La Universitat aviva el debate por conservar el Metropol antes de que se permita su derribo

Al derribo del antiguo cine Metropol (Hernán Cortés, 9) le falta un informe que debe hacer la Conselleria de Transparencia y se espera para dentro de unos días. El Ayuntamiento ya dijo que no puede hacer más porque los servicios jurídicos aseguran que es inviable prohibir la demolición de la finca para construir un hotel en el solar.

Ante esta situación, la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València mostró ayer su rechazo a la demolición del inmueble inaugurado en 1932, para pedir a las autoridades competentes que «adopten cualquier medida que evite su desaparición». La iniciativa se acordó durante una reunión de la Junta del centro.

Miembros de los departamentos de Historia del Arte, de la Historia Moderna y Contemporánea, así como el aula de Historia y Memoria Demócrata prepararon el 20 de mayo de 2020 un informe consultivo sobre los valores artísticos históricos y la memoria democrática del Metropol.

En el documento señalaron la importancia de conservar el edificio Cinema Metropol, al menos en pleno su fachada, atendiendo a valores artísticos y memoria histórica, ante la relación que existe entre este edificio y la capital republicana de Valencia durante la guerra civil y lugar de memoria democrática.

«Estamos enfrentando la primera construcción del arquitecto Javier Goerlich en la que introduce el lenguaje racionalista, que se desarrollará más en otros edificios posteriores de la ciudad, por lo que es una clave de trabajo para entender la evolución de su estilo», se indica en las conclusiones. El informe afirma que estas formas racionalistas del edificio vinculan a la imagen modernidad que utilizó la II República, así como la figura de su promotor, Vicente Carceller (editor de la revista satírica La Traca y empresario de espectáculos) que fue arrestado en junio de 1939 y fusilado meses después.

Entre las razones por las que piden mantener el edificio señalan que no hay ningún cine de antes de la guerra civil en pie en Valencia, y que su fachada es un símbolo de ese momento y elemento singular y único, por su moderna apariencia. «Esta imagen vanguardista fue excepcional entre los edificios que cubrieron esta zona del Ensanche y una pieza singular de toda la ciudad».

El cine fue cerrado tras un incendio y tenía un aforo de 1.200 plazas. La falta de protección urbanística hizo que el Ayuntamiento negociara con la empresa propietaria el mantenimiento de la fachada, de estilo art decó. Finalmente, se ha intentado por los valores de la memoria histórica que pueda atesorar, aunque es improbable su mantenimiento.