La desesperación de los vecinos del barrio de Vistabella de Picanya

Los vecinos del barrio de Vistabella de Picanya se sienten «abandonados». Ellos son los que se están salvando de la desgracia en mitad del caos. Gracias también a la solidaridad de unos policías voluntarios de Valencia y a una dotación de bomberos llegados desde la localidad de Alcorcón, siguen limpiando y limpiando sus calles y sus casas, destrozadas por la riada.

Uno de los vecinos del enclave relataba esta misma mañana que todos estos días sólo han contado con el apoyo vecinal. Se han ayudado entre todos, ya fuera compartiendo alimentos y agua y colaborando en todas las tareas de limpieza. Insisten en que no ha llegado la ayuda, solo voluntarios, y agradecen que una empresa de fontanería de Xirivella les haya cedido autobombas para poder achicar el agua de los bajos y de los ascensores.

El panorama en la calle Alquería Rulla es, aseguran, desoladora. Siguen sin agua y sin gas, aunque la electricidad ha regresado. «Todo el mundo lo está dando todo», cuentan mientras siguen limpiando barro y levantando alcantarillas. «Nuestro corazón también está con la Ribera, con todos los municipios afectados, con utiel... Pero necesitamos ayuda», aseveran desde el barrio.

Destacan, además, la ayuda inestimable de uno de los vecinos de la localidad, conocido como 'Pipa' y que, con su tractor, ha ayudado para retirar toda la basura y los muebles que se han ido acumulando estos días.

Otros voluntarios, como una pareja de policías de la séptima unidad del distrito de Valencia, también ayudaban quitando barro esta misma mañana. Las noches, cuentan, sobre todo las primeras, fueron intranquilas. Sobre todo porque muchas puertas no cerraban y había que estar alerta de que nadie se colara. No han sufrido saques, afirman, aunque sí algún intento de pillaje de gente que, haciéndose pasar por un voluntario para ayudar, quería observar qué es lo que había por las casas para ver si se podía llevar algo. Salvo eso, insisten desde el barrio, la solidaridad entre los vecinos está siendo tal que colaboran y arriman el hombro entre todos.

También señalan la solidaridad de Eva Tritis, de Adopta Gats. Ella ha llegado andando para ayudar también a los vecinos a ver cómo están las colonias felinas y los animales de la zona. Muchos de los vecinos, que claman para que los ayuden, tienen sus vehículos inutilizados. Una situación de «desesperación» de unos afectados que lanzan un grito de auxilio para que vayan a ayudarles.

Y en todo el caos y el sentimiento de abandono, también surge el dolor por las vidas perdidas porque, aunque en las cifras oficiales no se incluyen fallecidos en Picanya, los vecinos sí confirman que, por una parte, ha habido seis muertos tras un rescate de 16 personas e, incluso, el fallecimiento de otra persona que era conocida en el municipio.

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