalmente, la solución de la DGT en estos casos era alargar un día ese calendario oficial y así cerrar por vacaciones sin que ningún alumno con fecha antes de verano se quedase sin hacer su examen.

Sin embargo, para esta temporada el próximo día para terminar la tanda de exámenes sería el próximo lunes 5 de agosto, pero la DGT sólo tiene dos examinadores disponibles de la treintena total, que son aquellos que incorporó en mayo para reforzar la plantilla y que no tienen vacaciones este mes. El resto de trabajadores se encuentran de baja o inician este viernes su pausa de verano, por lo que Tráfico no tiene examinadores disponibles para abastecer a las 20 autoescuelas para el próximo lunes.

Como solución, la DGT ha recolocado a todos estos alumnos desde el 5 de agosto hasta el día 12, sufriendo los últimos un retraso de hasta 10 días con respecto a su fecha oficial. Estos cambios han supuesto graves problemas tanto a alumnos como a autoescuelas, puesto que muchos han visto afectadas sus vacaciones por una decisión tomada de manera unilateral por Tráfico, única entidad que no ve modificado el descanso de sus trabajadores.

Desde diciembre de 2023, la DGT envió por email el calendario oficial de fechas de exámenes. LAS PROVINCIAS, que ha tenido acceso a esta información, ha podido comprobar que Tráfico recalcó que del 5 al 30 de agosto las pruebas de conducir quedaban suspendidas. Con esta información, las autoescuelas se organizan para gestionar las vacaciones de sus trabajadores e informar de igual manera a los alumnos para no solicitar prácticas ni fecha de examen en los días donde la actividad queda suspendida.

Con todo ello, la DGT informó el 31 de julio, es decir, este pasado miércoles, -también vía correo electrónico- de las soluciones que establece para esas 20 autoescuelas que debían examinarse hoy. Las empresas de formación consultadas por este periódico se sienten «completamente abandonadas» por la decisión tomada y los tiempos en los que se ha informado. Tráfico no ha respetado el calendario de suspensión de pruebas y ello afecta en primer lugar a los alumnos.

En primer lugar, muchas familias no contaban con gastar más dinero en prácticas de cara a la próxima fecha. Con hasta diez días de diferencia, algunos optarán por acudir a su examen sin coger el coche en más de una semana, mientras otros deberán gastar una cantidad económica extra que no contemplaban. Por otro lado, muchos de los examinados ya habían planificado sus vacaciones con la fecha oficial, por lo que la nueva citación les coincide en medio de un viaje verano. Ahora estos deberán decidir si acortan sus planes, -con el coste económico que ello supone- o rechazan la convocatoria.

Fuentes consultadas aseguran que la DGT es consciente que su solución «no tiene ni pies ni cabeza», y por ello han rebajado unas normas que hasta la fecha eran inamovibles. «Cuando un alumno decide no acudir a su examen, la DGT corre convocatoria y no permite cambios, el alumno pierde un intento. Este verano, nos han informado que podemos cambiar a los alumnos de fecha como queramos dentro de estos días de agosto, o que renuncien a su plaza, sin un escrito oficial o requerimiento alguno. Esto denota que Tráfico sabe que su gestión no es correcta», asegura una de las partes afectadas.

Del mismo modo, si se ofrecen fechas de examen en temporada de verano, las autoescuelas deben ofrecer a sus alumnos la posibilidad de hacer prácticas hasta el día de la prueba. Con el panorama actual, son varias las autoescuelas que ya tenían organizadas las vacaciones de sus trabajadores y que se quedan cojos para ofrecer este servicio a los alumnos afectados. Además, mantener la autoescuela abierta, y con escasez de plantilla, en fechas imprevistas, obviamente supone una serie de costes económicos que estas entidades no tenían presupuestado.