Hosteleros y taxistas claman para recibir más ayudas

Los hosteleros y los taxistas valencianos no acaban de ver con buenos ojos la puesta en marcha del toque de queda por parte del Gobierno valenciano y consideran prioritario recibir ayudas para poder sobrevivir.

La Confederación de Taxistas Autónomos de la Comunitat Valenciana augura que el toque de queda hasta el 9 de diciembre supondrá un nuevo «apretón de tuerca» para el sector, que ha reducido hasta un 65 % sus ingresos. Esta organización pide a la Generalitat un «rescate» con medidas similares al «bono turístico».

El portavoz de la confederación, Fernando del Molino, afirmó a EFE que el toque de queda llega en un momento en el que el sector del taxi «ya está fuertemente tocado», y «cada acción que limita la movilidad es un recorte más» en sus ingresos.

Del Molino dijo que los ingresos de los taxistas han bajado sus ingresos desde el inicio de la pandemia entre el 60 y 70 % en las grandes ciudades, y en los municipios turísticos alcanza el 80 y el 90 %. «Los ahorros se están acabando y hay taxistas que no tienen dinero ni para pagar las facturas de la luz o la hipoteca y están incluso renunciado a licencias», dice Del Molino.

Por su parte, la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia afirmó ayer que esta nueva restricción horaria «tendrá un coste de un millón de euros para la hostelería de Valencia ciudad y de 5,5 millones de euros a nivel autonómico. Unas cifras que suponen un nuevo varapalo para la actividad de las pymes hosteleras, que, en estos momentos, soportan caídas de facturación por encima del 50% con respecto a 2019».

Cerrar a las 12 de la noche supone que «media hora antes, como mínimo, hay que empezar al desalojo de los clientes y la recogida de sillas y mesas de terrazas». Y reclaman que el sector necesita «un plan de rescate real», con ayudas directas e incentivos similares a las del bono turístico. «El dinero debe llegar a todo el tejido empresarial más vulnerable y afectado por la crisis», aseguraron desde la coordinadora.

Desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) apuntaron que la medida tiene que tener un «horizonte temporal y con el objetivo prioritario de evitar el cierre de la actividad de la hostelería». Señalaron que lo sucedido en otras comunidades, con el cierre de los locales, «es totalmente injusta, desproporcionada y sin ningún rigor». En este sentido señalaron el escaso porcentaje de contagios en el sector, un 3,5% según un estudio reciente de COMPETUR.

De todas formas explicaron que «la aplicación del toque supondría un recorte más en el horario de las actividades con un impacto de forma directa en el servicio de cenas». Señalaron que provocará de forma inmediata la cancelación de reservas y la imposibilidad de realizar algunos eventos como bodas que estaban ya previstos con el horario vigente actual.

Fuentes de la federación reivindicaron también que la Generalitat debería realizar un plan de rescate y de ayudas directas a los empresarios y autónomos valencianos.