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El nuevo capellán del Valencia, Álvaro Almenar IRENE MARSILLA
Valencia CF | Álvaro Almenar: «Con el tema del estadio sí pido al Espíritu Santo que ilumine a todos»

Álvaro Almenar: «Con el tema del estadio sí pido al Espíritu Santo que ilumine a todos»

Meriton ha tardado cinco años en ocupar la figura que dejó el fallecido Elías Llagaria y el nuevo capellán del Valencia, vicerrector de la Basílica, es un blanquinegro convencido

Martes, 13 de abril 2021

Valenciano, fallero, cura y nieto de valencianista pero también con familia levantinista. Así es Álvaro Almenar (47 años), el nuevo y dicharachero capellán del Valencia CF, una figura que Meriton ha tardado cinco años en cubrir desde el fallecimiento en 2016 del padre Elías Llagaria.

–¿Cómo llega a convertirse un sacerdote en capellán del club?

–Desde que estoy en la Basílica he conocido a algunos trabajadores del Valencia, sobre todo cuando venía el equipo a principio de temporada o a ofrecer un título, pero también con motivo del centenario. Como me conocían, desde que murió el padre Elías estaba vacante la plaza de capellán, una figura típica valenciana. Preguntaron por mí, lo trasladé al cardenal don Antonio Cañizares, él aceptó y aquí estoy.

–¿Sorprende que desde el adiós del padre Elías estuviera vacante esa figura?

–Hay amigos sacerdotes que a lo mejor han ayudado al Valencia en diferentes temas. Es evidente que los tiempos están cambiando. Todos los clubes tienen un capellán pero no es lo mismo ahora que hace veinte años.

–Es socio del Valencia y juega con su falla a veces...

–Soy de Valencia, estoy arraigado en todas las tradiciones. Me siento muy valenciano y valencianista porque me viene por parte de mi abuelo. Con mi primo y mi hermano Marcos, íbamos con su pase a General de Pie.

–Tardó en ser socio...

–Tener el pase para mí hubiera sido una tentación y un gasto de dinero que no iba a rentabilizar. Hay que tener en cuenta que no hubiera podido ir a muchos partidos... quizás hubiera ido un poco de ilegal, era tal la tentación que hasta tendría que haber cambiado misas para ir a Mestalla.

–Ahora está en la Basílica.

–Siendo vicerrector, lo bueno que tiene es que da mucho margen para amoldarme a diferentes horarios. Por eso un grupo de tres sacerdotes llevamos varios años ya con el pase. Y de momento puedo decir que no hemos cometido ninguna irresponsabilidad cuando hemos ido a ver los partidos. Pero si me coincide un partido con una cosa oficial de la Basílica… ya veremos qué pasa –dice sonriendo–.

–¿De qué año es su Valencia?

–Me hizo mucha ilusión que viniera Arias al acto cuando me nombraron. Yo de pequeñito quería ser Arias. Recuerdo con el corazón ese Valencia con Sempere, Arias, Tendillo, Carrete, Botubot...

–Me han dicho que juega…

–Juego muy mal. En la falla me ponen de portero y a veces en vez de parar… o como tengo cuerpo, pues parece que puedo ser defensa… de los que si pasa el balón no pasa el delantero.

–¿Qué futbolista le llama la atención sobre el terreno de juego?

–Soy un apasionado del medio del campo y ahí está Carlos Soler. Es importante esa figura en el equipo, tanto para frenar al rival como para construir el juego.

–¿Qué jugador representa mejor los valores que defiende?

–Fernando Gómez Colomer, una persona serena y sensata, y además centrocampista.

–Y más allá de lo deportivo, ¿qué me dice de los jugadores?

–Cuando el otro día estuve en Mestalla, vimos la capilla, bajamos a los vestuarios y luego pisamos el césped. Me nació en ese momento santiguarme. Tengo en el corazón el gesto que veo cuando muchos se santiguan al saltar al campo porque son católicos cristianos. Me gusta lo que dijo el cardenal, eso de que los futbolistas son un referente y un modelo para la sociedad en todos los aspectos. La dimensión cristiana es buscar sobre todo los valores humanos, el sacrificio, la entrega, el compartir, el trabajo en grupo, etc.

–Ahora incluso con posibles insultos racistas, parece que esos valores están en desuso.

–El fútbol de hoy en día se nos escapa de las manos. Con esto del Covid-19 se han bajado los humos del ambiente. Es un deporte que mueve tantos millones que a veces nos gusta ver la humanidad de los futbolistas, que lloran como nosotros, que tienen sus propios proyectos como nosotros, pero lo importante es que en ellos aparezca una verdad de la persona. Los tenemos idolatrados y son un modelo para niños y mayores.

–¿Le gustaría que sirvieran de ejemplo, pero sincero?

–Me gustaría que tuviéramos unos modelos de honradez, de sacrificio, de lealtad y de compañerismo. Nunca de violencia, de juego sucio o incluso de fascinación por la fama. También es verdad que desconozco lo que cobran los jugadores del Valencia pero estará imagino lejos de lo que gana por ejemplo Messi, son extraterrestres. Por eso hay que fortalecer la humanidad de los futbolistas, que vean que esto les va a durar solo unos pocos años. El tiempo de productividad es corto, deben pensar en el futuro y fortalecer su humanidad.

–Antiguamente, parece, había más devoción o más atención hacia la figura del capellán…

–La sociedad está muy relativizada. Todas nuestras fiestas tienen raíces cristianas pero es un tiempo de secularización donde se pierde un poco la fe. Un cristiano, lo que debe hacer es que la fe lo ilumine todo. No sólo somos cristianos dentro del templo, también fuera. El Papa pide que seamos cristianos auténticos. Dios quiera que en 2022 podamos ofrecer alguna copa a la Virgen.

–Parece que es difícil aplicar la teoría luego sobre el césped.

–Cuando veo fútbol… lo que me doy cuenta que me hago mayor. Mientras se dejen los futbolistas del Valencia la piel en el campo estaré con el rosario en la mano. Un capellán no trae suerte al Valencia, sólo pedimos la protección para evitar lesiones. Esta gente vive de sus piernas y su talento, esperemos que el Espíritu Santo nos ilumine.

–¿Cree que a los actuales dirigentes les hace falta también un poco de iluminación?

–No sé… tengo con el presidente un aprecio mutuo. La figura del capellán es un testigo de la paz, y aquí hace falta. No tengo ni idea de cómo tiene que gestionarse.

–¿Qué le diría a los jugadores de este año si los tuviera delante?

–Que los admiro y respeto. He dado la orden al club para que den mi teléfono a cualquiera. Si ellos se esfuerzan yo pido a la Virgen que les acompañe. Todos queremos un Valencia fuerte de UEFA o de Champions.

–¿Le gusta que el Valencia tenga valencianos?

–Eso nos gusta a todos.

–¿Viejo o nuevo Mestalla?

–Quiero un buen campo. Esta situación es mala para la afición y para la entidad, para el Ayuntamiento, para la Generalitat… ahí sí que estoy pidiendo al Espíritu Santos que ilumine a todos para que se pueda resolver este problema. Tengo en el corazón a toda esa gente que se compró un bajo en el nuevo Mestalla y están arruinados…

–¿Le diría a Lim algunos de los aspectos que hemos hablado?

–Lo bueno de esto es que el amor de Dios llega a todos. Sean buenos o malos. Sí que es verdad que esta época es de mucho discernimiento y sabiduría para saber lo que es más conviene.

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