El tráfico en las nuevas plazas enfrenta a vecinos y comerciantes

Las asociaciones vecinales cargan contra el Ayuntamiento porque creen que no se puede considerar zona peatonal si «durante toda la mañana», aseguran, están transitando los vehículos. Por su parte, los comerciantes muestran su hartazgo por las constantes críticas y piden que se sancione a quien no respete los horarios o a quien no sea residente. Los propietarios de los negocios se sienten atacados por desarrollar su actividad.

Desde antes de las siete y media de la mañana comienza el tráfico en el entorno del Mercado Central. Que furgonetas y camiones accedan a las plazas es casi inevitable. Son muchos comerciantes dentro del Mercado que se suman a la actividad que hay también fuera de él.

El trasiego se hace constante conforme avanza la mañana y empiezan a abrir los bares y el resto de comercios que hay en la zona. A las diez de la mañana la plaza del Mercado ya está llena de gente. No cabe nadie en las terrazas y los grupos de turistas llenan el entorno. A esa misma hora aún siguen llegando furgonetas que atraviesan la plaza entrando por la calle de María Cristina y algunas giran en la calle de Ercilla, otras salen por la calle Vieja de la Paja y los menos, se quedan parados en la misma plaza.

Los vehículos privados entran y van a una velocidad considerable para la cantidad de personas que a esas horas transitan la plaza. Un niño en patines, un grupo de turistas en bicicleta, y hasta una pareja de ancianos tuvieron que apartarse en un momento dado porque incluso bien entradas las once de la mañana el tráfico en la zona no cesa.

«El descontrol está en la carga y descarga, no se puede decir que es una zona peatonal y estar durante toda la mañana con camiones, furgonetas y coches, hasta que ocurra una desgracia, los bares están abiertos a las siete de la mañana y las paradas del mercado también. Lo correcto sería que a las ocho y media o así terminarán de pasar», dice Trini, de la asociación de vecinos de Velluters quien ya ha puesto varias denuncias al respecto. «Es peligroso para los peatones», añade.

Los vecinos ya vienen insistiendo en el asunto, que no sólo tiene que ver con la carga y descarga porque también son particulares los que acceden pese a ser zona exclusiva para residentes. El Ayuntamiento estableció un horario de carga y descarga que los vecinos aseguran que no se cumple y van más allá, piden que se reduzca en estas zonas que están marcadas como peatonales. En esas calles peatonales pueden realizarse con carácter general operaciones de carga y descarga de lunes a sábado no festivos, de 8 a 11 horas según establece la Ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica, salvo que exista señalización con indicación distinta.

Recortar el horario podría suponer una dificultad añadida para los negocios. «El problema está en que sólo van a por el que trabaja, en esta ciudad es así, van a fastidiar al que tiene que abrir la persiana, no a los que de verdad están haciendo las cosas mal», protesta el dueño de un pequeño comercio junto a la Lonja, que prefiere quedarse en el anonimato. El propietario protesta porque «multan al que entra en coche y para un segundo para recoger algo de una tienda pero no a quienes pintan grafitis en los bancos que acaban de colocar». Los vendedores del Mercado Central aseguran cumplir el horario establecido. Álex, el propietario de otro negocio al lado de la Lonja sentencia: «Aquí nunca llueve al gusto de todos, los coches no son tan molestos como que no hayan puesto más árboles».