El turismo huele a récord este año en Valencia

La comparación se realiza con 2019 para evitar los años de vacío debido a la pandemia del Covid, donde el confinamiento y las limitaciones de movilidad anulan cualquier posible referencia. Además, el Ayuntamiento de Valencia acordó con los votos de Compromís y PSPV que cuando se superase ese registro entraría en vigor la tasa turística para los visitantes. El cambio de gobierno ha esfumado esa posibilidad, lo que ha sido aplaudido por el sector hotelero y de apartamentos, a la espera de que la Generalitat derogue la legislación.

Aún así, es la mejor referencia para explicar la fotografía de un sector en Valencia en el que las costuras ya aprietan en algunas zonas. Por ejemplo, en el Mercado Central funciona un decálogo después de un acuerdo con los guías turísticos, como que los grupos de visitantes sean limitados para no colapsar los pasillos, o que las explicaciones sobre el edificio se den en la calle y no en el interior.

Esto no evita las aglomeraciones, por supuesto, dado que se trata junto a la Lonja del edificio municipal más visitado. Pero es un síntoma de la necesidad de regulación, de la misma manera que en algunas paradas piden que no se hagan fotografías.

La incomodidad con el turismo no es igual en todas las paradas. Al contrario, las que han podido se han reconvertido vendiendo raciones individuales de fruta cortada, quesos, fiambres o bocadillos para ofrecer a los visitantes y lograr un mayor rendimiento incluso que con la venta a granel.

La conclusión podría ser que el turismo es muy bueno y contribuye de manera decisiva a la economía de la ciudad, aunque debe estar controlado para evitar el caos. Y debe serlo pronto a tenor de las cifras de este año, que consolidan la idea de que será el mejor de la historia de Valencia.

Así, los cinco primeros meses del ejercicio han sumado un total de 918.623 visitantes, mientras que en 2019 fueron 857.097 turistas. Cierto es que este año las Fallas han caído más que bien, pero el conjunto es muy positivo.

En el desglose, es cierto que les ha ido mucho mejor a los empresarios hoteleros que a los propietarios de apartamentos turísticos, al menos en los registrados en este último caso. Los segundos están en retroceso al pasar de 113.682 turistas en 2019 a 98.122 personas este ejercicio.

Por el contrario, en el apartado de los hoteles se ha producido un claro incremento al llegar a 743.415 en 2019 a 820.501 turistas en lo que va de año que se alojaron en estos establecimientos. Y eso que la planta hotelera es muy similar a la de hace cuatro años. Valencia tiene en la actualidad una oferta de 18.581plazas, mientras que entonces era de 18.342 disponibles en hoteles.

El número de establecimientos sí que ha cambiado sustancialmente al pasar de 148 a 190 locales registrados, de lo que se deriva que la tendencia es la apertura de muchos de poca capacidad, bien de los llamados 'boutiques' de lujo o los de menos estrellas situados en edificios pequeños del centro histórico de la ciudad.

En cuanto a los proyectos a la vista, al menos los que se han hecho públicos, el litoral concentra dos de gran calado. Por una parte, la construcción de un hotel en la calle Eugenia Viñes, casi en la esquina con la calle Doctor Marcos Sopena, se ha incluido en el plan del Cabanyal y con cambios de última hora. En lugar de un inmueble de hasta 15 plantas, el anterior gobierno municipal aceptó rebajarlo casi a la mitad para su aprobación definitiva de la Generalitat.

A poca distancia, dentro de la Marina, el plan de usos todavía sin ejecutar permite un edificio todavía más alto de uso hotelero. En su día se habló de hasta 30 plantas, en un solar de la zona de la antigua estación marítima, aunque con el Consorcio Valencia 2007 en fase de liquidación, es imposible asegurar cuando será una realidad dicho proyecto.

En el centro histórico y el Ensanche hay otras iniciativas, aunque el denominador común es la queja de los promotores debido a la demora en las licencias de obras y actividad. Además, al tratarse de edificios protegidos, debe obtener el visto bueno de la comisión de Patrimonio.

Ejemplos hay muchos aunque el que se lleva la palma es una promoción en la calle Eixarchs para abrir un hotel de cinco estrellas. Situado junto al Mercado Central y la iglesia de Santos Juanes, combina la recuperación de un palacio y la construcción de edificios de nueva planta. Lleva lustros esperando el permiso para iniciar las obras.

En cuanto a las nacionalidades de los visitantes, en los cuatro primeros meses del año todavía prevalece la española, aunque lo normal es que cuando se acabe la temporada de verano, las tornas hayan cambiado por completo. De momento, el 51,46% vienen de otras regiones españolas, mientras que el 48,54% es de fuera de nuestras fronteras.

De estos, predominan los italianos con 70.545 visitantes, lo que constata la afinidad entre los dos países, con una importante colonia transalpina en Valencia, además de buenas conexiones aéreas.

La relación sigue con los 50.622 viajeros llegados de los Países Bajos y los 37.340 británicos, que completan un podio donde la cuarta posición se ha quedado en puertas, dado que los alemanes suponen 36.483 turistas.

Cierra la clasificación los 6.786 argentinos, aunque igual de interesante es que en los incrementos respecto al pasado año, después de los españoles y los italianos, la tercera posición corresponde a los 9.053 norteamericanos, que ya suponen la quinta nacionalidad extranjera en el total. Conseguir que Valencia se consolide como parte de las rutas turísticas para los estadounidenses es uno de los retos a medio plazo para el sector.

Una parte de la difusión de la ciudad corresponde a los cruceristas. Aunque estén sólo unas horas en Valencia, lo interesante es que decidan volver a conocerla con más calma y gasto que dejan. Las cifras muestran que en el primer cuatrimestre se ha producido un cambio respecto al pasado año, con menos escalas, al pasar de 105 a 81. Eso sí, respecto a 2019 hay un incremento dado que aquel año fueron 76 buques. En cuanto a pasajeros. de momento han pasado 181.669 turistas, más que hace cuatro años.