L. Soriano / M. Guadalajara / Á. Serrano
Valencia
Viernes, 29 de enero 2021
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Los sonidos de los motores de los coches y el estruendo de los pitidos provocados por conductores impacientes elevaron ayer el nivel de contaminación acústica en Valencia, sobre todo en los puntos donde se produjeron atascos desde el mediodía hasta última hora de la tarde en el primer fin de semana de cierre perimetral ordenado por el Consell en las ciudades con poblaciones superiores a los 50.000 habitantes para frenar la expansión del coronavirus.
Esta medida afecta a 16 municipios que suman 2,5 millones de vecinos y que también han registrado atascos importantes.
En el caso de Valencia, el Ayuntamiento ha preparado para este fin de semana, desde las 15 horas de ayer ya hasta las 6 horas del lunes, un operativo con 350 agentes de Policía Local, motos quads y drones y, además, se cuenta con un refuerzo de la Policía Nacional, con el fin de controlar el cumplimiento de la norma y evitar que la gente se desplace a su chalé o apartamento sin tener una causa justificada. Eso sí, cabe aclarar que el acceso a las pedanías de la Albufera sí es factible.
Entre las zonas de Valencia donde se registraron ayer más atascos figuran el Camino Nuevo de Picanya (barrio de San Isidro), de salida a la carretera de Torrente; en el acceso a la Pista de Silla, en la avenida de las Cortes Valencianas y la avenida del Cid.
Precisamente en el Camino Nuevo de Picanya se puso uno de los principales controles, con al menos nueve policías locales, tres coches y un furgón. Desde las 15 horas comenzaron a realizar controles aleatorios a los conductores, para comprobar que nadie salía de Valencia sin causa justificada, y la cola de coches que se formó llegó a Tres Forques y Archiduque Carlos. A las siete de la tarde tanto en el Camino Nuevo de Picanya como en Tres Forques aún se registraban colapsos y tramos de retenciones.
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Los agentes dieron el alto a varios vehículos para que explicaran el motivo del desplazamiento y la mayoría de conductores de inmediato mostraron el papel que acreditaba su viaje. «La mayoría de los conductores que hemos parado llevaban el papel que justificaba el desplazamiento. Alguno que otro, unos cuatro –en el control de 15 a 16 horas– no tenían justificación para salir y les hemos hecho coger la calle Gremis para entrar de nuevo en el polígono de Vara de Quart y quedarse en Valencia», explicó el comisario de la Policía Local Fernando Giménez, quien añadió que «a pesar de que se ha avisado por la prensa, televisiones y radio de la nueva medida de los fines de semana, todavía hay gente que no sabe o no quiere saber, pero estamos en estos controles para ayudar, informar y evitar que la gente salga».
Un conductor como Julián L., que quería girar desde el Camino Nuevo de Picanya hacia Vara de Quart, indicó que entendía el control, «pero los que queríamos entrar al polígono no nos dejaban girar y hemos tenido que irnos hasta Tres Forques y cruzar el recinto y nos ha costado una hora llegar a trabajar».
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En otra salida de la ciudad donde también se quedaron los coches atascados fue en la avenida de Cortes Valencianas. Los conductores se mostraron resignados, pero lamentaron el tiempo de espera para poder continuar la marcha. Esta misma imagen se produjo en la avenida del Cid, donde los coches parecía que iban de procesión.
Cabe destacar que en varios puntos de la ciudad habrá durante todo el fin de semana controles permanentes las 24 horas y en otros, de carácter temporal. En el acceso a la pista de Silla, ayer también se produjeron atascos importantes tanto de los coches que llegaban por Ausiàs March como por los que llegaban de Fernando Abril Martorell.
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En una gasolinera próxima a la pista de Silla, Rosana A. indicó que paró antes del mediodía para repostar y tomar un refresco, «pero ya me tengo que ir con el coche hacia la Safor, antes de que cierren a las 15 horas Valencia». Explicó que había bajado para ir de compras «y cuando he llegado había un control de la Policía Nacional de unos 20 agentes y en ese rato sí se han producido retenciones, pero ahora para irme está más despejado».
