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Compromís busca, tras ocho años en el poder, darle una vuelta a la política de vivienda en la ciudad de Valencia, una política, por ... cierto, que ha gestionado desde 2019 de forma directa en la persona de Isa Lozano. El alcalde de Valencia, Joan Ribó; la síndica de Compromís en Les Corts, que dará el salto en mayo a la política municipal, Papi Robles; y el diputado nacional de Compromís Joan Baldoví han explicado este lunes que una de las propuestas estrella de la formación para las elecciones de mayo pasa por controlar que quien compre un piso en Valencia viva o tribute en la ciudad. «En Canadá lo han hecho, aunque sabemos que la competencia no es nuestra», ha añadido Ribó, antes de que Baldoví reclamara la cesión de las competencias en materia de vivienda para facilitar el acceso a una a las familias que no pueden. Cabe recordar que el Ayuntamiento dispone todavía de 141 viviendas vacías, 77 menos que en 2014, la mayoría de ellas ubicadas en el Cabanyal.
«Queremos trabajar en la colaboración público privada, por lo que nos gustaría ofrecer derecho sobre suelo urbanizable para cooperativas de futuros propietarios, para seniors y para la construcción directa de edificios en suelo municipal destinados a alquiler asequible», ha dicho Ribó, que también ha propuesto «un control más estricto de los apartamentos turísticos porque suben los precios del alquiler de alrededor». «Además, tenemos una idea copiada de Canadá: queremos controlar la compra de viviendas por parte de personas que no tributan ni viven aquí. Hay personas que se dedican a comprar así sin inmigrar», ha indicado el alcalde, que ha reconocido no saber cómo hacerlo.
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En una rueda de prensa que ha sido, como el primer edil ha dicho, «un cuadro impresionista, con el trazo grueso de las ideas», también ha descartado que el Consistorio «vaya a vender pisos a fondos de inversión» y ha puesto en valor lo que se ha hecho en la lucha contra los apartamentos turísticos: «En Valencia no puede haber apartamentos turísticos más allá del primer piso en edificios residenciales».
Robles, por su parte, ha destacado que la Generalitat «ha puesto en marcha el derecho de tanteo y retracto» y que se han comprado «más de 100 viviendas a un precio medio de 60.000 euros». «No se puede especular con los derechos humanos. Hemos apostado por la tasa turística y queremos invertir para que en los lugares tensionados como Ciutat Vella los vecinos puedan vivir en la ciudad», ha indicado Robles.
Baldoví ha explicado que el alquiler ha subido en Valencia un 21% en un año. «La limitación al 2% que quería el Gobierno no ha servido. Tienen que cedernos las competencias. Hay que reconvertir la SAREB a un órgano que permita garantizar básicamente el acceso a la vivienda con alquiler social y hay que limitar que la gente siga pagando la hipoteca si le quitan su casa», ha comentado Baldoví.
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