Una de las terrazas más grandes de la zona, en una imagen reciente. LP

Superterraza en la supermanzana

Vecinos de Palleter protestan por la ocupación de las mesas y sillas del espacio público supuestamente recuperado por Urbanismo antes de las elecciones

Martes, 26 de septiembre 2023, 00:53

La supermanzana de Palleter quedará como un modelo fallido. No porque haya salido mal, sino porque no habrá más. Al menos mientras gobierne María José Catalá. Lo cierto es que la zona recuperada entre las calles Palleter y Calixo III suele estar llena de gente, de niños jugando, de coches mal aparcados por la noche... y también de terrazas. De superterrazas, si se permite el juego de palabras. Porque de lo que dijo en su momento el Consistorio de que el espacio público iba a ser para el peatón y no para el hostelero a la realidad hay un trecho: vecinos de la zona protestan por algunas terrazas, mucho más grandes de lo que, en su opinión, deberían ser.

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Y también mucho más grande de lo que señalan las marcas verdes en el suelo, al menos en el caso de una 'superterraza' situada en la esquina de Calixto III con Fernando el Católico. Casualmente es el enclave donde más ha subido el ruido, según un estudio aireado por el PSPV el pasado mes: en esa esquina el ruido es entre un 7 y un 8% superior al que había antes de la supermanzana.

Según ha podido saber este diario, la terraza corresponde a un local que ya ocupaba ese espacio antes de la manzana. Según el propietario del establecimiento, hace unos años se actuó en esa esquina de tal forma que se ganó una plaza en la calzada. Fue ahí donde él colocó la terraza, con catorce mesas. Sin embargo, tras la supermanzana le colocaron dos maceteros que le hicieron tener que quitar dos mesas. «Sigo pagando lo mismo», insiste. Asegura que todo es legal y que si la terraza no está marcada en el suelo con pintura verde es porque el Ayuntamiento aún no ha ido a hacerlo.

Algunos vecinos protestaron al respecto. Aseguran que la idea de la supermanzana «no es esa». Al lado de este local hay otro que también tiene mesas en la calzada. «Hacen lo que quieren y nadie les dice nada», lamenta María Jesús, que vive en una calle cercana. Sin embargo, los hosteleros de la zona aseguran que las visitas de la Policía Local para comprobar licencias, horas de cierre y permisos de terrazas son constantes. «Yo tengo colgada la licencia en la puerta porque me lo dijo el Ayuntamiento: así cuando viniera la Policía no me podían decir nada», explica el propietario de una de estos locales. Los días que él no abre, su 'vecino' ocupa parte de su espacio, tal como ha podido comprobar este diario.

Lo cierto es que en otros tramos de la supermanzana las mesas y sillas ocupan parte de la calzada. Tampoco demasiado, pero lo suficiente como para que se ponga en entredicho lo asegurado en su momento sobre la supermanzana. Los residentes también protestan porque por la noche, aunque hay una más que evidente línea continua, son muchos los coches que aparcan en torno al camino que va entre Juan Llorens y Palleter entre Palleter y la gran vía. Son, sobre todo, vecinos que salen temprano de casa o visitantes de los locales de hostelería de la zona, que dejan el coche mientras toman algo, con un ojo en la calle, en algunos de los locales del entorno.

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Los residentes de la zona aseguran que son muchas las familias que tienen más de un coche y han tenido que alquilar plazas de garaje. La supermanzana eliminó decenas de sitios para aparcar, pese a que durante la campaña Compromís prometió crear una zona verde o zona naranja en los alrededores, quizá en el entorno de Abastos, para quienes viven en la supermanzana. La idea no se puso en marcha durante su tenencia de la concejalía de Movilidad, sino que la plantearon únicamente en elecciones, en un acto celebrado por la coalición en la plaza donde recibieron críticas, sobre todo, a lo árida que es la propuesta, sin apenas árboles ni zona verde. Cabe recordar, en este sentido, que la supermanzana es una idea de la concejalía de Urbanismo, como se justificaron el exalcalde, Joan Ribó, y el exconcejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, en ese acto con los vecinos.

Y luego está el tema de la velocidad. A través de la supermanzana, situada muy cerca de los colegios Escolapias y Jesús y María, así como de una guardería, no se puede ir a más de 10 kilómetros por hora porque por la tarde y durante los fines de semana la plaza está repleta de niños. Sin embargo, la verdad es que muy pocos coches circulan a esa velocidad, tal como ha podido comprobar este diario de primera mano. En aquel encuentro con los vecinos, Compromís se comprometió a pedir a la Policía Local que controlara esta cuestión, pero nada se ha hecho al menos hasta el momento.

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Las supermanzanas son, como decíamos, un proyecto fallido porque Catalá no hará más. De hecho la alcaldesa anunció este mismo mes que la que había proyectada para Orriols se convertirá en una plaza. Pero, eso sí, la primera edil adelantó que no dará marcha atrás con la supermanzana de Palleter, aunque sí aseguró que se le dará «una pensada». «Hablaremos con los vecinos a ver qué se puede mejorar», dijo la alcaldesa. Las obras en la Petxina costaron 840.000 euros.

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