El 60% de los valencianos considera que los pisos turísticos son «un problema importante»

Seis de cada diez vecinos de Valencia (el 59,2%) consideran que los pisos turísticos se han convertido en un «problema importante», según se desprende del barómetro municipal de opinión ciudadana del mes de marzo facilitado por el Ayuntamiento.

La encuesta implica que no sólo se trata de una preocupación para los poderes públicos por las implicaciones que tiene en el modelo de ciudad, hasta el punto de que se han aprobado moratorias de licencias y se contemplan severas sanciones para los que además actúan al margen de la ley, sino que también está en el foco de la mayoría de la ciudadanía. Por contra, el 34% considera que son un asunto poco o nada importante. La encuesta se realizó entre los meses de febrero y marzo e incluyó 2.353 entrevistas a vecinos mayores de 18 años.

En un comunicado, el Consistorio destaca que también se ha constatado que la vivienda es una de las principales preocupaciones. Según recoge el muestreo, el 94,2% de los participantes está a favor de que las administraciones incrementen el parque público de viviendas para fomentar el alquiler -aunque el 85,1% considera mejor comprar en propiedad-, más del 80% apoya que se amplíen las desgravaciones fiscales tanto a arrendatarios como a inquilinos y el 90% es favorable a las políticas de ayudas al alquiler.

En cuanto a la ubicación, el 32,2% valora en primer lugar la proximidad a la vivienda familiar a la hora de elegir nueva residencia y el 30,4% que esté en un entorno o barrio agradable.

El 95,7% considera un problema muy importante el precio de venta en la zona donde está ubicada su residencia, mientras que el 95,3% hace lo propio en relación al precio del alquiler en los barrios donde viven. Además, el 50,7% señala la seguridad de la zona como problema y el 49,9 % cree que es una cuestión «poco o nada importante».

Al respecto, el concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, ha destacado que la información del barómetro es una realidad constatable en todas las grandes ciudades de España. Por ello «para el gobierno de la alcaldesa María José Catalá la vivienda es uno de los ejes fundamentales de nuestra gestión, y desde un primer momento pusimos en marcha medidas de medio, corto y largo plazo que nos permitirán al final de la legislatura poner a disposición mil viviendas de protección pública y de alquiler asequible».

«En año y medio hemos aprobado más medidas en materia de vivienda que en los últimos ocho años del anterior gobierno, cuando sólo fueron capaces de construir 14 viviendas», ha resaltado. También ha recordado que por la incidencia que pudieran tener los apartamentos turísticos en el acceso a la vivienda, «el Ayuntamiento ha decretado una moratoria en la concesión de licencias y estamos trabajando en una normativa regulatoria que será la más restrictiva de toda España, con cinco niveles de protección o limitación para frenar su proliferación».

Por otro lado, el muestreo señala que el 89,5% de los vecinos están satisfechos o muy satisfechos con su vivienda, que el 73,8% paga menos de 800 euros al mes por alquiler o hipoteca y que más del 21% de los propietarios no alquila por la inseguridad jurídica. Además, el 28,4% han visto incrementada su hipoteca y casi el 57,3% mantienen la misma cuota que el año pasado.

El 24,7% de los encuestados manifiestan que tienen viviendas que no son para su uso personal como residencias. Y entre estos, el 25,6% señala que no venden o las ponen en alquiler porque precisan de reforma o reparación por encontrarse en mal estado, el 21,1% indica que no las arriendan «por desconfianza e inseguridad ante los posibles inquilinos», el 10,8% no la vende porque no encuentra comprador, el 8,8% debido a que no lo necesita económicamente y el 8,1% porque puede necesitarla en el futuro.

Por otro lado, los hogares de Valencia necesitan una media de 2.200 euros mensuales para poder hacer frente a todos los gastos. El 35,1% de los encuestados considera que su situación económica familiar es buena y afirma que llega a fin de mes sin preocupaciones, el 46,5% dice que su situación es aceptable y llega justo y el 10,9% señala que tiene una mala situación económica y les resulta difícil hacerlo. Por contra, el 5,8% indica que su economía está muy bien y les permite ahorrar.

El 72,5% de los encuestados no ha cambiado de domicilio en los últimos diez años mientras que sí lo ha hecho el 27,4%. El 43,1% dejó de vivir en sus domicilios paternos entre los 23 y los 27 años, el 33,4% entre los 18 y 22 y el 13, 2% entre los 28 y 32.

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