Los vecinos de Orriols recogen firmas contra el cierre de la piscina municipal

Barceiro explica que la piscina es «lo mejor» para la gente mayor del barrio y que es «una necesidad tanto física como mental», antes de aseverar que el Consistorio ha tenido «cero empatía» con los vecinos de Orriols decretando el cierre. La presidenta vecinal cifra en cerca de mil los afectados, entre aquellos residentes que tenían el abono anual en la piscina de Orriols y los que acudían de manera esporádica. «Muchos niños de los cursos de natación también se van a quedar fuera: ¿Cómo aprenden a nadar en seco?», ironiza y remacha con un «esto va para tres años» y un «si esto hubiera sido en el centro...».

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Sobre la gratuidad de matricularse en otros complejos municipales reservados al baño, la alternativa propuesta por el Ayuntamiento para paliar el cierre de la piscina, Barceiro también se muestra crítica alegando que ya es gratuita en muchos lugares pero que los vecinos deben pagarse de su bolsillo las mensualidades y el transporte hasta Patraix, Torrefiel o Marxalenes. De hecho, los residentes reclaman que la piscina de Orriols se cierre por fases al igual que en Marxalenes, «que dejó de ser una concesión hace nueve años y no se cerrará hasta que empiecen las obras».

Acerca de la posibilidad de hacer actividades en seco, es decir, fuera del agua, los vecinos enuncian que ya existían iniciativas como caminatas por el barrio y actividades por el parque del barrio desde antes de la pandemia. Asimismo, los residentes se sienten molestos por haberse enterado de la medida a través de la prensa, porque no se les presentara en la reunión mantenida con la concejala Rocío Gil un informe técnico que avalara la decisión tomada y por el cierre de las pistas adyacentes al recinto de la piscina. «Los vecinos somos los primeros que queremos que se arregle esta situación», relata Barceiro.

Cabe recordar que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, descartó mantener abierto el polideportivo de Orriols por los graves problemas estructurales de la cubierta. «La seguridad de los vecinos es lo más importante y la concesionaria me ha dicho por escrito que la cubierta no es segura», justificó la primera edil a finales del mes de julio.