El tripartito de Valencia intenta rebajar la crisis: «Es normal, se habla y se llega a acuerdos», dice Ribó

«Es normal, se habla y se llega a acuerdos. Lo hemos hecho muchas veces». El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha querido restar importancia a las críticas de València en Comú hacia la portavoz del grupo socialista, Sandra Gómez, tras el anuncio de la primera de pedir que el presupuesto municipal incluya la construcción de 300 viviendas en régimen de alquiler.

«En este Ayuntamiento no ha habido ninguna votación diferenciada tras tres años y pico de gobierno. Sólo hay que mirar lo que pasa por ahí«, ha defendido el primer edil. »Que haya disparidad de criterios es normal, somos de partidos diferentes, claro que sí, y continuaremos hacerlo«, ha añadido.

El comunicado del grupo formado por María Oliver, Berto Jaramillo y Neus Fábregas consideraba las propuestas de sus socios de gobierno como un buen punto de partida, pero «opinamos que la prensa no es el foro adecuado para discutir estos asuntos, ya que genera confusión en la ciudadanía e imagen de desgobierno«.

A más a más, señalan que «la urgencia electoralista lleva a cometer estas prácticas, pero existen diferentes órganos comunes para trabajar estos temas. Por ejemplo, el Plan Estratégico de Vivienda establece un espacio donde todo el Ayuntamiento (vivienda, servicios sociales, AUMSA, inserción socio-laboral, juventud, etc.) participa de las decisiones en materia de vivienda, desde una perspectiva conjunta a nivel de ciudad. Además, la vivienda es un asunto demasiado delicado para gran parte de la ciudadanía con el que no se debería especular electoralmente«.

Las declaraciones de Ribó se han producido antes de la reunión de los tres grupos para hablar del presupuesto de 2019. «Primero hablaremos de la regla de gasto, que tenemos que cumplir. Estamos liberados del Plan de Ajuste, pero hay que cumplir los ingresos y gastos«, ha comentado. »Es un año especial y electoral, son diferentes; vamos a programar una primera fase hasta junio y luego seguiremos«.

En cuanto a las líneas de trabajo, ha destacado «acabar con los compromisos que tenemos y seguir con normalidad, con la voluntad de seguir trabajando, que este gobierno continúe en el futuro«.

Para la portavoz socialista, hay que «consensuar dentro de las prioridades del gobierno. Son unos presupuestos importantes y se cerrarán bien, muestra de que somos un gobierno estable que ha generado confianza«.

En opinión de la portavoz de València en Comú, María Oliver, el presupuesto debe ser «social, es algo que estamos todos de acuerdo», para insistir en la necesidad de mejorar las políticas de acceso a la vivienda. «Una de las cosas que desestabiliza es la subida de los precios de alquiler. Estamos en posición de dar una solución a una situación que viene de la precariedad laboral«.

Oliver ha citado como ejemplo que este año «se ha dado la circunstancia de que las ayudas han tenido el doble de solicitudes. Es un síntoma de que funciona bien, pero también que los Ayuntamientos tienen pocas capacidades para dar respuesta a este problema«.

El portavoz de Compromís, Pere Fuset, ha comentado antes del encuentro que «este gobierno ha sacado a Valencia de la UCI y hemos de continuar rehabilitando la vida de los valencianos. Este trabajo no se acaba y este gobierno ha de ir más lejos, nos pondremos de acuerdo fácilmente en las prioridades«, para citar como ejemplo la movilidad, la EMT, la limpieza y el mantenimiento de los jardines, para insistir en políticas que »favorezcan el acceso a la vivienda«.

A falta de conocer aspectos concretos de las cuentas, el primer edil ha indicado la voluntad de llegar al 0,7% del presupuesto municipal para cooperación y desarrollo. «Ahora estamos en el 0,61%», ha precisado. «Aparte de esto tenemos que discutir todo lo demás. »Los márgenes no son muy amplios, el crecimiento no es muy importante y tenemos una regla del gasto que nos limita mucho«, para insistir en que Valencia »es la gran ciudad que menos impuestos cobra por cápita, de ciudades de más de medio millón de habitantes«.