Valencia sale del bloqueo

El pleno del Ayuntamiento de Valencia, con votos del PP, PSPV y Compromís, selló ayer un acuerdo histórico. Se desbloqueó la situación del nuevo estadio del Valencia y se pusieron las bases para que el propietario del club reanude la construcción.

El acuerdo ha hecho que se dé solución de una vez por todas al conflicto que mantenía en el aire las obligaciones del club (como son terminar el estadio con los 70.000 espectadores, el pabellón de Benicalap y conservar la chimenea).

Desde que se paralizaron las obras del estadio en 2009, su construcción se ha convertido en una patata caliente. El Valencia tiene muchos intereses en juego, pero la ciudad también ya que tras el proyecto del nuevo coliseo se encuentra una operación urbanística aprobada por el Consell y el Ayuntamiento.

Durante los ocho años en los que Compromís y PSPV han estado al frente del Ayuntamiento no se había conseguido llegar a un acuerdo. A los populares les ha bastado un año para ultimar una solución, que basta ver que el dueño del club la ponga en marcha.

Pero no es el único proyecto desbloqueado. Este pasado lunes se anunció la concesión de la licencia para la construcción de un centro comercial y de ocio en el distrito Fuente de San Luis en Malilla. El proyecto es de gran envergadura porque implica a 333.000 metros cuadrados y supone la inversión de 350 millones de euros.

La iniciativa había permanecido en los cajones desde que la empresa la presentó hace tres años. Ahora se le ha dado luz verde y según todos los planes podrá estar finalizado en 2026.

La inversión transformará el barrio de Malilla. El proyecto incluye la construcción de un hotel de once plantas, de un edificio de oficinas y otro de uso residencial.

Además, el centro dispondrá de más de 200 locales situados en el semisótano, planta baja, primera y segunda. También habrá 25 zonas destinadas a la restauración. El espacio de ocio contendrá un rocódromo, una zona friki, un 'beach club', scape room, realidad virtual, gaming o laser city, entre otras actividades

Uno de los elementos más llamativos será la puesta en marcha de una piscina con tecnología para la creación de la ola continúa más grande de España, todo un paraíso para los amantes del surf.

Tras casi dos décadas paralizados, se ha dado luz verde al PAI de Benimaclet. La Generalitat ha emitido el informe de Evaluación Ambiental y Territorial Estratégica que autorizará a la empresa urbanizadora (Metrovacesa) poner en marcha el proyecto que permitirá la construcción de 1.345 viviendas de renta libre y 400 de protección oficial. La iniciativa busca, según señalan desde el Ayuntamiento de Valencia, integrar la huerta en Benimaclet lo que se conseguirá gracias a una nueva zona verde central de 30.000 metros cuadrados. Además, se podrá dar solución a la demanda de nuevas viviendas.

El sector de Benimaclet es uno de los ámbitos urbanísticos previstos en el Plan General de 1988 y cuyo desarrollo se ajustará a los planes territoriales aprobados con posterioridad como el Plan de la Huerta o la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana.

Hasta ahora ha estado paralizado durante años porque en el Consistorio no se ponían de acuerdo con la edificabilidad que se otorgaba a la pastilla entre la avenida de Valladolid y la Ronda Nord y por las quejas vecinales, que exigían una mejor unión de la ciudad con la huerta que la rodea.

Como respuesta a esas dificultades, la nueva propuesta establece usos mixtos especialmente en los extremos del área. Este diseño crea en el centro un área verde de 30.000 metros cuadrados.

El acceso norte necesitó de la implicación del Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento. El ejecutivo de Ribó se opuso a esta infraestructura mientras que María José Catalá ha mostrado su disposición a que se ponga en marcha el proyecto. Ahora, el equipo municipal se encuentra en condiciones de dar salida a esta iniciativa vital para el futuro del enclave portuario. Sobre la mesa están varias propuestas a las que no se podía dar salida sin que el Ayuntamiento de Valencia no pusiera interferencias.

Otro de los proyectos que se ha desatascado es el del PAI del Grao. Tras ocho años de parálisis, el gobierno de Catalá ha tomado la decisión de que sea desarrollado por los propietarios del suelo y el Ayuntamiento, que antes quería promoverlo directamente, ha dado un paso al lado. Eso sí, no se cambiará nada de la iniciativa y seguirá con la clasificación vigente. De esta forma, habrá más de 2.500 viviendas (500 públicas), los 160.000 metros cuadrados de delta verde equivalentes a 16 campos de fútbol y la prolongación de la Alameda. Se pretende actuar sobre 380.000 metros cuadrados de suelo industrial que se busca convertir en suelo urbano vanguardista y permitirá abrir Valencia hacia el mar. Además, el 85% del suelo es para equipamientos, espacios libres y jardines.

El proyecto del parque de Desembocadura estará redactado a fin de año, según detallan fuentes municipales. El pasado mes de mayo la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia adjudicó el contrato de redacción del proyecto de la primera fase del Parque de Desembocadura del viejo cauce del Turia, así como la dirección facultativa de las obras de ajardinamiento, renaturalización y urbanización previstas. El montante alcanzaba el millón de euros.

Las obras está previsto que se extiendan sobre un área de 100.000 metros cuadrados de zonas verdes que llegan hasta el Puerto y que supondrán una inversión superior a los 16 millones de euros.