Ante la falta de fichajes, Bordalás se reinventa con un baile de piezas

La falta de refuerzos tiene mosca a Bordalás, hasta tal punto de que no quiere saber nada de preguntas sobre el mercado de fichajes. El entrenador ha querido dar un paso al lado en rueda de prensa y centrarse en lo puramente deportivo. No tiene otra que, de momento, tirar con lo que tiene y buscar fórmulas para sacar el máximo rendimiento a su plantilla. Ante el Sevilla, las numerosas bajas del equipo obligaron a Bordalás a realizar varias modificaciones en su alineación.

Su once inicial fue un puzzle en el que eran difícil de encajar las piezas. Alderete, Diakhaby, Mosquera, Foulquier, Correia y Gayà sobre el césped. Es decir, 6 defensas, con 3 centrales y 3 laterales. Se podía intuir que iba a repetir el esquema de tres centrales que ofreció contra el Atlético Baleares, con Correia y Gayà como carrileros, pero la duda recaía en dónde iba a colocar a Foulquier y a Yunus Musah. Finalmente, apostó por un 5-3-2 con Foulquier, Guillamón y Musah en el medio y Hugo Duro y Guedes en la delantera.

La novedad fue esa, la de meter a Foulquier y Musah junto a Guillamón en el centro del campo. El experimento no funcionó muy allá, ya que en el minuto 6 Ocampos percutió sin ninguna dificultad por el costado derecho para poner el centro que acabó con Diakhaby marcándose el 0-1 en propia puerta. El Valencia no se sentía cómodo y Bordalás decidió darle un giro a su planteamiento. Recuperó su habitual 4-4-2, adelantando a Diakhaby al mediocampo y devolviendo a Foulquier al lateral derecho, aunque intercambiando la posición con Correia de extremo. Musah jugó junto a Guedes en la punta de ataque, también variando la demarcación por momentos con Hugo Duro, que se acercó a banda izquierda.

El Valencia comenzó a carburar y se lanzó a la portería del Sevilla, la que encontró en el minuto 44 con un cabezazo de Guedes tras un precioso centro de Gayà. El portugués sigue de dulce y se convierte ya en el máximo goleador del equipo superando a Carlos Soler con 8 dianas. Además, ya ha superado el registro de su mejor temporada en el club.

Tras el descanso, el técnico retiró a Mosquera e introdujo a Toni Lato, volviendo a hacer variaciones en su esquema. Diakhaby pasó a jugar de nuevo como central y Bordalás tiró de la fórmula de doble lateral en ambas bandas. Foulquier y Lato como extremos y Correia y Gayà como laterales. Musah pasó a jugar como mediocentro más ofensivo junto a Guillamón en el medio, dejando buenas sensaciones.

Bordalás movió de nuevo sus piezas en el minuto 77, retirando a Correia y dando entrada a Marcos André, que se posicionó en el costado derecho, colocando de nuevo a Foulquier en el lateral. Racic entró en el 85, sustituyendo a un Yunus Musah que se retiró con molestias. Fue la última modificación del alicantino, que espera recuperar a pronto a piezas clave como Soler y Paulista, pero que perderá a Gayà por sanción en el partido en el Wanda

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