Daniel Pérez, estudiante universitario, indicó que «nos vamos para Denia porque han suspendido las clases presenciales y van a ser online hasta mediados de febrero, de modo, que me voy antes de que hagan el cierre perimetral de Valencia». Otra vecina de Valencia, Ángela Cuenca, explicó que no se había enterado del cierre, «pero me parece perfecto para evitar más contagios. El problema es que lo estamos pagando los que lo hacemos bien, por los que hacen lo que no deben. Vi ayer las fotos de gente en grupo en la playa y me parece fatal, es una injusticia cuando hay gente muriéndose».
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En la zona norte de la ciudad el tráfico empezó a ser denso a las dos y media de la tarde. En el bulevar norte, hacia la avenida Hermanos Machado se empezaba a notar la gran afluencia de desplazamientos, pero pasadas las tres de la tarde en esta zona aún no había ningún dispositivo de control de las salidas o entradas pese a que a esa hora ya entraba en vigor el cierre perimetral de Valencia. Ni en Alfahuir con Alboraya ni en la salida hacia la V-21 por la avenida Catalunya se vio vigilancia hasta pasadas las tres y media.
Cruzando una rotonda se pasa de Valencia de Alboraya, unos cuantos metros separan a los vecinos de una y otra población, que se desplazan a diario entre ambas. Sin embargo ayer se encontraron con el control policial debido a la medida impuesta por el Consell. En la calle Ingeniero Fausto Elio, junto a las cocheras de la EMT, las retenciones ya eran notables en la salida de Valencia hacia la V-21. «Llevamos una hora de espera aquí metidos en el coche para llegar a casa, me parece un poco injusto la verdad y bastante innecesario», protestaba uno de los afectados en el atasco. La mayoría iban preparados, con los documentos de identidad y los justificantes de sus empresas, pero no a pocos les hacían dar media vuelta. Hasta cuatro agentes hacían una cadena: mientras unos pedían la documentación a los conductores, otros daban el visto bueno y autorizaban o no el paso de cada uno de los vehículos. «Tenemos que agilizar esto, pero también es costoso controlar a cada coche», comentó uno de los agentes.
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«Esto es desesperante, para un trayecto de 15 minutos llevo aquí metido casi una hora, 50 minutos ahora mismo, creo que este tipo de medidas no tienen sentido porque la gente si se quiere reunir en casas o hacer fiestas lo va a seguir haciendo y al final pagamos los que intentamos hacer las cosas bien», se quejaba otro hombre desde el interior de su coche. Poco a poco crecía la tensión entre los conductores.
«Venga hombre esto no puede ser», gritaron algunos mientras apretaban el claxon y el ruido aún impacientó más a los que esperaban. «Entiendo que haya que poner restricciones pero no sé si esto será efectivo la verdad, creo que quien se quiera ir, al final encontrará la manera. Lo mejor es intentar salir lo menos posible, pero la gente si no se lo prohíbes no lo hace y ahora nos toca aguantar», comentó una joven que conducía de camino a casa del trabajo. Esta zona cercana a la playa seguía atascada a última hora de la tarde del viernes.
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Los controles también se realizaron en el metro, en este caso, por la Policía de la Generalitat.Y es que el metro está funcionando en todas las rutas y paradas, pero los agentes hacen controles aleatorios para comprobar que los desplazamientos son justificados, ya que Valencia, Torrent o Paterna están cerradas perimetralmente el fin de semana. De hecho, Ferrocarrils de la Generalitat ha reforzado el personal auxiliar para informar de los servicios y advertir de las limitaciones del fin de semana.
Por ejemplo, los que están deseando que llegue el fin de semana para irse al apartamento o al chalet van a tener que pensarlo dos veces, ya que depende de la localidad en que se resida y en la que está ubicada la vivienda.
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En este PDF puedes ver un documento oficial con las respuestas a las preguntas más usuales
En principio, sí está permitido hacer uso de los espacios naturales como parques y playas, siempre que se encuentren dentro del municipio. No obstante, tras la masificación detectada ayer en la playa de Valencia, Alicante ha alertado de que cerrará el espacio si se repite este incidente.
Asistir a funciones, al cine o a centros comerciales también estará permitido dentro del horario de comercios y de los límites locales. Debemos recordar que todos los comercios excepto los de alimentación y farmacia deberán cerrar a las 18 horas y que la hostelería permanece cerrada para consumir en el local, aunque se permite comprar para llevar o pedir en el domicilio, eso sí, antes de las 22 horas, cuando el toque de queda se hace general.
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