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Lola Soriano Pons
Valencia
Miércoles, 2 de abril 2025, 00:50
Este viernes acaba el plazo para que los interesados en adquirir una de las seis propiedades que subasta la entidad pública Plan Cabanyal-Canyamelar presenten ... ofertas y la oficina ya prepara los pliegos de cinco propiedades más que también saldrán este año a la venta.
El barrio marinero se ha convertido en un polo de atracción y son muchos los jóvenes, familias nuevas y comerciantes que quieren buscar suerte en esta zona con sabor a pueblo que tiene un atractivo tan potente como la proximidad al mar.
Para la presente subasta son 250 visitantes que han hecho el recorrido guiado para conocer de primera mano el estado de las propiedades que se ofertan. Una de las casas que más visitas ha recibido es la de Escalante 216, un unifamiliar que hasta la década de finales de los 80 o principios de los 90 fue una parroquia, la de San Rafael Arcángel, y que luego fue adquirida por una familia, la señora Isabel, tal como se conocía en el barrio. La han visitado 48 personas; otra casa en Francisco Eiximenis ha recibido 59 visitas; 53 personas han visto la propiedad en subasta en la calle Progreso y 51 un bajo que se subasta en la calle Juan Mercader. Hasta la fecha, al menos se han recibido ya 21 ofertas, a la espera de que se cierre el plazo.
El precio de salida, por ejemplo, del unifamiliar de la calle Escalante 216 que antes fue una parroquia es de 215.000 euros y se trata de una edificación con 170 metros cuadrados de superficie en un punto del barrio que llegó a estar condenado al derribo cuando se proyectaba ampliar la avenida de Blasco Ibañez, una propiedad que da a dos calles, que incluye zona de garaje y que incluye una escalera de gran porte de mármol.
En esta subasta se incluye también, por ejemplo, un bajo en un edificio de la calle Juan Mercader 38, justo al lado de la estación de tren del Cabanyal, que también iba a derribo con la ampliación de Blasco Ibáñez que ya se desterró, que tiene 67 metros cuadrados y que cuenta con un precio de salida de 75.000 euros, un bajo que incluye un pequeño patio trasero.
En este mismo lote se saca a subasta un solar de la calle San Pedro de 173 metros cuadrados por 200.000 euros y otro de 157 metros cuadrados por 185.000 euros, unos espacios que actualmente se usan como aparcamiento improvisado de coches.
En 2024 cabe recordar que se llegaron a realizar 343 visitas a los 15 inmuebles que se subastaron y se llegaron a recibir 161 propuestas, con propiedades que llegaron a recibir entre 25 y 6 ofertas, lo que demuestra que es una zona muy apetecible y que se ha puesto de moda, dejando atrás poco a poco los años de degradación urbanística y social de algunos tramos del barrio.
Entre las propiedades que se ofertaron figuraba una casa que había sufrido tiempo atrás un incendio, seis que estaban en riesgo de derrumbe y una vivienda que incluso estaba okupada y fueron muchos los jóvenes que asistieron a las visitas en busca de su primera vivienda. Entonces los precios de salida fueron entre 55.000 euros y 225.000 euros y se superó el ingreso de 1,3 millones de euros.
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Y en 2023, por ejemplo, las 14 casas que se subastaron alcanzaron un precio total de 1.179.905 euros, cifra que supuso un 42% de incremento con respecto al precio de salida inicial que fue de 830.125 euros.
En un recorrido por el barrio es fácil ver cómo se han ido reformando algunas de las casas que ya se subastaron en ediciones anteriores. Así, por ejemplo, un solar que se subastó en 2016 en el entorno de la calle de Los Ángeles es ahora una casa de planta baja y dos alturas donde vive un vecino, que prefiere mantener su anonimato.
Detalla que se sintió atraído por el barrio «porque es una zona interesante, que está cerca del mar, una zona con potencial. Me enamoré del barrio porque es como un pueblo dentro de Valencia. Me conquistó su personalidad y su historia y que está cerca de la playa y de la Marina», confiesa.
Afirma que está encantado de vivir en el barrio. «Compré un solar y ahora tengo mi casa del Cabanyal donde he echado raíces», describe. Además, es arquitecto de profesión y asegura que tras comprar el solar, «esperé un año la licencia y luego vino un año de obras y me instalé ya con mi familia en 2018 y ya tengo dos hijas nacidas en el Cabanyal».
Recuerda que primero se hizo una puja «el solar quedó desierto, no se presentaron ofertas, se volvió a ofertar y pujé». Y añade que ya son tres amigos los que han acabado viniendo al barrio del Cabanyal a vivir.
Muy cerca de él, con una calle de distancia también se ha instalado otro arquitecto que ha creado una vivienda unifamiliar que ha tenido muy en cuenta la construcción con métodos tradicionales para crear zonas de sombra y con un patio interior que aporta mucha luz a la vivienda.
Otros de los jóvenes que han adquirido una propiedad en anteriores subastas son Eva y José, ambos artesanos que firman sus trabajos como El Drac del Cabanyal. «Compramos un local, en la calle Vidal de Canelles, en la subasta del pasado año», indican.
En este caso los dos eran ya vecinos del barrio. «Yo llevo 28 años en el Cabanyal, pero José es de toda la vida. Es rebisnieto de pescadores del Cabanyal». Si bien los dos ya tienen un a tienda-taller en la calle de la Reina, han adquirido un bajo para convertirlo también en taller artesano. «Ahora tenemos que reformarlo, ya que estaba el local cerrado creo que desde 2009», comentan.
Los artesanos se dedican al modelado de fantasía, con cajas secretas, escribanías o encuadernaciones de madera con modelado en portadas y participan en la feria de primavera que se celebrará el 11 de abril al 3 de mayo en la plaza de la Reina.
Otro joven, Rául Rodríguez, es militar de la Unidad Militar de Emergencias (UME) pero también ha adquirido un bajo vecino al de Eva y José para combinar su profesión con la futura dirección de un negocio. «Tengo que reformar el local, pero la idea es crear una tienda para crear tatuajes. Era una oportunidad y es importante dar vida al barrio con negocios», afirma.
Hay que recordar que en el año 2016, primera vez que se subastaron propiedades, por 17 propiedades se ingresaron 642.449 euros; en 2017 se recaudaron 359.616 euros por nueve propiedades; en 2022, en la cuarta subasta por 17 casas y pisos Plan Cabanyal obtuvo 1.491.773 euros y en 2023 el ingreso por la venta de 14 propiedades fue de 1.179.905 euros.
En cuanto al número de propiedades que dispone el Plan Cabanyal-Canyamelar, en 2015, antes de comenzaran las subastas tenía 246 propiedades entre pisos, casas y solares y durante las dos subastas realizadas en 2016 y las de las ediciones 2017, 2022, 2023 y 2024 se han enajenado 118.
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