Anil Murthy, un presidente repudiado por el valencianismo
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La afición cortó todo vínculo con el dirigente despedido por Peter Lim cuando les mandó callar durante un partido en Mestalla y esa ruptura ya nunca tuvo retorno
R. D.
Lunes, 30 de mayo 2022, 15:12
Anil Murthy, el hasta hoy presidente del Valencia y despedido de forma fulminante por Peter Lim a su llegada a Singapur, pasará a la historia como el dirigente menos querido por parte de la afición. Ahora que ya es historia en el club, ... las palabras de Layhoon Chan en su presentación no le dejan precisamente como pitonisa: «Anil lleva aquí seis meses, habla español bien, os vais a comunicar mejor con él... y la afición también. Estoy segura de que el club seguirá creciendo bajo la nueva dirección».
El pronóstico de la expresidenta el día del traspaso de poderes, pasado el tiempo, no hay por donde cogerlo. El 1 de julio próximo, Anil Kumar Murthy (19-3-1973) hubiera cumplido su quinto año de mandato en el Valencia, registro de permanencia sólo superado por Luis Casanova, Julio de Miguel, Ramos Costa y Arturo Tuzón. Todos han dejado un poso que el valencianismo nunca olvida y al singapurés tampoco, el matiz es que lo harán por motivos totalmente contrarios al resto. No es la primera vez que desde la oposición se asocia a Murthy como el peor de las casi cuatro decenas de presidentes que han desfilado en la historia del Valencia.
Los audios desvelados por Superdeporte por las palabras de Murthy alimentan una lista de acciones que han provocado un clima casi irrespirable entre la afición. Del Anil dicharachero y cercano que entró como consejero en noviembre de 2016 al altivo presidente actual, el club no sólo no ha sabido gestionar sus éxitos sino que se ha dejado arrastrar por sus fracasos. Con Murthy al frente, el equipo jugó dos años la Champions (uno heredado) y va a ver Europa por televisión cuatro años consecutivos. Cada terremoto aquí llega casi sin fuerza a Singapur. Hasta la Wikipedia no le deja en buen lugar a la hora de citar su gestión: «Los resultados empeoraron hasta llevar al club a pelear por evitar los puestos de descenso». Influye en negativo el balance deportivo a pesar del título de Copa conquistado pero parece empeñado en que sólo se hable de los numerosos frentes que tiene abiertos. Es el único presidente que ha tenido la osadía de mandar callar a la grada; el único con el que se ha instaurado el ritual de las protestas en el 19'; el único al que le llenan el estadio de carteles amarillos; al único al que la plantilla rehúye; el único capaz de hacer que las manifestaciones en su contra crezcan hasta llegar a 15.000 personas; el único con el que la animosa Grada Joven se ha despoblado; el único al que el presidente de la Generalitat ha echado a cajas destempladas.
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