Urgente El PP pide al juez que cite a Joan Ribó como imputado por la piscina ilegal de Alboraia
Rescate de bañistas por personal de la Cruz Roja en una posta sanitaria. Cruz Roja

Las medusas dan una tregua y sus picaduras caen a la mitad respecto al verano pasado en Valencia

Aumentan mucho las picaduras del pez araña, mientras que heridas, contusiones y lipotimias, entre las patologías más frecuentes que se tratan en las postas sanitarias de Cruz Roja

José Molins

Valencia

Domingo, 28 de julio 2024, 01:18

Son cada vez más habituales en la costa valenciana y con la masiva presencia de bañistas en la orilla, sus picaduras se multiplican. Se trata ... del pez araña y la medusa, responsables de la mayoría de asistencias que se realizan en las postas sanitarias de Cruz Roja en las playas de la provincia de Valencia. En lo que llevamos de temporada de verano, apenas un mes, se han producido más de 800 picaduras de estos peces, que provocan picor y dolor intenso. El roce de las medusas, no obstante, se ha reducido casi a la mitad con respecto a las mismas fechas del año pasado, pero en cambio el pez araña ha aumentado notablemente.

Publicidad

En concreto en las 14 postas que hay en las diversas playas de las localidades de Valencia, Tavernes de la Valldigna, Gandia, Miramar, Daimús, Bellreguard y Miramar de la Safor se han producido 466 picaduras de pez araña y 350 de medusas desde mediados de junio. Además, ha habido otras 102 picaduras de diferentes insectos o peces, lo que hace subir a más de 900 el total. El año pasado las medusas lideraban las cifras con 645 casos, por los 298 del pez araña.

Este cambio en los registros puede ser algo puntual de este verano, ya que la tendencia de los últimos años «es claramente a un aumento de medusas», según explica el biólogo marino Miguel Candelas, responsable del departamento Mediterráneo y Medusas del Oceanogràfic de Valencia. «La que genera más contactos con las personas es la llamada 'clavelito' (Pelagia noctiluca), que vive mar adentro, no es costera y se tienen que dar unas condiciones para que llegue a la costa. Este año la temperatura del mar puede ser igual o más alta, no sólo influye eso, pero no se han dado las condiciones para que estas medusas lleguen a la orilla, porque hay diferencias de temperaturas entre mar y tierra, se generan corrientes, frentes que impiden la llegada al litoral», dice el experto.

«La tendencia general es de aumento de medusas, pero este año hay más condiciones para que haya menos y también hay ciclos, en los que la población de medusas varía en función de diferentes condiciones», añade Candelas. «El ciclo reproductivo está más relacionado con la temperatura del agua, se pueden dar diferentes procesos de reproducción en un mismo año, pero hay varios parámetros más, ya que necesitan comida, otras condiciones para reproducirse, y hay medusas de temperaturas más altas y otras de menos», detalla. «Siempre hay algún verano con menos medusas, por las condiciones locales, si las condiciones no son adecuadas no se generan», explica.

Publicidad

Sobre el pez araña, el experto indica que hay pocos estudios sobre él, pero si establecen una relación del aumento de picaduras con una mayor temperatura del agua y del aire. «Además puede que por lo que sea se haya reproducido más o se acerque más a la costa este verano por alguna razón, porque suele aparecer en los fondos de arena», apunta Candelas.

Por su parte, el coordinador de playas de Cruz Roja en Valencia, Carlos Ronda, indica que el pez araña «se entierra en la arena, pero deja el aguijón fuera, es algo muy típico, y lo hace casi en la orilla, le basta que haya sólo un palmo de agua», señala. «Es muy doloroso e intenso, porque suele picar clavando su aguijón en la planta del pie o entre los dedos. Al principio no notas el pinchazo pero luego el dolor va subiendo por la pierna», comenta el especialista. «Dura sólo unos diez o quince minutos, necesita calor local, pero se pasa enseguida, no suele dejar secuelas en los días posteriores», añade.

Publicidad

Respecto a las medusas, no tienen aguijón para picar, pero su roce con el cuerpo «provoca una reacción alérgica. Cuando el agua está más caliente, la medusa abunda, pero la que tenemos más habitual en Valencia no suele ser muy dañina. Se limpia con agua salada de mar y en un momento se va el escozor. A muy poca gente le da una reacción alérgica una vez atendido en la posta», explica Ronda.

Las postas sanitarias están formadas por cuatro técnicos en primeros auxilios, un médico, un enfermero, tres técnicos en emergencias sanitarias, 10 socorristas acuáticos, dos patrones y un jefe de playa, que es el personal que trabaja en un día normal en la Malvarrosa en Valencia. «Pueden hacer en torno a 70 actuaciones, sobre todo los días con más gente, como los fines de semana», asegura el coordinador.

Publicidad

Heridas y contusiones

Además de las picaduras, las asistencias más frecuentes son por heridas incisas o erosivas que se producen los bañistas, ya sea dentro del agua o en la arena con cualquier objeto. Representan 417 casos, mientras que en 99 ocasiones el problema han sido las contusiones, en 40 personas se trataba de torceduras o luxaciones y sólo en cuatro casos eran fracturas de huesos.

Por lo que respecta a las incidencias por el sol y el calor, las lipotimias son las más habituales, con 28 afectados, aunque sólo se ha reportado un caso de golpe de calor. Además, los problemas en los ojos también son frecuentes, con 43 atenciones de introducción de cuerpos extraños que necesitaron de una atención oftalmológica en la posta sanitaria. Además, se han producido 15 crisis de ansiedad en la playa y 12 mareos.

Publicidad

«En las postas estamos preparados para atender cualquier patología, leves o graves, incluso paradas cardiacas. Un sanitario se encarga de los primeros auxilios, pero también hay ambulancias, depende de la playa, del material y el personal que haya. Dependiendo de la sintomatología y la patología que sea se desplaza la ambulancia», apunta Ronda, que señala que las personas de mayor edad y los niños son los que más suelen necesitar asistencia, aunque diferente. «Los niños pueden presentar más casos de golpes, heridas, contactos con medusas, y los mayores les afecta mucho el calor y puede complicarles otras patologías que tuvieran de base», expresa.

Y es que las postas no sólo prestan asistencia médica, sino también social, ya que se encargan de ayudar a los menores extraviados (94 casos), ayudas a los discapacitados, que han representado 2.453 actuaciones y a personas mayores desorientadas (16 casos). Y por supuesto, realizan también rescates de bañistas en el mar. 34 de las víctimas presentaban problemas leves, mientras que en 19 casos el bañista corría peligro vital o había perdido la conciencia.

Noticia Patrocinada

Otra de las funciones fundamentales las realizan los socorristas acuáticos con la prevención que realizan, al ver las corrientes y cambiar el color de la bandera. «Estamos en un equipo de prevención, es lo más importante. La gente debe tener mucho cuidado, es fundamental que sigan las indicaciones a pie de playa, desde el color de la bandera, hasta cualquier cosa. Los socorristas acuáticos hacen controles de corrientes, miden si hay resaca, la fuerza de las olas», explica. «Ellos ven cómo puede perjudicar a los bañistas y ponen un color u otro. Hay veces que vemos cómo esta agitado el mar, y cambiamos la bandera, por eso hay que hacerles caso», determina Ronda.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad