Valencia reconstruirá el pórtico del mercado de flores de la tortada de Goerlich

La tortada era una estructura que cubría el mercado de flores en la plaza del Ayuntamiento entre 1933 y 1961. Tras su desmontaje, las piezas se marcaron por si en algún momento se planteaba la reconstrucción y ahora descansan al aire libre junto a las vías del tren en San Isidro en un inmenso jardín de ruinas donde también están los restos del monumento a Sorolla, cuya ubicación final negocia el Ayuntamiento con Costas. El Consistorio ha encargado a Hidalgo Mora Arquitectura el inventariado, análisis y estudio de la ubicación final de las piezas de la tortada.

El monumento a Sorolla (1933-1957) y la Tortada de Goerlich (1933-1961) se levantaron el mismo año y fueron dos conjuntos monumentales coetáneos, postal de la ciudad durante tres décadas. Por ello, «estos trabajos permiten recuperar una parte de la historia de Valencia, vinculada a dos de nuestros artistas más importantes y a la persona considerada 'artífice de la Valencia moderna'», aseguró la alcaldesa.

«Esta actuación es fruto de un proceso riguroso y respetuoso con la obra original y supone cumplir la voluntad del artista y resarcir así una deuda histórica», señaló la alcaldesa. «Se trata de una de las iniciativas culturales más destacadas en las que estamos trabajando, queremos devolver el monumento, actualmente descontextualizado, al lugar que inspiró sus espléndidas escenas de playa», añadió.

La extracción de los restos tuvo lugar el pasado abril en el tramo VII del Jardín Turia, en el antiguo matadero municipal de Borbotó, en el solar de Ferrocarrils de la Generalitat en San Isidro y en el cementerio viejo de Paiporta. El porcentaje de piezas originales existentes del primitivo monumento hace viable su recuperación patrimonial por «anastilosis» (reconstrucción por medio de la reunión de sus partes o fragmentos dispersos).

Estos trabajos han permitido desvelar la existencia de piezas de una fuente situada en la plaza de la Virgen antes de la última reforma, cuando se construyó la fuente del Turia. La fuente se hizo en homenaje al canónigo Mariano Linñámn y Morelló en la década de los 89 del siglo XIX por su contribución económica a la red de abastecimiento de agua potable de la ciudad. La fuente fue desmontada y marcada con pintura verde para una posterior reconstrucción, como la tortada, cuando fue desmontada y trasladada en la década de los años 70 del pasado siglo.