«En aquel momento compraron todos, desde futbolistas con una media de 50.000 euros hasta sus propios representantes. Algunos agentes no lo hicieron pero otros sí y con cantidades que me sorprendieron, como el de Miguel Brito, Paulo Barbosa». Manuel Llorente recordaba este martes ... con cierto orgullo la campaña de compra de acciones que encabezó en 2009 y que hizo que el Valencia repartiera entre los pequeños accionistas algo más de 18 millones de euros, una cifra que en la actualidad se presume prácticamente inaccesible si fuera el caso.
Publicidad
Hoy en día, el club está inmerso en una doble ampliación de capital (la primera reservada para Meriton para que capitalice deuda, casi 43 millones), de la cual apenas se ha publicitado desde la propia institución. El anuncio este lunes por parte de Libertad VCF de incentivar a los aficionados que aún no son accionistas y a los que sí lo son para adquirir títulos, de forma agrupada y bajo su bandera, ha sido el primer movimiento de cierta transcendencia que se ha registrado en esa línea. La duda generalizada es hasta dónde será capaz de llegar ahora, en medio de una crisis económica generalizada, la sociedad valenciana. En 2009, y motivado también por la aparición en el horizonte de Dalport, el valencianismo sí dio un paso al frente.
Noticias Relacionadas
Aquella ampliación, forzada por los máximos accionistas (Soler con 37% y Soriano con el 10%), se hizo con el condicionante de que o se cubría todo el capital lanzado (92 millones) o quedaba totalmente anulada y se devolvía el dinero. Con las acciones de Soler, las de Soriano y el 4% de otros ocho titulares, Dalport pretendía hacerse con el 51%. Al fructificar la ampliación y no acudir este grupo a la compra, esa venta de la sociedad quedó finalmente aniquilada. Los que hasta entonces eran grandes accionistas redujeron su papel casi a la nada. Fue la Fundación la que con ese 70% iba a dominar la tarta. «Ellos pensaron que no lo íbamos a conseguir, que íbamos a fracasar. Pero todo el mundo empujó en la misma línea por el bien del Valencia, y fue el aval de la Generalitat que estaba disponible y que no utilizó la Ford, con el que se pudo finalmente llevar a cabo toda la operación con Bancaja».
Para hacerse una idea de la magnitud, compraron hasta políticos y empresas. Hasta una decena de agencias de representación de futbolistas entraron en el accionariado: la de Carleto con un paquete de 1.770 títulos, los mismos que compró Marcelo Simonian, Promosports, Inter Star, Mario Parri... y jugadores como Miguel Brito (550), Aduriz, Bruno, Dealbert, Mata (casi 500), Joaquín pasaron a destacar. «Ahora la gente piensa que no sirve para nada», dice Llorente.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.